25. Tus deseos son ordenes

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Al alba el castaño seguía despierto, no sabia porque Bill lo habia citado, pensaba que era algún truco para hacer un trato con él, o quizá buscaba ganarse su confianza, también seguía pensando en lo que le habia entregado a Ford, y como no podía dormir decidió bajar al laboratorio para averiguarlo.

-Tío Ford, ¿Sigues despierto?
-Ah, hola Dipper, ¿Tampoco puedes dormir?, es fascinante lo que tu amigo me trajo, mira acércate y te mostrare- El castaño siguió la instrucción de su tío, para ver la esfera que Bill le habia entregado en una maquina parecida a un microscopio
-¿Qué es todo esto?
-Esto Dipper es la única grieta que en 30 años no encontré, es la única conexión disponible de la dimensión de Bill a nuestro mundo, mientras este dentro de esta maquina se mantendrá estable y podremos estudiarla sin que se rompa y deje entrar a las pesadillas a nuestra dimensión, al parecer Bill la tenía y al verse destruido la esfera quedo varada aquí, sin alguna energía que la active es inofensiva.
-Y no es peligrosa si algún demonio llega a acercarse
-Mientras este en la cabaña no corre ningún peligro. Oh por cierto puedes llevarte esto- Dijo el mayor entregándole una carpeta de investigación
-¿Qué es esto?- Al abrirla varias fotos de Dietrich junto con anotaciones se rebelaron
-Oh es una pequeña investigación sobre tu amigo, me disculpo por eso, pero llegue a pensar que él era Cipher, pero ahora que vino a la cabaña y me entrego la grieta lo descarte, ya que si fuera ese triangulo ya la hubiera usado y tampoco hubiera podido entrar ya que aun conservamos la protección de cabello de unicornio, este es lo único que puede terminar la ecuación que rodea al pueblo y lo hace un imán de rarezas, de la forma adecuada esta pequeña grieta abriría el mundo entero para las rarezas de la dimensión de Bill.- El castaño se sorprendió ya que Ford si tenia sus sospechas sobre el rubio, pero finalmente lo descarto por entregarle ese pequeño objeto, Bill tenia razón se estaba ganando la confianza de la familia Pines.

Después de estar con Ford, Dipper decidió volver a su habitación, quizá fue el cansancio o solo se sentía mas tranquilo al saber que habia una gran posibilidad de que Bill realmente haya cambiado, pero el sueño lo envolvió y cayo profundamente dormido.
El despertador comenzó a sonar anunciando el inicio de un nuevo día, el cual Dipper ignoro y continuo durmiendo, su profundo sueño no duro mucho, ya que su celular estaba sonando y aunque no quería levantarse a responde lo hizo.
-Buenos días Pino
-Hola- Dijo el castaño aun adormilado
-No me digas que vas despertando
-Pues no te lo digo y ya
-Muy gracioso, espero que no se te haya olvidado nuestra cita, porque solo queda media hora para vernos.- Dipper abrió los ojos y el sueño abandono su cuerpo
-Ay no, porque no me llamaste antes
-Si lo hice, pero hasta ahora respondiste
-Demonios, dame un momento me daré una ducha rápida- La llamada continuo activa 5 minutos después el castaño de nuevo estaba al teléfono- Ya solo me vestiré y te veo allá
-No, no cuelgues, quiero seguir hablando contigo
-Pero tengo que darme prisa para llegar
-Pon el altavoz y sigue con tus actividades
-No, no se que podrías decir y quien te podría escuchar, no quiero arriesgarme
-Que poca fe tienes en mi
-Solo te conozco, ya voy hacia allá
-Aquí te espero
Continuaron hablando hasta que el castaño casi llegaba al restaurante
-Ya te vi- Dijo el castaño y colgó, el rubio se fue acercando a él solo para reclamarle
-¿Porque me cuelgas?
-Porque ya te habia visto
-Pero tenias que seguir hablando conmigo hasta que llegaras a mi lado- El rubio se acercó rápidamente al castaño, lo rodeo tiernamente con sus brazos y beso su frente- Te extrañe Pino
-Oye no me llames así, alguien podría oírte- Dijo el castaño sonrojado
-De acuerdo Pines, ¿Tienes hambre? Puedo jurar que no desayunaste
-Tenía mucho sueño, no quería despertar
-¿Ni si quiera para ver este rostro?- Dijo el rubio señalando su cara en tono ofendido
-Aun así estoy aquí ¿No?.- Dijo burlón el castaño

El rubio solo frunció el ceño, para después tomarlo de la mano y volver a sonreírle, ambos entraron y Bill ordeno para ambos, era la segunda vez que ordenaban por él, pero ahora no se sentía incomodo con eso. Una mesera se acercó a entregar sus órdenes, y comenzó a coquetear con Dipper, este solo se sonrojo y a ella le pareció muy tierno, Bill solo intentaba contenerse para no armar un escándalo, esos sonrojos solo le pertenecían a él.
-Podrías apurarte a dejar nuestros platos, estoy hambriento- La mesera lo miro con el ceño fruncido y de mala gana dejo los platos que faltaban en la mesa
-Que disfrutes tu comida- Le dijo al castaño mientras le guiñaba un ojo y le mandaba un beso discretamente, el castaño solo miro a Bill ignorando las acciones de la mesera
-¿Y bien, te estas divirtiendo Mason?- el menor se sorprendió
-A decir verdad no, sabes que no me gusta ese tipo de atención
-Pues parecías muy a gusto con la mesera- Dijo Bill con molestia
-¿Podrías tranquilizarte? No le dije nada, no hice caso de sus insinuaciones, además porqué me reclamas, tu quisiste venir aquí, hubiera estado feliz si solo íbamos a la librería y pedíamos una pizza.- El rubio se sintió como un tonto después de la escena que estaba montándole a su acompañante
-Lo siento Dipper, no fue mi intensión, aun no comprendo las emociones
-Está bien, déjalo no hay problema.- Dijo claramente molesto el castaño
El ambiente entre ellos estaba tenso, apenas si tocaban los platos de comida
-Dipper
-Dime
-Perdona, no me gusta esta tensión, si quieres podemos irnos y te dejo en la cabaña.- El castaño suspiro
-Está bien, no te preocupes, comamos- Lo miro e intento darle una corta sonrisa mientras suspiraba
Volvieron a quedarse en silencio mientras comían, la mesera volvió a acercarse a su mesa
-Gustan algo más, ¿Un postre, bebidas, mi número?- Dijo esto último a modo de susurro para que solo el castaño escuchara, este último casi se ahoga mientras tomaba su bebida, después de escucharla
-Un postre, tarta mediovik, ¿Estás de acuerdo cariño?- Dijo Bill en tono burlón con una sonrisa mientras miraba al castaño, el mencionado se sorprendió pero disimulo lo mejor que pudo
-Sabes que la tarta de miel es mi favorita- Dijo el castaño mientras estiraba su mano sobre la mesa para que el rubio la tomara, acto que molesto a la chica
-En un momento se las traigo- Dijo con tono de molestia y se fue refunfuñando, ambos empezaron a reír cuando la chica se fue
-Sí que eres un demonio
-Nadie le dijo que mirar a los clientes como si de un pedazo de carne se tratara estaba mal, tenía que ponerla en su lugar
-Estás loco
-Si, lo se. Estoy loco por ti.- Antes de que Dipper pudiera responder algo la chica volvió con su postre y le dejo un papel con un número telefónico en él, cosa que el castaño paso por alto y Bill tomo aquella nota y la guardo. Terminaron de comer, después de eso Bill pidió la cuenta, pago y dejo el papel en la carta en donde se coloca la propina con un escrito colocado por él "Deja a mi novio, yo no distingo entre golpear a un hombre o a una mujer por defender lo que es mío"

Caminaron hasta la casa del rubio y entraron, se acurrucaron y comenzaron a ver películas, Dipper no se sentía cómodo con eso, ya que estaba muy nervioso por tener al rubio tan cerca de él.
-Oye Bill
-¿Quieres que me quite?
-No, no es eso
-Es que estaban pensando algo así
-Ya te dije que no leas mi mente
-Si no me dices lo que quieres o lo que te incomoda, ¿Cómo voy a saberlo?, sabes que puedes pedirme lo que quieras, tus deseos no órdenes para mi
-Bueno, entonces quiero hablar, ¿Qué soy para ti?, me celas, te enojas, hay días en los que no me hablas, ¿Porque juegas así conmigo?
-Pino, no estoy jugando, pero en ocasiones tampoco sé cómo tratarte, lo que sucedió hace un rato, no sé qué me sucedió, sentí una punzada en el pecho, me sentí enojado pero también triste por pensar en la posibilidad de que me dejaras ahí y te fueras con aquella chica
-Esos son celos Cipher, no puedes ponerte celoso por todo
-Lo sé, es porque no soy nada de ti, no puedo reclamar
-No tonto, no puedes encelarte porque no es sano.- Bill se sorprendió al escuchar eso
-Entonces tu dime, que quieres que seamos, no bromeaba cuando te dije que tus deseos son ordenes
-Bill, no sé qué quiero, me gustas, pero aún no puedo decidir, en el pasado quisiste acabar con nosotros, y a pesar de que no te odio y te perdone por ello, aun no estoy preparado para hacer esa elección
-De acuerdo, te entiendo, quien quiere estar con algo como yo, no te culpo hasta yo me desprecio
-Bill no es eso
-¿Puedes dejar de llamarme Bill o Cipher?, Soy Dietrich Bielke, Bill ya no existe, ¿Crees que no he notado como me miras? Aun me odias, no confías en mí y estas enojado porque no te conté quien era realmente, yo solo quería una vida pacifica en este pueblo.- El castaño no se habia dado cuenta de cómo afectaban al rubio sus comentarios, comenzó a pensarlo mejor y se dio cuenta de que cuando el nombre del demonio de los sueños llegaba a sus oídos una extraña mueca se apoderaba de su rostro.
-Lo lamento Di, no era mi intención, no podía saber cómo te hacía sentir, no te odio, y estoy intentando confiar en ti, pero aún me duelen tus mentiras, es un tema un tanto delicado para mí, no me gustan las mentiras.- En ese momento pudo reflexionar y darse cuenta que él habia estado mintiendo por la seguridad de Di y no pudo evitar sentirse como todo un hipócrita, molesto por las mentiras del rubio pero no por las que él estuvo diciendo, justificándose que todo era por Di- Sé que tampoco soy perfecto ni el mejor en todo, pero no quiero perderte, no quiero que esto pase a más y que de un momento a otro solo desaparezcas y no vuelva a verte.
-Eso no pasara Pino, estaré a tu lado el tiempo que me permitas
-Gracias Di, y perdona mi actitud, quiero estar a tu lado
-Entonces, ¿Oficialmente somos pareja?
-No, pero por el momento solo Mabel sabrá lo que ha estado pasando
-Me conformo con eso, podría ser peor, pudiste haber dicho pato.- Ambos rieron y el rubio se acercó para sostener el rostro del menor entre sus manos, la piel de este era sumamente suave, el rubio dibujaba con la mirada cada trazo del rostro de esa única persona que quería que fuera su pareja, poco a poco se acercó a su rostro mientras el castaño cada vez se sonrojaba más, hasta que el mayor coloco sus labios en la frente del castaño, el menor tomo este gesto como algo muy tierno.

Después de pasar juntos la mayor parte del día Dipper debía volver a su hogar, ya que no quería que se repitiera el asunto de Dipper ebrio y que ahora el rubio quisiera tomarlo por la fuerza.
-Pines, ya te dije que no te hare nada, quédate conmigo, quiero poder dormir a tu lado
-No me quedare si sigues leyendo mi mente, no me gusta que hagas eso
-Lo lamento, pero insisto en que te quedes- Después de estar discutiendo sobre quedarse o irse, el quedarse gano, Di lo abrazo, ese niño le parecía embriagador, tenía cierto aroma el cual el demonio no era capaz de distinguir, pero si sabía que solo en él encontraba esa fragancia, de igual manera que la vez pasada le presto ropa para que pudiera cambiarse, un pantalón un poco más pequeño que el de la vez anterior y una playera a juego con la de él, Dipper se cambió frente al rubio, el cual solo lo observaba atento intentando controlarse para no tomarlo en ese momento e impedir que se vistiera, se acercó y toco su espalda, a pesar de que Dipper era delgado, tenía músculos bien formados, al sentir el tacto el castaño se estremeció.
-Di, ¿Pasa algo?
-Pasan muchas cosas por mi cabeza, pero creo que nada que quieras en este momento.- El rubio comenzó a mover sus manos del centro de la espalda del castaño hacia enfrente, recorriendo sus costillas y llegando a su abdomen, el cual acaricio provocando un suspiro en el castaño, comenzó a acercarse hasta que lo abrazo por la espalda, empezó a besar su cuello, la fragancia que desprendía lo hacía enloquecer, y comenzó a morderlo despacio, para después subir la intensidad y dejar marcas en su piel. El castaño solo aceleraba su respiración para evitar gemir
-Espera Di, aun no estoy listo
-Listo ¿Para qué?, solo quiero besarte y sentir el roce de tu piel con la mía
-Podrías dejar que me gire, quiero ver tu rostro- El rubio lo soltó y Dipper lo abrazo por el cuello besándolo al instante, tal como lo habia hecho bajo los efectos del alcohol, la noche se fue en besos hasta que llegaron a la cama para abrazarse y dormir profundamente, era la primera vez en muchas noches que ambos dormían tan bien

Una vez más junto a ti (BillxDipper)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora