Capítulo 21

1.3K 40 0
                                        

Estoy con los chicos en casa de Cara. No podemos más, el ansia nos esta comiendo vivos, Evan fue a firmar la herencia.

Según sabemos ya se hicieron todas las modificaciones pero no concluye esto hasta que el abuelo, Paul y Evan firmen.

Después de lo que nos parece una eternidad Evan me llama.

-Si!?- siento que me voy a quedar sin uñas.

-Firmamos, lo logramos.

Todos gritan al escuchar eso.

-Ahora ya puedo decirle a papá? Que a este paso el morirá antes que el abuelo.

-Dile que lo siento- dice gritando Alice.

-A dónde nos iremos a celebrar?- me pregunta.

Rio -Ya vemos luego.

Erick y Alice se fueron a sus casas a explicar todo, y Evan y yo subimos al auto en rumbo a un lugar que todavía no se.

-Gracias Alex, por todo- me dice Evan besándome.

-No tienes porque agradecer, a dónde nos vamos?

-Es un secreto.

Después de bastante tiempo en la carretera llegamos a un bosque con árboles muy altos.

-Me vas a matar?- pregunto.

-No podría, confia en mi.

Nos adentramos al bosque caminando por un camino estrecho de piedras. Después de algunos minutos veo a lo lejos una cabaña dentro de un círculo delineado por los árboles.

Es una cabaña muy linda, rústica y pequeña, desde la entrada se puede ver toda su longitud, tiene una sola habitación, un baño, una pequeña sala y cocina, pero lo que lo hace única es que casi todas las paredes tienen ventanales enormes.

Desde cada punto de la cabaña puedo ver a través de los ventanales el gran bosque que nos rodea, además de esto hay un pequeño lago que se encuentra a pocos pasos.

El agua esta fría por el clima y las altas horas de la noche pero refleja la luna haciendo que no sea necesario la luz dentro de la cabaña.

Prendemos la chimenea con algunos troncos que había y colocamos una manta en el piso para luego acostarnos en esta.

-Este lugar es hermoso, cómo lo conoces?

-Es la cabaña secreta de mis padres, la encontraron cuando empezaron a ser novios y cada verano venían a mejorarla.

-Quisiera tener algun día algo así.

Pasan minutos acompañados de un silencio cómodo donde nada más se escucha que el sonido de nuestra respiración y la naturaleza.

Hacemos pequeñas caricias en nuestros cuerpos, contemplando cada detalle del otro.

-Alex...

Espero su respuesta pero ya que no dice nada más, pregunto -Qué pasa?

-Esta por demás preguntar si ya somos una pareja, verdad?

Tengo una sonrisa estúpida en mi cara, como la de una adolescente perdidamente enamorada. Quisiera saltar y gritar de alegría. Mi corazón late a una velocidad impresionante y solo quiero besarlo, pero mantengo lo poco de compostura que me queda.

-Esta por demás pero...- me levanto de su pecho y pongo mi rostro frente al suyo muy cerca, casi besandolo -Pero quiero escucharlo- digo seductoramente.

-Eres mi novia- dice dándonos la vuelta, dejándome debajo de él.

-En esta cabaña me procrearon mis padres.

-Eso no va a pasar- le digo riendo.

Como si no existiera un mañana, nos besamos. Puedo sentir su corazón latir igual de rápido que el mio, como si estos se fueran a salir de nuestros pechos.

Parando el beso me dice- Ahora yo quiero escuchar que estas enamorada de mi- y después de decirlo muerde mi labio inferior.

-Estoy locamente enamorada de ti- y hago que giremos, quedando de nuevo encima de él.

Quito su camiseta y toco su bien trabajado pecho lentamente, para luego bajar mis manos hasta el filo de su pantalón y sacarlo.

-Te prometo que no puedo estar más enamorado de ti- me dice y hace lo mismo que hice con él. Me da la vuelta quedando encima y rasga mi camiseta, rompiendola en dos.

Mis pechos sujetados por el brasier quedan al aire luego de ser liberados, baja lentamente por mi cuello hasta atrapar uno con su boca, lo besa, succiona y muerde.

-No me dejes marcas como la otra vez- digo jadeando.

-Eso es justo lo quiero hacer- y lo hace en cada pecho, varias veces.

Aunque debo admitir que me encanta.

Baja su boca hasta el inicio de mi falda y la quita con todo y bragas.

Sin esperar un segundo su boca empieza hacer magia con mi ser.

Siento que no me falta mucho para llegar a la cúspide pero quiero hacerlo cuando entre en mi.

Hago que giremos y me paro alejándome de él, Evan no entiende porque lo hago pero me sigue.

Llegamos a la habitación en la cual hay un escritorio, me siento en el con las piernas abiertas y Evan corre a mi centro.

No puedo más, bajo su bóxer y con mi mano acaricio su miembro de manera lenta para luego hacerlo más rápido, después de unos minutos y de que los dos no podamos aguantar más, lo coloco en mi lugar y Evan empuja.

No pasa mucho para que mi primer orgasmo llegue. Evan me baja y hace que la mitad de mi cuerpo se acueste boca a bajo en el escritorio, abro mis piernas para que pueda entrar.

Después de varias embestidas Evan termina dentro de mi.

Pienso que eso es todo por hoy pero Evan me carga y nos lleva contra una pared y sube una de mis piernas hasta su hombro y entra con fuerza.

Apenas siento el impacto mi visión se vuelve borrosa y mi respiración se detiene, siento que estoy viendo la vía láctea y que un río de agua baja desde lo más profundo de mi ser.

No se cuantas horas pasamos así, hasta regresamos al lugar de inicio a lado de la chimenea, ya perdí la cuenta de la cantidad de orgasmos que tuve y que Evan también tuvo.

Desde ese día en la cabaña estamos mejor que nunca, si ya de por si nuestra relación iba bien ahora va de maravilla.

Evan me cuida como si fuera el ser más preciado en su mundo. Cuida de mi, me demuestra todo su cariño, me respeta y yo no me quiero alejar de él nunca en mi vida.

Quien diría que mi lado romántico y enamorado saldría gracias a Evan Gunderst, con quien me obligaron a casar, el niño rico y malcriado que me odiaba.

-Al final gane- le digo.

Estamos acostados en la cama desnudos viéndonos el uno al otro.

-No es ganar si el juego no ha terminado.

-Termino el día que nos casamos.

Vicious LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora