Capítulo 15

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Sonrío con amplitud mientras hago mi último retoque en la nueva travesura que estoy involucrada. Los murmullos a mi alrededor cesan cuando siseo en busca de silencio y hacen el mismo gesto de satisfacción al ver los resultados.

Creo que jamás me he sentado y pensado en las consecuencias de las cosas malas que hago. ¿Qué caso tiene? Después de hacerlas no hay vuelta atrás. Y créeme, que no hay nada más aburrido que cohibirse de tus deseos. ¿Culés son los míos? Creo que además del dinero, es la maldad, el poder y saber que me temen. Me fascina lo que grita peligro y amo buscar problemas.

Mi placer más grande es la adrenalina y sentir que estoy apunto de ser atrapada. Porque la verdad nunca me ha importado ser descubriera en cualquier travesura... bueno, hay una excepción.

Ariana tiembla a mi lado, con la boca entre abierta y las manos juntas. Tal vez llena de temor por el hecho de que los guardias de seguridad deben estar rodeando el lugar. No la he obligado a venir hasta aquí, empezando por ahí. Solo que... me ha dicho que prefiere arriesgarse conmigo, y así saber que no me meteré sola en problemas. ¡La adoro! Aunque... si llegan a descubrirme, no la meteré en esto.

Los demás, Amelia, Carlos, Ester, Lucas y Marcos; se encuentran frente a mí con una sonrisa de oreja a oreja. Están completamente encapuchados, pero aún así logro verles la sonrisa que no desaparece.

La oficina de Rocío era nuestro objetivo. Ya que nunca le habíamos dado una bienvenida como acostumbrábamos, decidimos que lo mejor sería hacerlo ahora que he regresado de Londres... o bueno, lo hice hace una semana. Da igual, quiero que sufra un poco.

Hemos creado un plan en silencio y ahora su oficina está repleta de trampas, no mortales.

Salimos de la oficina con cautela, sosteniendo la pequeña cuerda que sostiene el bote de pintura arriba de su puerta. Una vez cerrada, escondemos la cuerda y limpiamos todo lo que nos puede involucrar. Aunque estoy segura de que una vez caiga en nuestra trampa, me buscará y afirmará que fui yo. También estoy preparada para eso, siempre lo he estado, ya que no soy una cobarde.

Cuando Rocío entre a su oficina. Lo primero que caerá por su cabeza será un líquido color negro, lo cual la hará perder los estribos. Al caminar hacia su escritorio, pisará la cuerda roja que, encenderá el ventilador junto con las plumas de todos los colores. Y si no lo hace, tendrá suficientes trampas por toda la oficina, donde saldrá perjudicada con todas. Probablemente no pueda ver por el exceso de pintura y para eso dejamos un pañuelo a la vista, el cual está lleno de un pegamento especial que la hará enfurecer.

Créeme que no quería hacerlo... ok, sí quería. Pero ella cada día agotaba más mi paciencia y no soy de esas que se dejan humillar. Quiero que le quede claro que conmigo las cosas no son tan fáciles. Quiero que se largue del colegio y juro que lo voy a conseguir.

Rocío no solo es una mujer pedante. También es homofóbica, arrogante y superficial. Trata a los becados como mierda, al igual que no respeta las normas del colegio. Es irrespetuosa y racista.

Es por eso que la quiero fuera de esta institución. Así deba mover cielo y tierra.

—¿Que pasará ahora?

—Hay que salir de aquí. Cada uno por caminos diferentes como habíamos acordado. Nada de susurros, nada de ruido y salen con mucha cautela por las ventanas de los baños.

—¿Que hay de Rocío? —Pregunta Marcos en un tono retador y con sorna.

—Mañana probablemente nos asesinará. ¿Que importa? Si no tiene pruebas no puede culparnos —respondo tranquila.

Más allá de una caricia Donde viven las historias. Descúbrelo ahora