Obscuros Secretos #1 Astrid

Capitulo veinticinco :FINAL

Aurora

Me encontraba en un cuarto totalmente oscuro, no había nadie en el más que un cadáver, el cadáver de mí querido Harvey, el cual se hallaba muerto a un lado mío, no me gustaba verlo así, la sangre le seguía saliendo de la boca. Yo lloraba desconsoladamente.

En ese momento Connor junto a otro chico que no pude distinguir entraron al cuarto y me llevaron fuera de esté.

Yo gritaba que me soltarán y forcejeaba, aunque eso al parecer a ellos no les molestaba. Me llevaron a un cuarto en el que se encontraba Hannah; estaba sentada en una silla,atada de manos y pies, al igual que Harold, se veían tan mal, al poco tiempo ya me encontraba como ellos.

-¡Sueltenla!- la silueta de Harvey apareció, pero...¿cómo?, Hace poco tiempo estaba tirado en el suelo muerto.

De un momento a otro Hannah y Harold desparecieron.

Ahora sangre corría por mis manos, voltee a mi alrededor, había un niño tirado, sangrando, parecía tener unos 15 años. Yo no entendía lo que pasaba, todo era tan confuso, ¿Quién era ese chico?.

-¿Por qué?,¿Por qué tenías que ser igual que tu padre Ariadna? - pregunto Harvey enojado y procedió a ahorcarme.

Su agarre era demasiado fuerte, tanto que quede desmayada.

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Desperté de ese sueño horrible, ¿Volverme cómo papá? Era mi peor temor.

Era de madrugada y tenía sed, salí del cuarto y me dirige a la cocina.

La silueta de una mujer se encontraba sentada en la sala grande, con una copa en la mano. Me quedé quieta, hasta las ganas de tomar agua se fueron, desaparecieron.

Pensé en gritarle a Daphne aunque lo dude, no quería hacer un show, no sino era necesario.

-¿Quién eres?- pregunté

-Estas divina, te ves más grande y vaya que no te pareces a tú padre - dijo, al parecer, la señora, su voz era delicada, tenía el presentimiento que ya la había escuchado antes.

Calculaba que aproximadamente tuviera unos 30 o 40 años.

La señora se levantó de el sillón, al parecer llevaba un vestido pues su figura perfecta se dejaba notar, era alta y ese perfume caro, yo lo conocía, conocía ese aroma.

-Aun no ha respondido mi pregunta -le recordé

Empecé a avanzar hacia el apagador.

-No creo que funcione todo el pueblo se ha quedado sin luz, al parecer la están arreglando -ladeo la cabeza -

¿Y si le gritaba a Daphne?

Y como si hubiera leído mis pensamientos, me respondió

-Si le hablas solo complicarlas todo, querida - aún así no hice caso de sus palabras y procedí a gritarle.

-¡Mamá!, ¡Daphne!- la señora se notaba tranquila, nisiquiera se había molestado en inmutarse de su lugar.

Daphne salió rápidamente de si cuarto, apenas poniéndose la bata de dormír, salió con una vela en mano. Y cuando vio la silueta se quedo quieta, no se movió.

-Ariadna, a tú cuarto, ahora -ordeno Daphne

-Hola amiga - dijo la señora

Voltee a ver a Daphne -¿La conoces? - pregunté extrañada

-Ariadna, a tu cuarto- volvió a ordenar, pero no hice caso

-Ella no lo hará Daphne, no eres quien para darle órdenes - la señora volvió al sillón y tomo algo de este.