mi sunnie ᎓ sungsun

O15

Sunoo estaba muy avergonzado.

Acababa de mandarle un comprometedor mensaje a Sunghoon

Y es que las hormonas del embarazo lo tenían mal. Últimamente se sentía muy caliente por alguna razón.

Cómo ya habíamos aclarado, Sunghoon siempre había sido muy paciente con Sunoo en el tema del sexo. Ya que al Omega siempre parecía importarle más los arrumacos. Y Sunghoon estaba feliz con eso.

Pero últimamente había sentido necesidades muy distintas. Ni siquiera cuando estaba en plena adolescencia se comportó así.

Lo que había hecho estos días era bañarse con agua fría.

Con temor a resfriarse pero aún así lo hacía. Ya que a veces hasta en la madrugada se levantaba acalorado cuando los brazos de Sunghoon rodeaba su cintura y lo acercaban a su pecho.

Entonces salía despavorido hacía el baño.

A darse una buena ducha de agua fría.

Pero hoy, fue demasiado.

Con mucha vergüenza que su bello ser le proporcionaba se percató de que no podía más con el estrés sexual que tenía.

Así que mando un simple mensaje.

Sunnie ♡

– Sunghoon yo... quiero hacerlo hoy.

3:30 pm. Visto.

Hooniee ♡
– Voy para allá, llegaré en 15 minutos.

Entonces Sunoo ahora estaba con las mejillas sonrojadas mientras se imaginaba miles de escenarios con Sunghoon y el juntos en la intimidad.

Rápidamente se paró - sintiendo náuseas por los mareos - y decidió que debería de alistarse para recibir a Sunghoon

Comenzó a buscar en su ropa alguna prenda para la ocasión. De esas que pedía en Internet pero después no las usaba por la vergüenza.

Con mucha emoción encontró un traje blanco de encaje transparente. El cual realzaba su trasero y tenía se ajustaba con tirantes a su cintura y hombros.

Estaba muy emocionado viéndose en el espejo. Cuando de pronto. Su sonrisa se oscureció.

Justo donde empezaba a notarse su pequeña barriguita de embarazado de tres meses y medio se podían apreciar unas finas y delgadas líneas blancas en la piel canela de el castaño.

Sus dedos temblaron cuando comprobó que no era una mancha del espejo. Y su vista empañó de lágrimas cuando comprobó que efectivamente. Eran las primeras estrías.

Se había cuidado mucho para evitarlas. Compró muchas cremas que aplicaba todos los días y siempre procuraba no rascarse. Y aún así...

Sin nada de entusiasmo se quitó toda la ropa y con tristeza se colocó un suéter de Sunghoon. De esos que le quedaban hasta la mitad de los muslos. Y se acostó en la cama tapándose con los cobertores.

La puerta de la casa fue abierta con mucho animo.

Y se escuchó a Sunghoon gritar un – ¡Ya estoy en casa!

Para después también escuchar su voz dándole la salida a los trabajadores.

Cosa que hizo que Sunoo se encogiera mas en su lugar.

Las puertas de la habitación fueron abiertas y el olor de Sunghoon daba a entender lo emocionado que estaba por su encuentro.

Pero rápidamente al entrar se dió cuenta que Sunoo no estaba en la misma sintonía. Y se preocupo de inmediato. Llegando hasta su lado en la cama y moviendolo con cuidado.

– ¿Te sientes mal bebé?– preguntó Sunghoon con cuidado – Podemos ir al hospital. ¿El cachorrito está bien?

– Estoy bien... pero Sunghoon yo no quiero hacerlo ahora perdón...

Sunghoon comprendió un poco y bajo la cabeza un tanto desanimado pero aún así comprendiendo.

– Está bien cariño, no te disculpes. Podemos ir a comer a tu restaurante favorito... ese que te deja pedir la pizza con los ingredientes que tú quieras.

– O podemos ir al cine y ver la nueva película que salió dijeron que era muy buena.

– Me salieron estrías – Dijo Sunoo con su garganta reseca – No quiero que veas mi cuerpo.

Sunghoon abrió sus ojos en grande. – ¿Dices que ya no me dejaras ver tu pancita?

Sunoo asintió.

– Sunoo te amó mucho, y ya deberías de saberlo pero lo diré de todas formas. Me gusta mucho tu cuerpo. Las pequeñas líneas de amor que le salgan por el embarazo lo harán simplemente más hermoso.

A Sunoo se le tiñeron las mejillas de rojo.
– ¿T-te gusta mi cuerpo?.

– Si Sunnie.

–¿ Te gusta mucho? – El Omega podía sentir sus orejas rojas.

El alfa se acercó hasta susurrarle al oído.
– Me excita–. Dijo con su cálido aliento. Causándole un vuelo de mariposas a Sunoo en el estómago.

– B-bueno creo que tal vez si podemos hacerlo...