Una vez más junto a ti (BillxDipper)

10. Conociéndonos

Al día siguiente Dipper despertó contento, a diferencia de su gemela que tenía un humor de mil demonios, al parecer los roles se habían invertido para estos hermanos, lo cuál causaba gracia y divertía a los tíos de estos dos. El desayuno transcurrió en silencio para la familia Pines, cosa que solo molestaba a Mabel, desde que llegaron se sentía aislada, como si sus tíos y amigos solo se hubieran enfocado en su hermano menor, pero ella en lugar de hablar como se sentía comenzó a guardarle rencor a su hermano y a los demás por ignorarla, según creía ella. Lo único que pasaba es que Dipper se había vuelto más sociable y también seguro de sí mismo, todo lo que la castaña le decía que fuera ahora la molestaba, y no entendía porque.

Al terminar de desayunar Dipper aviso que saldría al pueblo a encontrarse con su amigo, sus tíos solo le dijeron que tuviera cuidado y que no volviera muy noche, pero la castaña solo farfullo algo inentendible y salió corriendo a su cuarto, los tres Pines solo se vieron entre ellos y continuaron con sus actividades. El castaño llego con su amigo y comenzaron a platicar, este lo invito a ver los libros que tenía en su colección privada, libros que no prestaba y que tampoco vendía, el gemelo comenzó a ver los libros y hubo unos en particular que llamaron su atención, se veían maltratados, como si hubieran estado a la intemperie durante un largo tiempo, estos eran color bermellón con el contorno dorado y parecía que hace tiempo habían tenido algo dorado pegado en la pasta el cual había sido retirado o bien se desgasto por el tiempo, cuando el castaño procedía a abrir el primer libro que tomo, su amigo lo llamó sacándolo de sus pensamientos para ofrecerle una taza de capuchino, al ver el libro que su amigo sostenía comenzó a hablar.
-Esos libros los encontré cuando comencé a construir la librería, son muy extraños y hablan sobre cosas poco comunes, eres el primero que ve esos libros, parecen una carpeta de investigación a lo paranormal, pero hay cosas que al parecer están incompletas porque no pude entender mucho sobre ellos.- Dejo de hablar para sonreírle a su compañero, el cual lo veía confuso.
-Estos libros- Procedió a contar el castaño- Fueron escritos por mi tío Ford hace mucho tiempo y los perdimos hace un poco más de tres años. -El rubio lo miró incrédulo o al menos eso parecía a los ojos de Dipper, lo que molestó un poco al joven Pines.-Puedo decirte cualquier cosa de cualquiera de esos libros, ya que es verdad lo que te estoy diciendo.- Más por curiosidad que por desconfianza Di comenzó a preguntarle varias cosas sobre paginas al azar de los diarios, a lo que el castaño respondía sin duda alguna, finalmente este le confirmo que creía en sus palabras, al fin todo lo que le habían contado y todo lo que el castaño le decía era verdad y respondió todo sobre esos extraños libros, decidió devolver los diarios a donde pertenecían, a la Cabaña del Misterio y a la familia Pines. Continuaron hablando hasta la hora de comer, en la cual el castaño se retiró para ir a comer con su familia más que llegar a tiempo a la hora de la comida no aguantaba el poder llegar y contarle a Ford su descubrimiento.

Al llegar a casa lo primero que hizo fue buscar a su tío en su laboratorio, bajo a donde este se encontraba y lo vio experimentando con un pulpo de 4 tentáculos color verde muy extraño, espero hasta que lo guardó en su contenedor y aprovecho para interrumpirlo.
-Hola tío Ford, no adivinas lo que encontré- Ford lo miró con curiosidad y después con sorpresa cuando el castaño sacó los 3 diarios maltratados de su mochila y se dispuso a contarle todo lo que sucedió ese día, Ford lo escuchaba muy atento hasta que terminó su relato.
-Es increíble que esas cosas sobrevivieran al raromagedon, al parecer cuando Bill Cipher fue destruido todo lo que hizo durante su reinado de locura parece haber vuelto a la normalidad. Es la única explicación que encuentro para que estas cosas volvieran a aparecer. -Dipper y Ford estuvieron varias horas haciendo análisis en los diarios, para ver si quedaba algo de magia demoniaca en ellos, y también para saber si eran los diarios reales o una reproducción mágica de estos, todo concluyo en que eran los diarios originales, a lo que ambos procedieron a restaurarlos y al darse cuenta que quedaba un mínimo rastro de esa aura demoniaca Ford le pidió a Dipper tener cuidado y avisarle si veía algo fuera de la anormalidad del pueblo, a lo que este asintió, se ausento unos momentos para ir por su diario, el cual apenas comenzaba a redactar y mostrarle a Ford cosas que había descubierto mientras él estaba ausente, estuvieron toda la tarde hablando, se perdieron la hora de comida si conversación continuó hasta que anocheció y decidieron cenar con sus hermanos, ya que el hambre atacó sus cuerpos.

Al salir del laboratorio se dieron cuenta de que solo estaba Stan sentado mirando un programa en el televisor, aunque parecía que el programa lo miraba a él ya que se encontraba dormido. Dipper se acercó a despertar a su tío y casi se lleva un buen golpe, de no ser porque sus reflejos eran mucho mejores que hace unos años.
-Casi me matas de un infarto chico. -Suspiro Stan para después continuar hablando. -¿Donde está tu hermana? Ya es un poco tarde.
-Pensé que estaba aquí contigo viendo Patotective. -No, ella salió un poco después de ti y no ha vuelto. -Dipper comenzó a llamarle sin éxito, ya que esta no respondía su celular, llamo a Wendy para saber si no le habían visto, y así continuó llamando a toda persona que se le ocurrió sin una respuesta favorable, hasta que decidió llamar a su amigo, el teléfono timbro dos veces y cuando estaba a punto de colgar una voz adormilada respondió del otro lado de la línea.
-Hola, ¿Dipp?, ¿Sucede algo?- Dijo alguien al otro lado del teléfono.
-Es, es mi hermana, no sabemos donde esta, me preguntaba, si, acaso la habías visto. -La línea quedo en silencio unos segundo antes de la respuesta del rubio.
-La vi pasar aproximadamente una hora después de que te fueras, estaba con una rubia con aires de grandeza o al menos eso me parecía.- Se escucho un suspiro al otro lado de la línea antes de la respuesta del castaño
-Gracias por la ayuda y me disculpo por despertarte.
-No te preocupes por eso, espero que encuentres pronto a tu hermana, hasta mañana.
-Gracias, hasta mañana.

El gemelo estaba por llamar a Pacifica Noroeste, pero se detuvo un momento al recordar que no tenía su número, pero antes de que Dipper saliera de la cabaña para ir a la Mansión Noroeste, Stan lo detuvo dándole una carta un poco maltrecha que la rubia había dejado tiempo atrás para él pidiendo que se la dieran en cuanto él volviera al pueblo, por sí ella no estaba, Dipper abrió la carta leyendo lo más rápido que podía y sonrojándose ocasionalmente hasta que dio con la firma y número de la rubia, el cual procedió a marcar en su celular esperando que el numero siguiera siendo el de ella. Después de varios intentos fallidos, se escuchó una respuesta al otro lado de la línea, el chico estaba perdiendo la paciencia y la esperanza de que la rubia siguiera siendo la dueña de ese número hasta que escuchó la voz que al instante reconoció.
-Pacifica, soy Dipper. -La dueña del celular perdió el sueño como si al escuchar quien la saludaba le hubiera vaciado un balde de agua fría y se sentó de golpe para poder responder mejor. -Pacifica, disculpa que te llame a esta hora y no sea solo para saludarte, pero me preguntaba si mi hermana se encontraba contigo- Dijo apenado, al otro lado se escucho un suspiro antes de que la rubia respondiera.
-Sí, aquí esta se quedo a dormir, pensé que les había avisado, aunque no quise preguntar nada ya que se veía molesta y estaba reacia a volver, pero no te preocupes esta bien, si gustas mañana pueden venir a recogerla. -Muchas gracias, temía que algo malo le hubiera sucedido.- Comenzaron a hablar por teléfono sin importarles la hora, reían al recordar el verano en el que se conocieron y hacían pequeñas bromas al respecto, hasta que, sin saber en que momento sucedió ambos cayeron dormidos con la llamada aun activa.