Una vez más junto a ti (BillxDipper)

46. Todo en orden.

Las palabras del castaño fueron decisivas. En ningún momento dejó que su tío tocará la cría de Axolotl.
-Dipper sería más rápido todo si me dejarás hacerlo.
-Dije que no, mejor dime las instrucciones más rápido para así poder terminar con esto.
-Ya se lo que debemos hacer, si lo hago terminaremos antes.
-Que no, dime las instrucciones y ve como sigue Di.
-Es un demonio, la munición solo lo rozó estará bien
-Dije que vayas con Di.- Los ojos del castaño parecían armas a punto de disparar, podría jurar que si fuese cuchillos ya lo habrían apuñalado. De mala gana fue a ver como segura el demonio.
-Que bueno verte Seis Dedos, ahora confías en que yo no rompí la grieta.- A pesar del horrible dolor por el que estaba pasando este seguía sonriendo
-Oh cállate Ciph...- No pudo terminar de decir aquel apellido, los ojos del menor se giraron hacia él. -Cierra la boca Bielke.- Esto sorprendió al herido, no creía que Dipper fuera capaz de convencer a su tío de dejar de llamarlo por su anterior nombre.

-Ford. ¿Cómo sigue Di? ¿Qué es lo que sigue aquí?.-
-¿Asi que ya no es tío Ford?
-No te burles, podría volver a dispararte sin querer
-Sí no quieres que Pino siga molesto bo lo harás. Dile que ya casi estoy curado por completó
-¡FORD VEN AHORA!
-Ya voy, estaba viendo como seguía tu novio inútil- La última palabra solo la susurro, el rubio solo reía por esto

-Coloca los cables continuos sobre la placa y solda con estaño, las partes de abajo son un poco más complicadas, vas a tener que usar cinta o también puedo ayudarte
-Solo dime cómo van las de la parte baja.- Decía mientras terminaba de soldar la primer parte y seguía mirando con el señor fruncido al anciano
-Vamos Dipper, deja de tratarme de esa manera. Fue un error. Además está bien, ya casi se recupera por completo
-¿Y si no hubiera llegado a tiempo y si hubieras acertado el tiro con esa arma? Esta conversación sería muy diferente. Confío plenamente en Di, ha tenido miles de oportunidades de hacernos algo, y sin embargo no lo ha hecho. Pero tú, has intentado que desconfíe de él.
-Dipper te juro que no es así, comencé a confiar en él cuando empecé a ayudarlo con la cría, desde que me dio la grieta supe que no tenía malas intenciones, pero me sentí traicionado y comencé a decir todo eso. También me alegra que no le haya pasado nada muy grave.- Al hablar ambos, su sobrino comenzó a dejarlo acercarse a la máquina que ambos construían, pero aún no lo dejaba tomar a la cría. -Con esto debe de ser suficiente, hemos terminado, debemos llevar esto afuera para poder apuntar a la grieta y que la cría haga su trabajo
-¿Tengo una duda? ¿Si aquella criatura es tan poderosa no nos hará nada por lastimar a su cría? ¿Porque no ha venido por ella si sabe dónde está?
-Axolotl permite todo lo que deba ser, y lo que sabe que puede controlar. Es como las moiras, ve presente, pasado y miles de futuros. Por eso le ofreció su ayuda a Bi, perdón a Dietrich.
-¿Si puede ayudarlo, porqye Di aceptó la ayuda?
-Eso es algo que debes preguntarle a él. Le dije que te contara. Dijo que te contaría. ¿Aún no lo ha hecho?
-Comenzó a decirme algo, pero tuvimos que venir aquí

Ya aún lado del rubio, Dipper lo veía con tristeza, este yacía en el suelo recostado sobre una placa de concreto la cual se encontraba desgastada y rota en algunas partes.
-Di, ¿Cómo te sientes?- El menor trataba de darle una cálida sonrisa, aún que sus cejas se encontraban curvadas demostrando tristeza, mientras hablaba en todo preocupado, y sostenía la mano ajena entre las suyas
-Estoy bien Pino, me siento mejor. Solo debo descansar un poco.- Respondía este con los ojos aún cerrados, mientras intentaba acariciar de la manera más suave posible las manos que lo sostenían. Intentaba soportar el dolor que aún sentía a causa de la herida que aún tenía en un costado. Al parecer estaba tardando en sanar más de lo previsto.
Se quedaron unos minutos de esa manera hasta que el rubio se levantó soportando las puñaladas que sentia al tratar de hacer esfuerzo.
-Ya estoy bien. Vámonos.
El menor aún lucía preocupado, no creía por completo que el rubio estuviera recuperado pero no hizo preguntas. Debían llegar a la cabaña del misterio lo antes posible.

Mientras en la cabaña del misterio.
-Wendy, tenemos que reforzar la barrera que mi hermano colocó, después ve con el anciano al sótano y refuercen las partes que está construyendo.- Dijo Stan mientras le daba una bolsa con cabello de unicornio y pegamento
-De acuerdo señor Pines.
-Soos, busca suministros que nos puedan durar varios días. Iré con el viejo McGucket. Esta cabaña volverá a protegernos. Y salvaremos a mí hermano y a mi sobrino. No volverás a engañarme cretino de un ojo.
Los tres iban llegando a la cabaña, en la cual Candy y Grenda salieron al ataque pensando que alguna de las rarezas ya había traspasado el espeso bosque
-Candy, Grenda. Que gusto me da verlas. Necesitamos llevar esto al puente para poder disparar al cielo y terminar con esto.
Las chicas llevaron al rubio dentro ya que no se veía muy bien. Al estar ahí Stan entro a la habitación y el ambiente se tenso.
-Chicas, sigan ayudando a Soos y custodien la entrada.
-Sí señor Pines- Dijeron ambas al unísono retirándose
-¿Qué pasó?
-No es culpa de él. Fue el cambia formas
-Dipper dice la verdad, esa criatura intentó confundirnos para que acabaramos con Dietrich.
A sus espaldas el rubio comenzaba a moverse frenéticamente y gritaba algo inentendible.
-Di, estás bien. Estoy aquí. ¿Qué te sucede?
-Dipper, la cría. La grieta no, no podemos dejarla así por más tiempo. Las, las pesadillas. Mi dimensión. Vayan ahora.- Intentaba decir, estaba ardiendo en fiebre, su pareja no quería dejarlo en ese estado. Pero una mano en su hombro lo tranquilizó.
-Vayan cerebritos. Yo lo cuido. Cuídalo bien Poindexter.- El mencionado asintió y salieron corriendo llevando a Wendy con ellos.
-Entonces ¿Cuál es el plan niño?
-Ir al puente y colocar el arma para con esto poder contener la grieta de nuevo, antes de que los monstruos aparezcan una vez más.- Los tres iban en el carrito de golf lo más rápido que podían.
-Hemos llegado. Dipper trae la máquina, Wendy apunta directo a la enorme equis que está en el centro. ¿Dónde está la cría?
-Está en mi mochila.- Ya instalada la máquina solo quedaba disparar y rogar que no fuera demasiado tarde

Mientras tanto en la cabaña había un problema más grande, el muchacho no dejaba de quejarse y gritar con dolor, mientras seguía ardiendo en fiebre. Decidieron llevarlo al baño y colocarlo bajo la regadera, haciendo que el agua fría hiciera su trabajo y los ayudará a bajar la fiebre.
Stan se quedó a solas con el muchacho, si comenzaba a cambiar de forma, no quería que nadie más lo viera y supiera el secreto. Y como si de un profeta se tratase eso mismo comenzó a ocurrir.
-StanLey. No dejes que me transforme. Las pesadillas y la locura me llaman. No, no quiero. No volveré a ser esa criatura, por favor ayudame.- Parecía que en algún momento iba a desaparecer, su cuerpo pasaba de ser un muchacho rubio a un triángulo amarillo, azul y hasta rojo. Su cuerpo temblaba y él comenzaba a reír de manera espeluznante. Su cuerpo estaba empezando a sentirse muy débil a causa del cabello de unicornio que seguía rodeando la cabaña, Stan no sabía que hacer, solo rogaba que todo lo que harían la pareja de genios funcionará.

-Yo sostendré la máquina, ve por la cría Dipper. Wendy no pierdas la trayectoria.
-Eso no pasará señor Pines
Dipper corría por la cría y la colocaba en la máquina, al ponerla en su lugar el arma disparó por si misma. Un gran resplandor de colores inimaginables apuntó directamente al suelo, muy cerca de la cabaña del misterio. Los tres asustados por eso dejaron ahí la máquina y corrieron hacia el carrito de golf para ir a toda prisa a la cabaña.

El rubio comenzaba a estabilizarse, las carcajadas perturbadoras comenzaban a desaparecer. Stan estaba más tranquilo, saco al muchacho del baño y lo dejo en la cama envuelto de varias toallas y cobijas. Un estruendo lo alertó, un fuerte temblor lo hizo salir corriendo al patio cerca de la entrada del bosque, un animal muy extraño, de color rosado que parecía cambiaba de tonos yendo hacia los morados y los blancos estaba ahí en el suelo. Sin pensarlo Stan lo recogió y corrió al laboratorio de Ford. Cada cosa extraña que encontrará debía estar en un contenedor especial, su hermano lo había dicho miles de veces y así lo hizo.

El trio había llegado a la cabaña, Stan los esperaba fuera de esta con algo en la mano.
-Ten Sixer, esto estaba justo en el lugar donde cayó aquel rayo de luz.
-Gracias Stan
-¿Qué es eso tío Ford?
-Esto es la cría de Axolotl, el cuál ahora es guardián de la grieta multiversal, lo que he estado intentando por 30 años por fin se ha logrado.
-Tío Stan ¿Dónde está Di, cómo sigue?
-Respira Pino, aún sigo vivo.- Escucharon la voz pero no lo veían. -Aquí arriba.- El rubio los veía desde la ventana. Estaba un poco triste, ahora que habían usado la cría para detener el Raromagedon no podría usarla para lo que él necesitaba.

-¿Ya todo termino?- Varias personas y criaturas salieron de la cabaña. Vitoreando a la familia que años atrás los había salvado al igual que en esta ocasión. Todos regresaron a sus actividades normales tras pasar unas horas y continuaron con la ley "Aquí nada pasó".