Vicious Love

Capítulo 8

Despierto y ya no hay sol. Decido bañarme y ponerme una falda larga con vuelos y una pequeña blusa de tirantes con escote, bajo al restaurante del hotel y como si supiera Evan llega un minuto después sentándose en mi mesa.

-Puedes acompañarme, no hay problema- le digo sarcástica.

-Desde cuando eres tan sarcástica?- pregunta con mala cara.

-Desde siempre.

Nos toma el pedido un chico joven bastante guapo debo decir, no parece un mesero.

Llega después de un rato con los platos y una copa de vino rosa.

-Para la hermosa señorita- me dice entregando la copa.

-Gracias- le digo sonriendo.

Evan me ve tomar el vino y alza una ceja -Celoso? Ya era mi turno no?

-Disfruta de tu vino.

Hoy nos despertamos más temprano porque debemos ir a la compañía Viana y esta un tanto alejado del hotel.

-Buenos días señores Gunderst, sean bienvenidos, espero que sea de su agrado la estadía en este país, por favor siganme- nos dice una amable señora.

Esperamos fuera de la oficina presidencial hasta que nos permiten pasar.

-Buenos días Evan, un gusto finalmente conocerte, y esta debe ser su hermosa esposa- dice extendiendo su mano.

-Un gusto señor.

-Por favor tomen asiento y empecemos con la reunión.

Evan sin duda es muy bueno en su trabajo, se le da de manera natural, pareciera que estas situaciones no lo ponen nada nervioso.

Yo solo me limito a escucharlos hasta que es hora de firmar. Evan firma y con una sonrisa aprieta la mano del señor.

-Señorita Alex, les invito a una cena esta noche para celebrar, los espero en mi casa.

Salimos rumbo al hotel y Evan esta más feliz que nunca- Wow si que te gustan los negocios, nunca te había visto sonreír, vas a ser un buen presidente- le digo sonriendo.

-Gracias- me dice dándome su primera sonrisa.

Ya es hora de irnos a la cena. Me puse un vestido rojo pegado al cuerpo que llega hasta antes de la rodilla. Me miro al espejo y me pregunto si es mucho ya que el vestido tenía un escote pronunciado pero ya no tenia tiempo para cambiarme.

Golpean la puerta y es Evan esperándome para irnos, Evan me ve sin disimulo lo cual hace que mis mejillas se sonrojen, me molesta que mi cuerpo reaccione así.

-Te gusta?- le pregunto para romper la tensión -Me gusta- responde cogiendo mi brazo.

Llegamos a la gran mansión, saludamos con todos y nos sentamos en la mesa. La cena a pasado bastante aburrida, algunos empiezan a bailar y otros se levantan de la mesa, arovechando le digo a Evan que voy al baño.

Para cuando salgo Evan no esta en la mesa así que voy a buscarlo.

Tanto buscar logro verlo en la playa caminando en la arena solo.

Voy corriendo y antes de tocar la  arena me saco mis tacones y corro con ellos en la mano.

-Hola, me dejaste abandona ahí con esa gente aburrida.

-Tu también escapaste- me dice con una sonrisa.

Quisiera que siempre tuviera ese humor.

-Te puedo acompañar en tu caminata?- me coje la mano y caminamos.