Una vez más junto a ti (BillxDipper)

12. A divertirse

Muy temprano por la mañana nuestros gemelos favoritos y dos rubios amigos de estos se apresuraban a preparar todo para ir a la piscina y después de ahí tomar un descanso en el bosque y regresar antes del anochecer para quedarse en la Mansión de la chica Noroeste.

Dipper llamó a Di para quedar de verse cerca de la entrada del bosque y Mabel hizo lo mismo con Pacifica, cerca del medio día los 4 ya iban hacia la piscina platicando animadamente y haciendo bromas como si fueran amigos de toda la vida, al llegar se dieron cuenta que la piscina estaba cerrada, ya que habían corrido rumores de que había visto un tritón y un manatí peleando en el lugar, a lo cual entraron a escondidas y estuvieron divirtiéndose un buen rato, esto no duro más de dos horas ya que el señor Aguaclara los vio y provoco que salieran corriendo mientras se burlaban del hombre que los perseguía como si su vida dependiera de ello. Por fin lograron escapar de él al adentrarse al bosque y llegar al claro en donde años atrás habían liberado a Marmando, anécdota que ambos gemelos recordaron y sin palabras sólo miradas, Mabel comenzó a molestar a su hermano hasta que los rubios exigieron saber que era tan gracioso. Entonces la castaña les contó
-El primer verano que estuvimos aquí encontramos en la piscina un tritón llamado Marmando, al cual ayudamos a escapar y como estaba muriendo por estar fuera del agua Dipper- El castaño tapo la boca de su hermana y le advirtió que no siguiera si no quería que contara sus anécdotas vergonzosas Mabel fingio estar de acuerdo y cuando dejo de taparle la boca la castaña grito sobre el acto de heroísmo de su hermano.- Todos comenzaron a reír por la actitud de los gemelos, a Dipper se le puso la cara roja al recordar el vergonzoso momento, estaba por irse cuando Dietrich lo detuvo.
-No tiene nada de malo haber besado a un tritón, un beso no tiene nada de malo, y tampoco te define ni define quien eres, lamento si es incomodo para ti, y lamento haberme burlado, pensé que habías consentido el contar esa historia, ya que habla sobre ti, creí que solo estaban jugando- Dijo esto ultimo mientras miraba de mala manera a la castaña, la cual solo bajo la mirada y se disculpo con su hermano.

Después de ese mal sabor de boca, siguieron jugando y riendo, como iban con shorts y playeras que no se habían cambiado después de haber jugado en la piscina y haberse metido al claro con ellas, los chicos decidieron cambiarse, Di no mostró su torso al completo desnudo, volvió a colocarse una camiseta sin mangas la cual tapaba su espalda por completo y su pecho, aunque mostraba que el rubio también tenía músculos desarrollados por el ejercicio que hacía tanto pacifica como Mabel quedaron boquiabiertas por el cuerpo de ambos chicos, Dipper siendo delgado tenia músculos bien definidos y Dietrich, al ser mayor era más robusto y se veía más musculoso que el castaño, ambos sintieron las miradas que las chicas les daban y se pusieron incomodos, a tal grado que se adentraron en el bosque para cambiarse dejando a las chicas ahí para que también se mudaran de ropa a una seca para comenzar a comer después de eso.

Mientras los chicos estaban en el bosque las chicas se pusieron a hablar sobre ellos, la primera en dar su opinión sobre los cuerpos ajenos fue la rubia.
-¿Porque no me habías contado que Dipper escondía todo eso bajo la ropa?- Dijo la rubia moviendo las cejas hacia la castaña
-Yo tampoco sabia, lo vi hace poco desde que inicio el ciclo escolar él y mi padre se iban a no sé donde después de clases y nunca quisieron llevarme con ellos, también en la ultima semana de clases les dio una golpiza a los que habían sido sus abusadores por años, pero tampoco me quiso contar como lo logro, me dijo que era un secreto.- Las dos chicas suspiraron y terminaron de vestirse para esperar a los chicos y poder almorzar.

En algún lugar adentrado del bosque dos chicos se cambiaban de ropa y comenzaron a platicar
-Y, bueno ¿Desde cuando te ejercitas Dipper?- Esta pregunta interrumpió los pensamientos del castaño, al cual abrumaba el rostro y la mirada que Pacifica le había lanzado al verlo sin playera
-Hace unos meses- Contestó el castaño y procedió a contarle sus razones, esto sorprendió al rubio, no podía creer que alguien le hiciera eso a una persona tan inteligente e interesante como él y trato de reconfortarlo, una vez que terminaron de cambiarse fueron a encontrarse con las chicas para almorzar antes de ir a la casa de la rubia. Al llegar las chicas ya habían colocado la manta sobre el suelo y acomodaron la canasta con la comida que habían llevado, la cual consistía de algunos emparedados, fruta, jugo y unos minipostres que Di había llevado, Pacifica se sentó a un lado de Dipper, Dietrich al otro lado y Mabel con Pacifica, esta ultima no perdía ninguna oportunidad para elogiar al castaño o tocarlo, cosa que tanto Dipper como los otros 2 acompañantes estuvieron incomodos. La castaña llamo a su amiga para hablar con ella antes de que se fueran, mientras los chicos levantaban lo que habían llevado.
-Pas, quizá no te diste cuenta pero mi hermano esta muy incomodo con tus elogios y toqueteos, no esta acostumbrado a esa clase de atenciones.- Dijo la castaña haciendo el mismo ademan de su hermano cuando se sentía incomodo, miraba al suelo mientras rascaba su nuca, a la rubia le sorprendieron esas palabras y después de un momento le contesto a la castaña.
-Lo hago de la mejor manera, tu hermano siempre ha llamado mi atención y más ahora, creo que podemos volvernos más cercanos y tal vez en algún tiempo ya no le molesten mis caricias, incluso puede que pida más.- La respuesta sorprendió a la castaña, la cual solo le pidió que fuera más despacio con su hermano. Cuando las chicas se alejaron Di por fin hablo
-Oye amigo, ¿Te encuentras bien?, esa rubia no sabe sobre el espacio personal.- Dipper solo lo miro, hasta él se había dado cuenta de lo incomodo que fue tener a la rubia cerca.
-Si amigo, estoy bien, no te preocupes. Solo que no estoy acostumbrado a esa clase de interacciones, y Pacifica es un poco intensa- Lo último lo dijo riendo nervioso, a lo que su amigo solo asintió. Al terminar su charla las chicas volvieron con ellos y procedieron a volver al pueblo para dirigirse a la Mansión.