Cuando Rixon se despertó, sentía que el mundo daba vueltas, todo parecía tambalearse, sus ojos se cerraban y abrían, incapaces de mantenerse abiertos demasiado tiempo.
Tardó un buen rato en conseguir que todo dejara de moverse y que sus ojos se mantuvieran abiertos, entonces se dio cuenta de que estaba encadenado a una pared con firmes cadenas de hierro, que ni aún estando en las mejores condiciones sería capaz de romper.
-Veo que ya te has despertado. -con pesadez movió su cabeza, sintiendo todos sus músculos agarrotados y miró con desprecio al que algún día había llamado hermano.
-Creí que ibas a tardar más en despertar, eres más fuerte de lo que pensaba. -lo elogió Edward acercándose a él con un bisturí que brillaba siniestramente. -Te hará falta esa fuerza.
-¿Por qué? -preguntó Rixon dejando reposar su cabeza en la pared y mirándolo con cansancio. -¿Por qué me haces esto? -sentía la boca seca y cada palabra le costaba más de lo que le gustaría reconocer.
-Ya te lo dije, Xon, es por tu bien. -Rixon sintió un escalofrío, Edward sonaba tan sincero, como si en su enferma mente estuviera haciendo lo correcto y de verdad estuviera ayudándolo. -Te curaré, podrás ser un humano normal.
-Pero yo no quiero ser un humano normal. -le respondió Rixon, ganándose una fulminante mirada de Edward.
-¿Cómo puedes decir eso? ¿Acaso quieres ser un monstruo? Porque eso es lo que eres, Xon, no eres más que un monstruo que algún día será incapaz de controlarse y acabará haciendo daño a la gente. -dijo con furia mientras sujetaba con fuerza uno de los brazos de Rixon. -Pero tranquilo, yo te arreglaré.
Yo te arreglaré.
Esas palabras se grabaron en la mente de Rixon, a la vez que su hermano le marcaba la piel, cortando como si solo fuera un trozo de carne, algo que no podía ni sentir ni padecer.
Pero sí que sentía, sentía el bisturí penetrando en su piel con saña y fuerza. Y dolía, dolía horrores.
Yo te arreglaré.
Otro corte más, sangre cayendo y manchando el suelo, el frío calando a Rixon hasta los huesos. La cabeza dándole vueltas, la vista enturbiándose. Más dolor, más sangre...en algún momento dejó de doler, en algún momento dejó de sentir...
-Yo te arreglaré, Xon, dejarás de ser un monstruo.
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-¡Sacadme de aquí! -gritó Laia aporreando la puerta con fuerza. -¡¿Dónde está Rixon?! -volvió a gritar, para seguidamente desplomarse contra la puerta y dejarse caer lentamente al suelo.
-¿Dónde está Rixon? -volvió a preguntar en un susurro, mientras se abrazaba las rodillas y escondía la cabeza.
-¿Dónde está? -volvió a preguntar aún más bajito, la voz rota y sollozando casi inaudiblemente.
Había perdido la cuenta del tiempo que llevaba encerrada y de hacía cuánto que se habían llevado a Rixon.
Preguntaba por él a todas horas, gritaba hasta quedarse afónica, pero nunca recibía respuesta, solo el más absoluto de los silencios. Apenas y le traían la comida necesaria para sobrevivir.
-Tengo que salir de aquí. -se dijo a sí misma, levantando la cabeza y tirando de su pelo. -Tengo que salir de aquí. -volvió a repetir, levantándose y empezando a dar vueltas en la pequeña y sucia habitación.
Iba a volverse loca.
Se estaba volviendo loca, poco a poco.
-.-.-.-.-.-.-
-Tenemos que ser cautelosos, no nos conviene que nos descubran, tenemos que usar el factor sorpresa a nuestro favor. -le dijo Anthony a Ellen y a Elijah.
-A la mierda el factor sorpresa. -masculló Elijah caminando hacia la entrada del sucio local, que habían descubierto que era donde estaba Laia secuestrada.
-Por una vez, estoy de acuerdo con el niñato. -murmuró Ellen antes de salir apresuradamente detrás del chico.
-Para que me molestaré. -bufó Anthony mirándolos mal antes de seguirlos.
-Ey. -llamó Elijah la atención del tipo que estaba frente a la entrada del local, parecía el portero o algo por el estilo. Eran enorme, superaba por mucho a Elijah en altura, pero al vampiro no podía importarle menos.
Elijah cogió impulso y le asestó un puñetazo que derribo al portero, que ni tiempo de abrir la boca tuvo.
-¿Usar tu fuerza de vampiro contra un humano? Lo veo un poco exagerado .-lo regañó Anthony viendo al portero tirado en el suelo e inconsciente.
-Era eso o le partía el cuello. -gruñó Elijah entrando en el local.
-Para mí que Laia le hace tilín. -le murmuró Ellen a Anthony, haciendo que este frunciera el ceño.
-Más le vale que no. -casi ladró Anthony antes de seguir a Elijah.
-Hombres. -rodó Ellen los ojos -Al menos cuando rescatemos a Laia habrá otra chica.
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¿Vampiros? ¿Y qué más? ©
VampirLos vampiros son reales, olvídate de la ciencia y de todos esos idiotas que afirman que son solo leyendas. He visto mucho, tal vez demasiado, y te puedo asegurar que todo eso es real. Los vampiros, los hombres lobo... -Entonces, ¿También existen l...