O38

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Eran las dos de la mañana y las luces de la casa estaban encendidas. Sunghoon se encontraba muy preocupado por su Omega, Sunoo desde que su bebé salió de el hospital no sé despegaba de él. Tenían la cuna en su habitación para evitar que le diera un ataque en la noche.

Aunque realmente era poco probablemente ya que el doctor les había dado un tratamiento a seguir que lo llevaban al pie de la letra. Pero eso al lobo de Sunoo no le importaba. No quería comer, ni dormir ni hacer nada más que estar al tanto de su cachorro. Había pasado un susto de muerte, se sentía un mal Omega y también se sentía muy mal con Sunghon, no poder estar para su alfa. Cuando siempre, desde que se conocieron habían estado cada segundo juntos, ahora sentía que su mundo se iría a bajo si su cachorro moría bajo su cuidado.

Sunghoon estaba leyendo unos documentos mientras repetidamente dirigía su vista a su esposo, quien estaba sentado a lado de la cuna y veía a su cachorro con una expresión de angustia. Contrario a la calidez con la que dormía el bebé, quien a pesar de cargar con un puchero y tener su brazito lleno de piquitos por las agujas parecía dormir placido entre las sábanas de seda.

— Sunnie es hora de dormir amor — Sunghoon talló sus ojos y miró su reloj de mano, realmente era muy tarde.

— Ve a dormir Hoonie yo me quedaré a cuidar a mi cachorro— Soltó sin siquiera voltear a mirarlo en cambio respingo en su asiento cuando escuchó a su bebé dar un respiro largo.

Sunghoon gruñó levemente más enojado consigo mismo que con la situación. — Sun no has dormido prácticamente en dos días, nuestro bebé está bien, ven a dormir ahora.

El Omega volteo a verlo con ojos de cachorro y puso un puchero, no quería dejar a su niño, Sunghoon se dió cuenta de lo mucho que le dolía cuando miró sus ojos cristalizados.

El azabache se levantó de su asiento enseguida para abrazar a su esposo quien se hacía tan chiquito en sus brazos. Sus lágrimas inundaban con suéter de poliéster, y su interior estaba inconforme al sentir a Sunoo realmente tan asustado, tan pequeño tan frágil. Para él seguía siendo el mismo tierno omega que usaba diademas con orejitas de osito hablando en tercera persona mientras le confesaba su amor con sus mejillitas rojas.

— Bebé todo estará bien, te prometo que no volverá a pasar nada, nuestro cachorrito está bien ya no te preocupes más, puedes enfermar y no lo soportare — Los ojos de Sunghoon demostraban completa sinceridad, mientras tomaba la cara de el omega entre sus manos y lo hacía mirarlo directamente a los ojos — Porfavor, no soportare si te enfermas, me podría faltar cualquier persona excepto tú y nuestro bebé.

Sunoo se abalanzó a abrazarlo quería tocarlo, necesitaba sentir que era real que Sunghoon el alfa que el destino puso en su camino realmente no era una fantasía, no lo era. Tenía ante el a un hombre que se preocupaba tanto por su familia como él, que sentía que se moriría si no estuviera a su lado. Afortunadamente ambos sentían lo mismo

Sunghoon llevo sus labios a sentir la calidez de los contrarios, un beso lo calmaba un beso lo hacía sentirse renovado, sentir paz, alegría y amor por el portador de tan finos labios, solo los de él, solo su Omega lo hacía sentir tanto. Estaban atados, estaban juntos y les encantaba.

Por qué sabían que juntos, podían enfrentar cualquier cosa que se avecinara.








HOLA VOLVI COMO ESTAN??? perdón por la inactividad ustedes mis lectores no merecen tanta espera 😭😭😭👋

pd: diganme si hay nombres incorrectos (fue actu rapida)

mi sunnie ᎓ sungsunDonde viven las historias. Descúbrelo ahora