El inicio

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Había sentido su presencia desde semanas atrás, escuchaba sus pasos, sus golpes he incluso susurros en la noche. No sé en qué momento termino viviendo bajo mi cama, en mi habitación... Estaba aterrada, no lo había visto aún pero sabía que no podía ser nada bueno. No era capaz de decirle a mis padres, no quería que se involucrarán, podía sentir que este era solo mi problema.

- Segura no quieres ir, Mónica?- La mujer la miro desde la puerta. La chica negó, su voz temblaba por lo que no quería hablar... Es sierto estaba aterrada pero al fin había recolectado la suficiente valentía para enfrentar a su huésped no invitado.  - Bueno, cerrará bien las puertas... Trataremos de volver temprano - la mujer salió hasta el patio donde se encontró con su esposo y se marcharon.

- Al fin sola...- susurro, salió al baño con sus piernas temblando como gelatina, si iba a recibir un susto de muerte al menos evitaría la vergüenza de orinar frente al monstruo. Miro el cielo oscuro y pensó en si su decisión era valiente o estúpida. Por otro lado ya no quería seguir así, sin entender que pasaba, sin saber que era lo que la estaba perturbando, ya no soportaba el hecho de que se le acercara en la noche y ella no fuera capaz de moverse, no soportaba que la observará en la noche en la oscuridad como un asesino a su presa, como un acosador, un cobarde. Acarició a su perrito que dormía en un cojín en el patio buscando de alguna manera la compañía del animalito.

Entro y dejo la puerta principal abierta no sabía si tendría que salir corriendo,  no se iba arriesgar. " Tu puedes, tu eres fuerte, tu eres la más hermosa" se dió fuerzas internamente. Se sentó sobre la cama, suspiro por última vez y apagó la luz dudosa.
No pasaron ni 2 minutos cuando empezó a sentir que algo bajo su cama se movía, - Se... Se de tu presencia - dijo tragando saliva. No hubo ninguna respuesta. - Se que te ocultas en mi habitación en las noches, bajo la cama en la oscuridad y me miras cuando crees que duermo- replicó más segura de si misma. - Y sabes que más ... - Mónica dudo un segundo. -No te tengo miedo-

- JAJAJA- una carcajada ronca retumbó en la habitación, a la chica casi le da un infarto rápidamente busco bajo su almohada un bisturí que guarda por protección y se aferró a él. - Dises que no me tienes miedo y te aferras a un arma cortante mientras tiemblas como un pajarito sin nido- el "ser" dijo burlón, rápidamente Mónica se dió cuenta de que ya no estaba debajo de la cama sino al pie de la cama. Tomó fuerzas y quiso ganar  tiempo para salir corriendo y buscar ayuda. - ¿ Cómo se que tu no tienes un arma ? - preguntó la chica deslizándose hacía el interruptor de la bombilla.

-No necesito de un  arma para matarte-

- ¿ Eres humano?-
- No, soy tu peor pesadilla - Mónica se abalanzó contra el interruptor y prendió la bombilla la habitación estaba vacía solo ella sobre su cama temblando pálida como papel.
- Ja...- rio de lado casi al punto de un colapso, - Mi peor pesadilla solo puede aparecer en la oscuridad, ridículo... Jajaja, ¿ Dónde estás miedoso? Acaso, te asusté -
- Buuuuu! - exclamó como burla el " ser " apareciendo a  solo un pasos de ella, Mónica gritó con fuerza, dió un salto y corrió a la salida, la puerta se cerró de golpe... - ¡ No!- forcejeo  tratando de abrirla. - Tu mamá dijo... Puertas cerradas- le recordo sarcástico.  Se giró y apunto con su bisturí.
- ¿ Dónde está... Dónde? - camino unos pasos adelante, y por un momento se pregunto si lo que había visto era sierto, si esa cara pálida realmente había estado tan cerca de la suya sonriéndole, si esos brazos largos que no podían ser de humano la atrapaban estaba perdida.

- Me buscás ?- le susurro al oído haciendo que soltará otro grito aterrado. Lo amenazó con el bisturí y en cuestión de segundas la había obligado a soltarlo y la sujetaba del cuello ahorcandola.
- No vuelvas amenazarme - dijo lanzandola contra la pared, todo lo que miro después fue oscuridad.

Conviviendo Con EllosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora