Capítulo LXVIII

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- Eso esperamos... - respondió George, a sabiendas que aun les faltaba otra noticia, creo en sí que la señora no iba a querer decirle nada de nueva cuenta.

- ¿Me puedes soltar? – pregunta Candice a su esposo.

- ¿Qué más me tienes escondido? – pregunta Albert no de muy buena manera, buscando en la mirada de su esposa.

- Tu inocente esposa... no puede esconderte nada, pero quizás los demás quieren enterarse de lo que has hecho – susurra la rubia haciendo que su esposo no la entienda.

- ¿Qué de todas las cosas? – pregunta Albert encerrándola entre sus brazos.

- El plan... - instigó ella.

- ¿Podrían dejarnos a solas? – cuestionó a los que estaban escuchando.

- Enseguida... - todos respondieron y se retiraron.

- Le dije... - soltó George de pronto.

- ¿Qué sucede George? ¿Tú qué sabes? – cuestionó el señor Brighter.

- ¡No puedo decírselo, ella lo hará! Permiso... - George se disculpa.

- Candice, eso no puedes decírselo a nadie – le advierte a su esposa robándole un beso.

- Lo sé, pero sólo una persona ya lo sabe... - afirma la rubia.

- ¿Qué dices? ¿Quién es? – le pregunta alejándose.

- Yo señor... - refiere George.

- George... - sonríe y ve la complicidad del hombre con su esposa.

- Sí señor, de hecho, la señora no me lo dijo, lo intuí ese día que visité a la señora en la Taberna – comienza a contar lo que había sucedido en ese tiempo.

- ¿La visitaste en la taberna? ¿Quién te dio permiso? – recrimina el rubio mirándolos a ambos.

- Lo mande a llamar... - resolvió contestar la rubia.

- ¿Por qué? – preguntó el rubio.

- Porque Lemarque se encontraba cerca de allí, teníamos que hacer algo, ¡urgente! – explica George con ansiedad.

- Espera... espera... - pidió Albert sin entenderlo del todo.

- Sólo hicimos una treta para él – menciona George.

- ¿Por qué le dijiste? – preguntó de nueva cuenta su esposo.

- ¡Yo no fui! – se excusó la rubia.

- ¡Como que no fuiste! Él no pudo haberlo descubierto tan sencillamente, ¿quién les dijo? – y volvió al ataque.

- ¿Qué quieren decir con quién les dijo? ¡Lo averigüé, sólo eso! – menciona George.

- ¿De quién? – volvió a preguntar.

- ¡Quiero decir lo intuí! – refiere de nueva cuenta y al parecer su patrón no dará marcha atrás para decírselo.

- ¿De quién? – insistió.

- De quién, ¿qué? – Candice y George se pusieron a la defensiva.

- De una vez por todas, ¿me van a decir? – pero cuando a Albert se le metía una idea en la cabeza, no había poder humano que se la quitara, así que siguió insistiendo.

- Del señor Lemarque...- dijo finalmente George.

- ¿Cuál señor Lemarque? – preguntó, había dos, cuál de los dos.

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⏰ Última actualización: Aug 26, 2022 ⏰

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