Confianza?

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Mis ojos abiertos casi sin parpadear empezaron aguarse, temblé por un momento... Tenía mucha rabia acumulada, las palabras de mi mamá realmente me habían lastimado, detestaba cuando se enojaba y me gritaba por cualquier cosa, cuando no media la intensidad de los insultos que me decía, detestaba quedarme callada sin importar lo injusta que fuera la razón por la que me regañaba ya que si le respondía o me defendía sentía que yo era la mala y me lo reprochaba todo el día. Me dirigí a mi habitación para evitar que mirara como mis lágrimas amenazaban con salir.

- ¿ Siempre es así?- pregunto Laughuing, lo mire parado frente a mi cama, rápidamente limpie mis lágrimas. - No ella es la mujer más cariñosa que puede existir, simplemente que ... No sé que hize mal- hablé muy despacio y suave, sentía que en cualquier momento mi voz se rompería y no quería verme como alguien debíl. - ¿ Qué hiciste mal? Vamos Monica, ¿cuánto llevo aquí? Desde que llegué la vieja esa grita y grita, que si no es por esto es por lo otro... Antes asta era divertido el caos pero tú mamá cansa , dime algo no te aburres-

- Es mi mamá, y no importa como sea no va dejar de ser la que me dió la vida, además ya te dije solo pasa aveces -

- Aveces, jjajaj pero lloras como una niña-
- Laughuing no necesito que me recuerden lo tonta que me veo-

- Ya tranquila, no te molesto ... Sabes que para que dejes de llorar haremos algo divertido - movió sus manos dejando salir ese humo negro que inundó la habitación, cuando se dispersó todos mis osos de peluche, y figuras de mi habitación habían cobrado vida y se movían por el piso. Mire al payaso quien sonrió como un niño pequeño. - Tarán !- dijo como si la sorpresa hubiera Sido una maravilla, la verdad estaba un poco sorprendida pero me daba un tanto igual.
- Ey! No te gusta? ...¿ No quieres jugar con ellos? - Jack tomo una muñeca del piso y me la mostró. - Oh, sierto... Ya no eres una niña, ¿ Qué hacen las de tu edad?-

- Mirar películas?-

-¡ YA SÉ!- gritó, me asusté. - Vamos de compras, a las chiquillas les gusta comprar ropa-

- No tengo dinero... Ni ganas- dije lo último susurrando. - Oh, vamos y por dinero no te preocupes yo te estoy invitando -

-¿ Tienes dinero? - Laughuing asintió. -¿ Robaste un banco?- le pregunté.

Laughuing rio a carcajadas su risa aún me daba mucho miedo. - Es una ilusión, recuerdas que hize mover tus juguetes... Eso también es una ilusión tú miras lo que yo quiero que mires-

- Es decir que los juguetes solo yo podia mirarlos moverse y además a ti solo yo puedo verte-

- Lo primero si y lo segundo no porque yo si soy real, ahora cámbiate y vamos -

- Y tú? -
-¿ Qué tengo?- dijo mirándose, ¿encerio lo decía? Literal era un payaso con brazos largos, dientes filosofos sin contar que eran amarillos aunque así los andan los loquitos del pueblo lo que no era de preocupación. Además estaba en blanco y negro, era un ser horrible imposible que no llamara la atención aún no era halloween.
- Se lo que estás pensando y no te preocupes puedo cambiar mi apariencia -

Laughuing se cubrió en un aura oscura yo me frote los ojos molesta por los restos de lágrimas secas en mis ojos. Cuando lo miré realmente me sorprendí. Su aspecto era totalmente distinto a como lo era antes, realmente parecía una persona común y corriente. Su cabello aún era largo pero de color café oscuro.
Sus ojos eran negros y su piel ya no era pálida sus mejillas rosadas lo hacían ver cómo un hombre de muy buena salud. Vestía un pantalón azul y una chaqueta negra y zapatillas azules. - ¿ Cómo me veo en mi forma ilusión?-

- Pues ... Ya no llamas la atención - dije, se veía mejor pero no dejaba de ser un asesino. - Uy qué fría, ahora vamos - me tomó de la mano y jaló de mi estaba frío. El aura negra nos cubrió a ambos y cuando me di cuenta ya estaba en San Pablo. Laughuing hizo que llegáramos a las afueras del pueblo nadie pareció darse cuenta me alivie un poco. - No quiero que me reconozca nadie-

Laughuing me miró de arriba a bajo. - Eres muy común, nadie se acordará de ti-

- ¿ Me dijiste insignificante?-
- Si - no me sorprendió su modo frío de decirme las cosas pero si me sorprendió darme cuenta que me estaba tomando confianza... Me ponía un poco ¿ Tranquila?

- No te enojes Moco loco-

-¿ Cómo me llamaste?-
- Moco por Mónica jaja es ovio-
Movió su mano sobre mi derramando ... No tengo idea de que derramó.  Pero me sentía diferente. Caminamos por la calle, Laughuing tenía razón no llamaba la atención, el por su parte si robaba algunas miradas ¿ Tiene atractivo del cual no me he dado cuenta?

- Escoge lo que quieras yo pago?- dijo, mire a mi alrededor la ropa colgaba de las paredes, y sobre los estantes la chica que atendía me miró de arriba a abajo . ¿Me estába juzgando? ¿No es común que un chico gaste en su amiga? Lo hace como lo hace un padre, un hermano... Un novio narco.
Toque la ropa tímida tratando de ver lo más simple para no parecer una interesada igual no sabía si Laughuing realmente pagaría o saldría corriendo burlándose de mi, por tonta e ingenua.

-¿ Qué pasa ? ¿ No te gusta esta ropa?-
- No es eso... Está linda pero-

- Ya te dije que dejes de preocuparte yo pagó - Laughuing comenzó a bajar ropa y entregármela, la chica me miraba con curiosidad me di por vencida y comencé a ver la que más me gustaba para probarme. Ya llevaba 3 bolsas la chica sacaba la cuenta y Jack observaba cada rincón sin mostrar ninguna emoción.
- son 460 - dijo finalmente. - ¿Cuánto sería lo mínimo? - pregunté. La chica miro a Jack y el a mi, ¿Qué tenía de malo pedir rebaja?

- Deja eso así ya te dije que yo pagó - Me quedé con la boca en el piso al ver cómo sacaba de su bolsillo un fajo de billetes, nonca había visto tanta plata junta la chica esperaba mientras guardaba la ropa que no escogimos. - Oye...- me susurró Laughuing - podrías contar y ver cuántos billetes son los que ella quiere, no conozco este tipo de dinero - replicó sin que ella escuchará.

- No pues ni yo- dije al ver que tenía puros billetes desconocidos. - Dise... banco central de la república Argentina, no parce eso no es de aquí -

- ¿ No ? ¿Y entonces como son los de aquí?-

Miré a la chica que esperaba impaciente, y le pregunté algo apenada. - ¿ Nos podrías mostrar un billete de 50 por favor?-

La chica se sorprendió pero no pregunto, creo que estába aburrida de nosotros y solo quería que nos fuéramos. Saco uno de la caja y lo mostró desde lejos desconfiada, Laughuing lo estudio de arriba abajo por unos segundos y sonrió.
- Ten paga tú - me dió los billetes renovados no sé en qué momento los cambio pero ya eran billetes de los que yo conocía, conté uno por uno y finalmente pague, la chica checó cada billete desconfíada. - Todo bien, gracias por su compra-

Tome mis bolsas y salimos, - Bien vamonos -

- De que hablas, vamos a la siguiente tienda- no me dejó decir nada, sin darme cuenta estaba en otro almacén.

Conviviendo Con EllosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora