Droga - Christopher Vélez

Capítulo 2

Tn:

Guardo mis cosas lo más rápido que puedo pero me desconcentro al ver a una chica rubia, teñida pero con su pelo hermoso y liso, que corre hacia acá.
-¡Mi amor!- chilla y se lanza encima del chico a mi lado. Incómoda termino de guardar mis cosas para salir del salón, cuando volteo a pedirles que me dejen pasar me quedo boquiabierta. La chica está a horcajadas encima del chico mientra él tiene sus manos por debajo de su falda toqueteandola.
-Disculpen- digo avergonzada pero me ignoran y siguen besándose como si no hubiese mañana. Veo como la lengua del chico entra en la boca de ella y me sonrojo, mi imaginación es demasiado sucia.
-¡Ey, ey!- les grita otra compañera del salón logrando llamar su atención- vayan a hacer sus porquerías a otro lugar o le mostraré al inspector esta foto- muestra en su teléfono una foto del momento exacto donde ellos se manosean y yo estoy parada a su lado como idiota.
-¡Envidiosa!- le grita la rubia poniéndose de pié. El chico se acomoda el pantalón y veo que tiene un bulto, ¡la tiene parada!
-¿Se te perdió algo dentro de mis pantalones?- pregunta burlón y me sonrojo un montón, dejo de mirarlo y ríe escandalosamente.
-Vámonos- dice la rubia y desaparecen del salón, al fin puedo respirar tranquila.
-Vaya bienvenida- me dice la chica que antes los interrumpió- llevas 3 días en la escuela y ya te toca presenciar sus asquerosidades- ambas reímos- soy Vanessa, la presidenta del curso.
-Soy tn- le respondo- debo ir a baño antes de que acabe el receso.
-Te acompaño- me dice. Vanessa es bastante agradable- ¿cuánto llevas en la ciudad?.
-Poco más de una semana.
-¿Porqué cambiarse de ciudad a mitad de año?
-Trasladaron a mi madre por trabajo- le respondo omitiendo que mi madre tuvo que pedir el traslado por el acoso de su ex pareja.
-Oh- dice- ¿eres becada?- asiento incómoda- procura que nadie más lo sepa, como te darás cuenta aquí la mayoría son hijos de papis con dinero.
-Lo noté cuando vi los autos en los que llegaban- le comento y ríe.
-Así es como llenan el vacío emocional los ricos, con dinero y cosas caras.
-¿Tú también eres becada?- pregunto sorprendida.
-No, pero no soy como el resto- se encoge de hombros y asiento. Espero sobrevivir el resto del año a todo esto.