Obscuros Secretos #1 Astrid

Capitulo Dieciocho

-¡Esto es ilógico, no puede ser! - repetía Ryan una y otra vez, negando con la cabeza.

Le había contado lo que sucedió la noche anterior, que Asher estaba vivo y que mantenía una relación con Daphne.

-Pues aunque no lo creas es así - me encogí de hombros

Nos encontrábamos en una cafetería, sentados uno frente al otro, su café era capuchino, el mío era amargo (sin azúcar). Al parecer Ryan estaba enojado porque Asher estaba vivo.

-Ya vine anuncio - Hayley llegando con dos vasos de capuchino, me dio una sonrisa - se me antojaron - explicó

Asentí

-¿Y Harvey? - pregunté frunciendo el seño

-Harvey esta pidiendo su café - explico tomando asiento a un lado de Ryan

-¿Pero estás segura de que es él? Me preguntó Ryan

-Cien por ciento - aseguré

Harvey llegó, con una sonrisa se sentó a un lado mío, le tomo a su café.

-¿De que hablaban? - pregunto Harvey.

-El padre de Ryan está vivo - explicó Hayley

-Pero estaba muerto, ¿No?- se quedó pensando

-Pues resultó que el muerto no está muerto, esta muy vivo, y anoche fue a ver a Daphne - expliqué.

Ryan se tocó el rostro con fastidio y habló

-De acuerdo, está vivo pero tiene que haber una razón por la que haya venido - supuso.

-Es lo mismo que yo digo - lo apoyé

Volteé mi vista a la ventana y lo vi, vi a Asher parado fuera, con la espalda recargada en su automóvil, cruzado de brazos, viéndonos.

-Chicos - los interrumpí.

-¿Que? - pregunto Ryan enojado.

-Él está aquí... Asher está aquí, allá afuera - expliqué y los volteé a ver, ellos voltearon su vista hacia donde yo la tenía momentos antes.

Ryan se paró rápidamente y corrió hacia la salida, lo seguí.

-¡Espera, Ryan! - exclamé, causando que todas las personas que se encontraban ahí, pusieran su vista en nosotros, él no me escucho y siguió.

Salimos pero Asher ya no estaba.

Ryan soltó un grito y lanzo las manos al aire, maldiciendo y gritando una que otra grosería contra Asher.

El carro de Asher paso frente a nosotros, las ventanas estaban abajo, así que Asher nos pudo ver, sonrió con burla y se quitó las gafas.

Viéndolo así de cerca, se veía joven, como de unos cuarenta o treinta, estaba bastante conservado, ni un signo de arrugas, y su forma de vestir tan elegante le hacía verse atractivo.

Hannah

Toque la puerta otra vez, no habría. Al parecer Connor estaba fuera de su casa pues llevaba como una hora llamando a su puerta y no habría.

-¿Hannah? - oí su voz detrás mío, me volteé para verle.

-¡Connor! - sonreí.

-¿Que haces aquí?,¿Pasó algo?, ¿Le pasó algo a Astrid? - empezó a caminar hacia mí dirección, saco unas llaves de una de las bolsas de su pantalón y abrió la puerta de su casa.

-No, nada de eso - negué - es que estoy aburrida en casa y no tenía a nadie con quien hablar así que vine a ti - expliqué.

La verdad era que tenía muchas cosas que hacer, muchos deberes y tendría mucha tarea si no fuera por Finney, mí amigo, el cual se ofreció a ayudarme con esta, bueno, no se ofreció del todo, tuve que darle un pequeño sobornó.