33. El tiempo no pasa en vano

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Después de hablar con su familia Dipper llamo al rubio, pero no atendió a la llamada, durante todo el día cada vez que lo llamaba el celular sonaba pero nadie respondía, estaba preocupado, que tal sí le había sucedido algo al rubio, o quizá ya había encontrado a otra persona con quien pasar navidad, todas estas ideas cruzaban la mente del castaño que no se dio cuenta que su celular habia sonado ya 3 veces, al volver a la realidad el aparato dejo de sonar y maldijo para sí mismo, espero que volvieran a llamarlo, pero no sucedió. Cansado, decidió ir a su cuarto a dormir.

El timbre de su teléfono lo despertó, eran las 3 am, como pudo respondió la llamada, sin ver el nombre en la pantalla
-Bueno.- Dijo adormilado en medio de un bostezo
-Hola Pines- La voz del otro lado sonaba un poco molesta
-¿Di?, ¿Esta todo bien?
-Oh si, todo bien, excepto que una persona muy especial para mí no atendía mis llamadas
-Qué curioso a mí me paso lo mismo.- Dijo el castaño con molestia
-Me preparaba para ir a pasar navidad contigo y compre tu regalo
-¿Y cómo sabes que ibas a poder pasar navidad conmigo, qué tal si te decía que mis padres habían dicho que no te querían aquí?
-Es imposible no querer conocerme.- Dijo el rubio con tono soberbio
-Tienes razón, después de conocerte es cuando viene el arrepentimiento.- Dijo el castaño riendo a lo cual del otro lado respondió ofendido
-Me lastimas con tus palabras,  ¿Estas arrepentido de conocerme?
-Yo no dije eso
-Si que lo dijiste
-Pero era una broma
-No parecía eso
-Bueno pues lo era. ¿Cuándo vendrás entonces?.- Dijo el castaño cambiando el tema
-Pues si me permiten estar ahí hasta navidad, podría llegar hoy por la noche
-De acuerdo les avisare a mis padres por la tarde.- Continuaron hablando hasta que el sueño venció al castaño, Di solo escuchaba su respiración tranquila, lo cual lo hacía recordar cuando dormían juntos, poco a poco el rubio replico lo que el castaño hacia y también termino durmiendo.

Pasado el mediodía el castaño despertó, vio su celular y se dio cuenta de la duración de la llamada activa, tomó su celular con una sonrisa y después vio la hora, ya era bastante tarde, desvelarse hablando de todo y nada habia sido sumamente agradable, ya quería que el triángulo llegara. Después de asearse bajó a desayunar. Por primera vez hablaban y hacían bromas en aquella casa que años atrás siempre habia sido motivo de disgustos y peleas, maltratos hacia los gemelos y estaba lleno de recuerdos amargos, pero ahora harían nuevos, unos más felices
-Mamá, papá. Dietrich, bueno, ¿Es posible que él pueda llegar hoy mismo?- Sus padres vieron a la abuela antes de responder, ella asintió y ambos contestaron al unisonó
-La abuela está de acuerdo, así que adelante.- El castaño se levantó sin haber terminado de comer para darle la buena noticia al rubio, corrió a la habitación donde dormía y lo llamó
-¿Pino, que pasa?.- Pregunto el rubio adormilado
-Mis padres están de acuerdo que llegues hoy.
-Perfecto, llegare por la noche, te llamare cuando me encuentre cerca, ¿Puedes mandarme la dirección?
-Si, la envió de inmediato, dame un momento. Oye no es más fácil no sé, transportarte de un chasquido
-Recuerda que mis poderes son más débiles fuera de Gravity Falls, mientras la ley de atracción sobrenatural no se rompa no puedo estar en completa libertad fuera del pueblo, eso solo se haría si se destruye la esfera que le di a Ford, junto con la ecuación que solo él sabe para dejar libres las anomalías, y no estamos dispuestos a correr ese riesgo ¿O si Pino?
-No, perdón. No lo recordaba
-Está bien Pino, te veo en la noche. Me iré a duchar para tomar el siguiente transporte hacia allá
-De acuerdo, te esperare.- El castaño bajo lo más rápido que pudo para retomar su almuerzo, se le veía muy feliz y comió con una gran sonrisa. Los demás estaban alegres por verlo de esa manera, ya que tenía mucho tiempo que no se le veía así de feliz.

La abuela y sus padres permitieron que el rubio compartiera cuarto con él, pero en camas separadas, ya que anteriormente ese cuarto lo compartía con Mabel, pero ahora que la tía no estaba habia más habitaciones libres.
-Dipper ten cuidado con el chico que llegará, aun no lo conocemos y estuviste poco tiempo con él.- Decía su madre
-Tu madre tiene razón, no debes confiar tanto en él, un mes no es suficiente para conocer a alguien, sé que eres fuerte y puedes defenderte, pero aun así ten cuidado- Completo su padre
-Es un niño listo y es capaz de cuidarse solo, dejen de agobiarlo, no es correcto hablar de esa manera de una persona que no conocen, a mí me parece que será un chico muy agradable, debe de ser muy bueno para entrar en el corazón de mi nieto.- Dijo su abuela apoyándolo

Después de que el castaño subiera a acomodar todo para la llegada del dorito, estuvo en la sala esperando la llegada de este, eran ya las 7 de la noche y el mencionado aun no llegaba, pasaron horas y el susodicho aun no hacia acto de presencia, cerca de las 11 de la noche el castaño se quedó dormido en el sofá, media hora después el celular sonaba, el castaño no quería despertar para responder pero recordó que el rubio le habia dicho que llegaría por la noche, así que se apresuró a medio despertar y contesto
-Bueno, ¿Que sucede?
-Hola Pino, ¿Te desperté?
-Estaba esperando tu llamada, pero sí, me despertaste. ¿Dónde estás?
-Estoy en la dirección que me enviaste, pero ¿Podrías salir para saber a qué casa debo llegar?
-Si, dame un momento.- Se levanto y tomo la chamarra que estaba en el perchero de la entrada para salir y quedar parado a unos metros de la entrada. -Creo que ya te vi, estas de espaldas hacia donde está la casa.- Se burlo del rubio, cuando termino de decirlo el mencionado giro y vio a su pino, sin colgar la llamada corrió a donde estaba la silueta de este y en un abrir y cerrar de ojos ya se encontraba frente a él, abrazándolo y besando su frente
-Te extrañe tanto Pino.- Decía mientras lo seguía besando
-Yo también te extrañe.- Le decía devolviendo el abrazo

-Y si mejor entran, van a congelarse allí afuera- Escucharon una voz que venía de la puerta, era el padre del castaño.- Di soltó a Dipper y se presentó con su padre
-Disculpe la hora, el transporte tardo más de lo previsto. Mi nombre es Dietrich Bielke.- Dijo el rubio, el padre del castaño extendió la mano para estrechar la ajena, Dipper se tensó un poco, no recordaba que nadie hubiera saludado al rubio de mano, y que tal si por accidente su padre hacia un trato con el demonio, Di giro un poco para verlo de mala manera, ya que este habia leído sus pensamientos, y procedió a estrechar la mano del mayor.
-Es un placer, yo soy Greg Pines.- Este intento estrechar la mano del rubio lo más fuerte que pudo a lo que el susodicho solo sonrió y presiono con aun más fuerza la mano del mayor, esto sorprendió al mencionado, como un chico tan joven y de su complexión podía tener tanta fuerza, era una gran incógnita la cual lo dejo un poco intrigado, el rubio se presentó con las integrantes que faltaban de la familia, a todos les llevo un obsequio y la familia le sonreía y se divertía por lo que decía. Después de hablar por un rato decidieron irse a dormir, Dipper le pidió que lo siguiera y lo llevo a su habitación
-¿Te gusta?. Intente arreglar lo mejor que pude para que estuvieras cómodo.
-Me encanta, gracias.
-Es mejor que nos acostemos a dormir.- Dijo el castaño con un sonrojo.
-Seria lo mejor- Respondió el rubio con una sonrisa pícara. -¿Y si dormimos juntos?, nos separaremos por la mañana, y no hare nada que no quieras.- El castaño seguía sonrojado, parecía que la sangre habia abandonado su cuerpo y se habia reubicado en su rostro.
-De acuerdo, pero no hagas nada extraño.
-Yo ya soy extraño.- Dijo este riendo.
Se acomodaron para dormir después  de cambiarse de ropa, al ver a Dipper sin ropa frente a él algo en su interior ardía, no sabía que era lo que sentía pero sí sabía que si lo seguía viendo de esa manera no iba a soportar y se lanzaría a él como si de un lobo asechando a una oveja se tratase.
-Pino, deberías vestirte rápido si no quieres que te suceda nada esta noche.- A Dipper lo recorrió un escalofrió por las palabras del rubio, se colocó deprisa la playera y se acostó en la cama.
-Buenas noches.- Es lo único que atino a decir terminando en un susurro y cerró los ojos, poco después sintió como su cama se hundía y un cálido cuerpo se posaba detrás del suyo rodeándolo con sus brazos.
-Buenas noches mi Pino.- Escucho como el mayor susurro a su oído con voz seductora, lo cual logro que el castaño se perdiera en esas palabras y se girara para así quedar frente a frente mientras miraba sus labios, los cuales beso de manera inocente, el rubio comenzó a besarlo con mayor intensidad, para después abrazarlo y dormir de esa manera, o al menos eso estaban intentando,  ya que los besos aunque silenciosos eran apasionados, intentaban controlar su respiración para no jadear o dar algún gemido que despertara a la familia y así continuaron hasta el alba, recuperando todas las noches y todos los besos que se perdieron durante todo ese tiempo acompañados de caricias que iban subiendo la intensidad primero eran sobre la ropa y después las manos de ambos tocaban debajo de esta la piel del otro, las manos del menor recorrían la espalda de su acompañante mientras que el rubio recorría el pecho y cintura del castaño, las manos del rubio comenzaron a perderse entre el pantalón del menor el cual a pesar de no querer hacer algo esa noche no evitó la intromisión intentaba no excitarse con lo que su acompañante le hacía pero era casi imposible, cuando comenzó a sentir que en el pantalón del mayor había comenzado a hacerse notable un bulto mayor que el que se visualizaba con anterioridad, pidió bajar la intensidad de los besos y las caricias, aún no estaba listo para lo que siguiera después de eso, el mayor comenzó a retirar sus manos de debajo de su ropa, termino por besarlo tiernamente y abrazarlo para dormir.

Una vez más junto a ti (BillxDipper)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora