mi sunnie ᎓ sungsun

O23

— Necesitamos refuerzos .

— ¡ALGUIEN HAGA ALGO!.

— Manden apoyo para la habitación de Park sunoo, ahora.

Eran algunos de los muchos comentarios que decían de aquí para allá en los pasillos del hospital.

Había nacido el pequeño bebé Park hace apenas unas cuantas horas y todo había estado normal hasta hace unos instantes.

La salud del Omega estaba controlada, todo al parecer había salido bien, sunghoon había llegado justo a tiempo para comenzar a intervenir en quirófano.

Mientras sunoo tenía temor e incertidumbre el alfa permaneció a su lado sentado mientras acariciaba su cabeza y le decía una y otra vez que todo saldría bien y que su cachorro sería el más hermoso se todos.

No sé equivocó, pues en menos de lo que esperaban el doctor les mostró un pequeño bebé rojizo por el llanto, empapado y envuelto en una sábana. Las lágrimas no se hicieron en esperar cuando vieron a su pequeño y esperado retoño.

Los doctores se lo llevaron y ante el shock y las emociones del momento no sucedió nada fuera de lo común. sunoo se quedó dormido descansando mientras podía, y los doctores les aseguraron que les traerían a su cachorro después de hacerle revisiones y bañarlo.

El problema, fue cuando con el paso del tiempo los doctores demoraron en traer a su cachorro. Y una vez que lo hicieron, los sentidos del alfa puro y protector se activaron. No dejando que nadie tocará a sunoo ni a su cachorro. Ni siquiera quería dejar pasar a nadie a la habitación.

Eran suyos. Y nadie se los podía quitar. Su lobo estaba completamente al mando de la situación. Y eso ponía los nervios de punta de los doctores, quienes preocupados por el recién nacido sólo querían meterlo a los cuidados necesarios que le correspondían.

Y sunoo tampoco ayudaba ¡El tampoco quería que si cachorro se separará de el!.

— Alfa — habló sunoo bajito mientras veía como algunos doctores trataron de arrebatarle de las manos a su bebé. —N-no.

sunghoon quien había ido al sanitario solo un momento sintió como sus ojos se prendían en ardientes llamas de furia.

Sin ninguna pizca de consideración tomo al doctor de su bata y lo alejo de su familia.

— Alejense.

No sabían que hacer. Esto era sin duda alguna un problema, debían de llevar al bebé y realmente no sabían cuál era el problema que los llevo a actuar así. Usualmente esto no pasaba, las situaciones territoriales siempre estaban bajo control en la mayoría de los casos.

sunghoon llevo sus ojos a los del Omega. Los cuales se encontraban cristalizados por el miedo.

El alfa se sentó en la camilla y abrazó con cuidado a su esposo. Envolviendo entre ambos a su cachorrito. Era muy pequeñito, no siquiera podía decirse a ciencia cierta a quien se parecía. Tenía apenas cinco horas de vida, y ya estaba presenciando las escenas de posesividad que hacían sus padres.

— Yo solo quiero alimentarlo para que esté bien pero los doctores no dejan de venir y me pongo nervioso.

El puchero que puso el Omega cautivo por completo al alfa, quien de inmediato asintió con tranquilidad. — Si amor, no debes de tener, papá de hará cargo.

Dicho esto el Omega con timidez abrió su bata y con inexperiencia y temor tomó la pequeña cabezita del bebé, llevándolo con delicadeza hasta la fuente de su comida. Dónde el bebé con su naricita olió la leche, y dirigió su boca enseguida para succionar.

— Auch — Se quejó un poco sunoo, era una sensación extraña pero se acostumbraría, justo ahora lo único que le pedía su lobo era alimentarlo. Necesitaba el calostro para proveer a su bebé de defensas y así que no enfermase.

sunghoon sonrió mientras veía el amor con el que sunoo veía a su hijo. Sintió un sentimiento de calidez y tranquilidad en su pecho. Los protegería de cualquier amenaza.

El pelinegro se inclinó para dejar un beso en la frente del Omega y con su dedo acaricio la pequeña mejilla rojita de su cachorro, que al ser muy pequeñito, termino exhausto de solo succionar leche.

El Omega sonrió ya satisfecho por su acción y abrochando su bata le entregó el cachorro a su esposo quien con cuidado se dirigió a la puerta.

Dónde había más de tres doctores y múltiples enfermeras esperándolos.

Park entrego a su cachorro para que siguieran haciéndole sus respectivos revisiones.

— Ya comió — fue todo lo que les dijo antes de volver a cerrar la puerta tras poner el letrero de no molestar.

Fue hasta donde su Omega y lo lleno de besos antes de que sunoo se quedará dormido. Estaba cansado.

Terminaron ambos dormidos en la camilla con el alfa abrazando de manera posesiva a su delicado esposo.

Ahora sentía la necesito de cuidar mucho más a su familia.

volví