Capítulo 38

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-Evan sueltame! Todavía puedo caminar!

-No puedes hacer esfuerzo, tenemos que ir al hospital!- dice dando vueltas por todos lados.

Me esta enloqueciendo.

-Que me bajes!- grito muy intimidante.

Evan me baja lentamente.

-Ve por el carro, Erick me ayudará a ir.

Asiente y sale corriendo.

-Reaccionó peor de lo que pensábamos- dice riendo.

Erick me sirve de apoyo y antes de salir de la casa me da una contracción.

Ya las había sentido días antes pero ahora es más intensa.

Muerdo mis labios por el dolor y Erick se mantiene firme para que no caiga.

Llegamos y me ayuda a subir al auto.

-Vayan a nuestra casa y cojan las cosas, nosotros vamos a la clínica- dice lanzando la llave de la casa y Alice asiente.

Estamos rumbo y otra contracción llega.

-Tranquila amor, todo saldrá bien, solo durará un momento- dice besando el torso de mi mano.

Llegamos y enseguida me ponen en una silla de ruedas y me conducen a una habitación.

Me coloco la bata con ayuda de Evan y esperamos al doctor.

-Bien, parece que ya es hora de que salga, vamos alistar todo.

Entro en pánico, una corriente cruza mi espalda y tengo miedo. Cierro los ojos y me repito que todo estará bien, pronto veré a mi hija.

Llega otra contracción la cual me hace gritar y solo le ruego que no dure tanto.

Evan esta a mi lado sujetando mi mano y sigo pujando.

-Ya no puedo- digo cerrando mis ojos.

Siento como si estuviera en una ducha pues el sudor me empapa entera, ya no siento mi cuerpo y hasta el aire siento que me abandona.

Evan me presiona mi mano diciéndome que yo puedo, que lo estoy haciendo bien.

Intento otra vez pero ya no puedo más.

La maquina comienza a pitar.

-No va a salir, tenemos complicaciones- dice el doctor a la enfermera -Alista el quirofano.

Reacciono -Por qué el quirofano?- digo un poco ida de mi.

-La bebé se movió, por eso no estaba saliendo, debemos sacarla ya!

Evan esta muerto de la preocupación siento que su mano congela pero no deja de darmela.

Entramos y casi no puedo mantener mis ojos abiertos, estoy demasiado cansada. Me aplican la anestesia y me duermo por completo.

Despierto por un sonido particular que no comprendo, pasan unos segundos y entiendo.

Abro los ojos lo más rápido posible y veo una escena que jamás olvidaré.

Evan se encuentra parado con nuestra Ev en brazos acunandola sin dejar de ver su rostro.

-Evan...- no quería interrumpir el momento pero no puedo esperar más para verla.

Se acerca con una sonrisa y me besa.

-Me preocupaste, pero lo hiciste increíble ni el doctor sabe como aguntaste tanto.

-Callate y dame a mi hija- sonrie.

Me la pasa colocándola en mis brazos.

Dios es hermosa, tiene el cabello muy negro como el mio pero risado como el de Evan, mi tono tan blanquecino de piel y los ojos azules como el mar de Evan.

-Es la unión de los dos- digo sin dejar de verla y acariciando con un dedo su mejilla.

-Es tu copia, no puede ser más perfecta.

Esta durmiendo y es como un pequeño ángel.

La enfermera entre a revisarme los sueros y me dice que debo descansar.

Evan quiere sujetarla para que yo pueda dormir pero lo rechazo y con Ev en mis brazos me quedo dormida.

Despierto por los lloros de mi pequeña y le doy de comer.

Se siente tan raro que lo haga ella.

Después de algunos minutos entran todos a vernos.

Los padres de Evan no pueden de la felicidad hasta parece que su madre va a llorar. Todos nos felicitan y hacen turnos para cargar a mi bebé.

-Es identica a Alex- todos asienten con una sonrisa.

-Que bueno que fue así- dice molestando Alice.

El pequeño Timothee que cada vez está más grande y tiene un gran parecido con su padre también esta dormido.

Llegamos a casa del hospital y Ev esta dormida, creo que en parte hemos tenido suerte pues duerme mucho.

Los días pasan y aunque no han sido nada fáciles por el insomnio por nuestra preocupación, Ev tampoco nos deja.

Ha sido todo un reto para mi ya que si bien trate de aprender todo lo que puede, ponerlo en practica es distinto pero soy muy feliz y Evan también.

Hoy después de bañar a Ev, cambiarla y acostarla en la cuna que tenemos continua a nuestra cama, pues todavía esta muy pequeña para que duerma en su cuarto, me voy a colocar mi pijama.

Veo la hora y son casi las 12 de la noche y me siento agotada.

Saco mi ropa y me coloco un pequeño vestido para dormir y veo que Evan ya esta en la cama pero esta en su celular.

Me acuesto en silencio para no despertarla quedando mi cara contra la almohada ya que me duele mucho mi espalda por cargar a Ev que a subido de peso en estos 3 meses.

Evan empieza a masajear mi cuello y siento como se libera mis tensión.

Él sigue y sin querer gimo por los masajes, mis mejillas están rojas y me alegro que Evan no me pueda ver.

Recorre los tirantes del vestido para poder seguir por mi espalda.

Suspiro pues sus masajes siempre me ayudan con el dolor pero siento como no se detiene en mi espalda baja y sigue su camino por encima del vestido.

Llega a mi trasero y pareciera como si lo amasara y no me disgusta para nada, luego lentamente sube con delicadeza el vestido para que quede mi trasero al descubierto y yo sigo sin protestar.

Sigue con sus masajes que cada vez se acercan más a mi zona y espero el momento pero siento que se aleja un momento. Estoy por reclmarle hasta que lo siento rodearme con sus brazos por mi cintura para levantar solo mi trasero y él entra de un golpe haciéndome gritar y escuche que él también lo hace.

-Lo siento, pero han sido 3 meses muy largos- dice susurrandome al oído.

Él sigue con las embestidas y yo no puedo parar de jadear y gemir, es la misma sensación que recordaba y creo que hasta mejor.

Terminamos los dos y regreso a vera asustada pero sigue dormida.

Estoy por quedarme dormida pero Evan ahora sujeta mis pechos y empieza a darles besos.

-Evan... no hagas eso, estan muy sensibles.

-Eso es lo que quiero causar- dice mordiendo y seguimos con la acción hasta caer muertos del cansancio.

Hemos cumplido un año y medio desde nuestra boda. El contrato a terminado y estamos firmando la cancelación.

-Evan me ha pedido que traiga esto- me dice entregandome las hojas el padre de Evan.

Veo y es una acta de matrimonio, de verdad, no falsa como la que se acabo en esto momento, y es de por vida.

Evan me queda viendo, regreso a ver la hoja y la firma de él ya se encuentra en esta.

Cojo la hoja y encima de mi nombre firmo.

Vicious LoveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora