Conviviendo Con Ellos

Saber de ellos

Toda la mañana estuve muy distraída, en toda la noche o al menos las horas después de que llegaron mis padres no pude dormir. No podía dejar de pensar en él, ese ser que vivía bajo mi cama, y ¿ si no cumplía lo que dijo y me mataba o peor aún mataba a mis padres? Pensarlo me aterraba.
- Oye Mónica ... Mónica... MÓNICA!-
- A si que pasa?- La chica salió de sus pensamientos y miro a su amiga de cabello rebelde. - ¿ Qué te pasa a ti? Has estado muy rara-

- No me pasa nada tranquila, solo tuve un sueño raro -
- Cuéntame, sabes que me gusta tratar de interpretar sueños-

- No, sabes dejémoslo así -

- Bueno- la chica miro su celular y empezó a leer algo que para Mónica era desconocido. - No sabes que Karen, creo que sí necesito tus conocimientos para este caso-

- Bien te escuchó - Karen dejó el celular y la miró. - Tuve un sueño bastante extraño donde aparecia un tipo de esos que te gusta ver en fotos -

- Hablas de Jack Frost?-
- Si... Digo no osea creo que si era un Jack pero no Frost - Mónica jugo con sus manos, suplicando en su mente que si amiga no le preguntará cómo sabía el nombres. - Jack? La verdad ... Yo conozco muchos Jack -

- Si, pero el es diferente... Diferente a nosotros, es un creepypasta -

- ¡UN CREEPYPASTA!- Karen salto de su silla casi sobre Mónica. - Que suertuda amiga, dime ya a ¿cuál soñaste?-

-No me llamaría suertuda, fue realmente horrible su cara es ... Digo, era blanca, ojos grises, nariz puntiaguda, cabello largo y negro, vestido de payaso a blanco y negro como una película antigua, sus manos largas con uñas como garras ahorcaron mi cuello y... -

Karen parecía una niña enamorada a la cual le leían una carta de su chico especial. - No deberías desear que eso te pasara -
- De que hablas?- le pregunto su amiga. -Te conozco, tu mirada lo dise todo y no Karen, no es como te lo imaginas, es un tipo horrible...-

- Ya, ya perdón, tu soñaste con Laughuing Jack el payasito asesino, sabes el fue el primer creepypasta que conocí leyendo fanfics, ¿ Quieres que te pase algunos?-
- No tranquila, hablame de él su historia -

- Ponte cómoda amiga porque la historia es larga...-

Horas más tarde...

Pensando en la historia de Laughuing Jack trate de justificar sus acciones, solo es un niño que siguió el ejemplo de su compañero que lo abandonó.
Miro su casa las puertas estaban cerradas. - Deben estar trabajando - dije en voz baja. Cuando me dispuse abrir la puerta la llave quedó colgando. No me atreví de pronto había recordado que la casa no podría estar tan sola, me regresé despacio caminando de espalda y choque con una silla provocando el estruendo de mi vida.

Deje la silla en el piso y corrí fuera del corredor camino al campo de la casa. -A dónde vas?- Laughuing Jack me miraba desde la ventana de mi habitación. Escucharlo y verlo allí hizo que diera un saltito por la sorpresa, me asusté y no fui capaz de dar un paso más. -¿ Estás huyendo de mi?- volvía a preguntar.
- Yo... Me olvidé de apartar el ternero - dije, aunque claramente era mentira ya lo había hecho cuando llegue. - No mientas, te he observado desde que tu chiva llegó -

- ¿ Pero como?-

Laughuing se rió, y cerró la ventana. - Estoy pérdida - murmuré y regrese a la casa.
Abrí la puerta con cuidado, mire lentamente hacia adentro dudosa, cuando sentí que una fuerza me tiró a la sala. -¡Aaa!- grité, la puerta se cerró de golpe, abrace mis piernas... Humo negro empezó a salir de mi habitación, y de un momento a otro el lugar estaba muy oscuro, la sala parecía hacerse cada vez más pequeña.

Estaba temblando mis lágrimas amenazaban por salir en cualquier momento, una risa ronca sonó en todo el lugar, sus manos largas agarraron mis pies, - No ! - grité tratando de huir pero era imposible soltarme del agarré, me empezó a arrastrar hacía la habitación oscura, gritaba con todas mis fuerzas mientras mis mejillas se bañaban de lágrimas el solo se reía a carcajadas. Podía sentir mientras el piso rasgaba el hilo de mi uniforme como mi piel también sufría rasguños. Cuando estaba por cruzar la puerta sus manos soltaron mis pies y el lugar volvió a ser como siempre, el humo desapareció y la puerta se abrió, me hice bolita mientras abrazaba mis pies no podía impedir que las lágrimas salieran a flote. - Solo fue una broma Mónica; tu castigo por mentirme- Laughuing Jack sonreía mirándome en el piso.- Ya levántate no exageres- añadió y salió de la sala.

Imbécil, no tenía idea de lo que había hecho, cómo podía comportarse así... Tan malvado. Me levanté y limpie mi ropa, seque mis lágrimas y verifique que mis rasguños no fueran graves, solo tenía un poco de sangre... Suspire dolida y me pregunté una vez más porque tenía que soportarlo allí.