O13

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Otro día en la vida del pequeño omega...
Se levantó un poco desorientado normalmente siempre le pasaba eso en las mañanas hasta que recordaba quien es y que hace aquí.

Miró a su alrededor y sonrió al notar un alfa gruñón a su lado. Parecía estar soñando y ¡hasta en sus sueños fruncía el ceño!.

Con cuidado se arrastró como un pequeño gusanito hasta el extremo en dónde estaba Sunghoon. Y están ahí , se acorruco.
                             
El alfa de inmediato sintió el aroma de su Omega. Aquel que tanto le encanta y lo embriagaba de sensaciones. Sin despertar aún Park extendió sus manos para pasarlas por la cintura del omega.
                             
Si fuera una situación normal el alfa lo hubiera tomado con un poco de brusquedad hasta colocarlo encima suyo.
                             
Pero hasta dormido le hacía caso a los instintos de su lobo. Quien ahora lo único que decía era que había que ser - delicado-.
                             
Fue por eso que solamente se giro hacían dónde Sunoo y se acorruco con el en las sábanas.
                             
Era su día libre, y por eso no quería ser molestado por nadie.
                             
Oh, así fue hasta que después de unos segundos Sunoo se paró precipitamente alertandolo.

El omega de pronto sintió unas horribles ganas de vomitar y ágilmente se incorporó y salió corriendo al baño de su habitación. Dónde solamente pudo ponerse de rodillas para comenzar a soltar todo lo que su panzita tenía.
                             
Ahora tenía dos meses de embarazo. Aún no se notaba mucho, solamente un pequeña curvatura se dejaba ver en su lindo vientre.
                             
Odiaba vomitar era una sensación horrible.
                             
No tardó ni cinco segundos en sentir como una mano se posaba en su espalda y dejaba leves caricias.
                             
Termino de vomitar y tenía un marcado puchero y lágrimas en los ojos. Se lavo la boca antes de ver a Sunghoon.

No le gustaba que lo viera vomitar. Y es que usualmente las sesiones de náuseas llegaban a los pocos minutos de que Sunghoon se fuera al trabajo todos los días.

Así que solamente bajó la mirada para ocultar la pena que le transmitía ser visto por su alfa haciendo algo tan asqueroso.
                             
Pero se sorprendió mucho por las palabras que salieron de la boca del contrario.
– ¿Quien es mi pequeño omega valiente? – susurró acercándose lo suficiente como para tomarlo entre sus brazos.
                             
Sunoo salto a su brazos siendo recibido inmediato. Sunghoon se lo llevó cargando hasta la cocina.
                             
El personal de limpieza solo los veía con ternura. Sabían que en cuanto a su Omega se tratará Sunghoon siempre sería el más dulce.
                             
Es por eso que no se sorprendieron al ver cómo el alfa dejaba a el omega en la mesa sentado y comenzaba a repartir múltiples besos en sus mejillas y labios haciendo que su lindo chico se sonroje y ría a carcajadas.
                             
El azabache se dispuso a hacer un rico desayuno para su Omega y su pequeño cachorrito.
                             
Mientras caminaba alcanzando las cosas para hacer su elaborada receta se volvió hacía Sunoo y bajando un poco levantó su camisa. Dejando al descubierto su vientre para dejar un suave beso y decir...

– Tu papi casi termina la comida aguarda un poco cachorrito–.
                             
Sunoo estaba muy sensible por el embarazo por lo que esas simples palabras bastaron para hacerlo estallar en lágrimas.

– ¿Que sucede bebé? – inquirió Sunghoon asustado por ver a su tierno Omega soltando hipidos conteniendo las lágrimas. Llevó sus manos hasta la cara del Omega y de manera delicada limpio sus mejillas.

– Es que...te amo mucho y eres tan lindo y no quiero que me dejes nunca...
                             
Sunghoon solamente sonrió para acomodarse entre sus piernas y darle un estrecho abrazo en el cual ambos corazones se tocan.
                             
– Nada ni nadie me separara de mi lindo Omega, no dudes de mi amor por ti bebé. Yo te amo mucho más.
                             
– ¡Se está quemando la sopa! – gritó un Jungwon alterado entrando a la cocina.

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mi sunnie ᎓ sungsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora