Capítulo 12

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Hoy salimos antes de la oficina por ser un día festivo, Evan se fue antes pero llego para el almuerzo.

Me siento frente a él a comer- Tienes labial- digo señalando el cuello de su camisa.

El solo se ríe.

-Ten más cuidado no vaya a ser que te vean los paparazzis.

-Lo mismo te digo a ti.

-No te preocupes por mi- respondo con desagrado.

-Vayan a encontrar con tus noviecitos- me dice con enojo.

-Y eso a ti que te importa!- grito cansada- Solo tu puedes estar divirtiéndote con una y con otra, cuando lo hago yo ahí si te acuerdas de mí.

Se levanta y me jala de mi asiento para que me levante -Celosa? Quieres que te haga más caso?- aprieta mi cintura contra su cuerpo.

-No gracias, no lo necesito.

Nos vemos por unos instantes, queriendonos matar con la mirada y nos besamos, no podemos parar de besarnos y tocar nuestros cuerpos, Evan me levanta y con su brazo bota algunas cosas de la mesa y me sienta en ella.

Seguimos besándonos apasionadamente y de pronto abren la puerta y Rosa entra.

Las dos nos sonrojamos, ella sale apenada y yo me bajo de la mesa y sigo comiendo.

No se desde cuando nos convertimos en una relación toxica, relación entre comillas porque realmente no somos nada, solo amigos, creo...

Pasamos la tarde viendo una película, al acabar me dice que se va.

Voy a mi habitación y escucho tras la puerta -Vamos a un lugar especial, linda, salgo por ti ahora- Sale y me queda viendo, solo le sonrio y entro a mi habitación.

Esto parece un juego, si él esta con alguien yo también, esto se ha convertido en un ciclo sin fin que no se cuanto tiempo durará. Estamos jugando con fuego.

Llega el domingo y quedamos con Sebastian en vernos en su casa.

Bueno ya saben que paso...

Veo la hora, son las 5 am.

-Puedo quedarme aquí hasta qué amanezca?- le pregunto.

-Claro preciosa- y vuelve a pasar...

A las 8 am despierto y me cambio, debo ir a la oficina, no me da tiempo de ir a casa así que voy directo.

Pasa el día tranquilo en la oficina.

-Vamos- me sorprende pero acepto y nos dirigimos a casa.

Estamos cenando cuando me levanto y me estiro para coger un poco de sal y veo que Evan clava su vista en mi pecho que se entreve por el escote de la blusa.

Se levanta furioso, me jala para que me pare y nos arrincona contra la pared.

-Qué te pasa!?- grito en su cara.

-Podras tener tus noviecitos pero no voy a permitir que te anden marcando- y arranca los botones de mi blusa.

Veo mi pecho y no me había dado cuenta que tengo una marca en la parte más alta de uno de mis pechos.

Evan esta hecho una furia. Me da hasta miedo así que trato de huir y él sujeta mis muñecas con una mano y las pone sobre mi cabeza.

-Evan cálmate, no sabia que tenia eso.

-Si claro, y te pasaste todo el día indicando a los demás.

- Que!? No! No lo sabia, no creo que nadie lo haya visto, además cualquiera pensará que tu lo hiciste.

Sujeta con mas fuerza mis muñecas, tengo miedo que deje marca.

-Desde ahora el único que puede marcarte soy yo, entendiste?- afirmó con la cabeza, me esta dando miedo su actitud.

Con su mano libre baja mi brasier y mis pechos salen rebotando, y comienza a besarlos, siento un pequeño dolor y veo que me esta dejando marca en el izquierdo.

-Solo yo puedo hacer esto- dirije sus labios al otro y vuleve hacer lo mismo.

Me quejo un poco -Dilo- y vuelve hacer otro- Solo yo puedo hacerlo.

-Solo tu puedes- digo jadeando.

Él se aleja y bajo mi mirada. Tengo uno en el izquierdo y dos en el derecho, uno a milímetros de mi aureola. Lo regreso a ver y tiene los ojos dilatos y casi negros, los dos estamos jadeando.

Se acerca a mi rostro y me dice- No quiero verte con nadie más- nos besamos apasionadamente y de pronto se aleja y suelta mis brazos, sin mas se sienta a seguir comiendo.

Me quedo estatica tratando de procesar el momento. Cuando reacciono veo que sigo contra la pared y con mi brasier mal puesto, lo coloco bien y me voy a mi habitación.

Despierto y trato con todas mis fuerzas de olvidar lo que paso ayer.

Salgo de bañarme y me veo en el espejo las marcas. Me da tanta rabia que quiero llorar pero no me lo permito.

Me cambio y salgo a la oficina aunque escucho a Evan llamarme.

Llevo una mañana muy ajetreada en el trabajo. Pronto es el aniversario número 30 de la empresa.

Mi asistente Tara que esta con los socios y conmigo en la reunión me queda viendo y me hace señas con su cabeza apuntando a mis pechos y veo que se entre asoma una de la marcas. Muero de iras pero sutilmente me giro y trato de jalar mi blusa lo más arriba posible, veo que justo pasa por enfrente de la oficina Evan y me mira con una sonrisa, lo ignoro y seguimos la reunión.

Estoy por salir de mi oficina y Evan me dice que le espere unos minutos para irnos juntos, lo ignoro y me voy a casa, estoy muy cansada y no lo quiero ver. Entro en mi cuarto y me tiro a la cama.

Ya estoy por quedarme dormida cuando escucho golpes en mi puerta.

-Alex qué te pasa? Por qué no me esperaste?- no respondo.

-Alex por qué me estas evitando? Estas enojada conmigo? Alex abre la puerta- y sigue golpeando.

No para de golpear la puerta- Largate! Quiero dormir.

Pense que seguiría pero escucho que sus pasos se alejan.

Me quede dormida hasta el día siguiente. Despierto ya sin dolor de cabeza, me doy una ducha y me cambio para ir a la oficina. Salgo a desayunar y veo unos tulipanes rosados en la mesa, cojo la tarjeta- Perdón por haber sido tan grosero y ser un idiota. Att: Tu esposo- que lo halla firmado así me enoja más pero decido no volver a enojarme así que lo dejo ahí.

-Me perdonas?

No me había percatado que Evan estaba detrás de mi.

-Solo porque adivinaste que son mis flores favoritas- se acerca a mi y me abraza, creo que es la primera vez que lo hace.

Desayunamos y vamos juntos a la empresa.

Estoy dando vueltas en mi silla, sin parar de pensar, creo que debo dejar de hacer esto, si Evan disfruta con otras chicas pues bien por él pero no puedo seguir así, esto esta mal.

Ya solo faltan 8 meses así que decido no volver con Sebastian ni con ningún otro chico.

Saco mi celular y busco el contacto de Sebastian y le escribo un mensaje explicándole que no podremos vernos más, que lo siento mucho y gracias por todo.

Veo el mensaje y me quedo pensativa entre si enviarlo o no.

Al final pulso la tecla de borrar el mensaje.

Vicious LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora