Droga - Christopher Vélez

Capítulo 29

Christopher:

6 meses después

Hoy cumplimos 3 meses de que tn es mi novia oficial y estoy algo ansioso, no la veo de hace dos días y la extraño un montón. Desde que terminamos la escuela comenzó a trabajar en una pastelería que es de una amiga de su madre, se la pasa todo el día metida ahí y casi no tiene tiempo.
-¿Vas a la fiesta de Jeremiah?- me pregunta Cammy antes de inhalar del porro que estamos fumando.
-No, estaré con mi novia- respondo y ella rueda los ojos.
-Será en la playa y te lo vas a perder- se queja pero la ignoro- a veces parecen una pareja de abuelos, te veías mejor conmigo.
-

Contigo no fuimos novios y todos tenemos distintas prioridades, no la conoces bien asique mejor ni opines.
-Era solo un comentario, no te me alteres- le da una última fumada y luego de algunos segundos bota el humo- ¿ella sabe que estás aquí?
-Cómo que estás muy preguntona hoy, ¿no?- digo con ironía mientra me pongo de pié- debo irme a casa- me despido con un movimiento de cabeza y camino a casa. Como siempre Cammy es una buena amiga hasta que sale con sus comentarios estúpidos. Tn se la pasa ocupada y como no tengo planes, cuando estoy aburrido paso la tarde con Cammy o los chicos fumando hierva, estoy intentando dejar las drogas duras pero aún se me hace difícil.

A las 6 en punto estoy fuera de la pastelería, cuando la veo salir mi sonrisa se ensancha.
-Hola preciosa- llego hasta ella y la abrazo para luego darle un beso que dura lo suficiente como para encerdeme.
-Hola guapo- dice en mis labios- te extrañé mucho.
-Y yo a tí mucho más mi amor- vuelvo a besarla y me es inevitable mantener mis manos quietas teniéndola tan cerca.
-Ya- dice riendo- hay demasiada gente mirando.
-No me importa, que me envidien- la apretujo contra mi pecho haciéndola reír más fuerte, música para mis oídos. Amo hacerla reír, se ve preciosa. Luego de algunos besos más caminamos al restaurante que la invité, es un lugar bastante tranquilo y bonito. Su mirada de curiosidad y su sonrisa me dicen que le gusta el lugar.
-Muero de hambre- dice tocando su abdomen y una loca idea pasa por mi mente.
-Deja a mi bebé tranquilo- le digo y me mira extrañada, pongo una mano en su abdomen- ahí va mi bebé.
-No estoy embarazada- dice horrorizada.
-Pero algún día lo estarás- le respondo y se queda muda- ¿no te gustaría tener hijos conmigo?
-Claro que sí pero no ahora, somos muy jóvenes y nisiquiera tenemos estabilidad en varios sentidos para poder tener hijos.
-Sí... pero los tendremos más adelante- tomo su mano y la beso, ella me sonríe de vuelta. Ella es todo lo que necesito en mi vida, me tiene completamente enamorado.