Capitulo Doce

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Recogí mis cosas y mandé a imprimir la información, apenas salió la última hoja me fui de ahí con la cabeza baja.

¿Ya?

¡Ya voy, ya casi llego, nada me presiones!

Y colgó

Estaba hablando por teléfono con Ryan, me encontraba en mi casa caminando de un lado al otro, aún pensaba en el daño que mi papá les había hecho a Aline y a su mamá.

De repente tocaron la puerta de la casa y rápidamente fuí a abrir.

-¡Hasta que por fin llegas!- lance mis brazos al aire y solté un gran suspiro.

-Corrí lo más rápido que pide- dijo entre jadeos-¿Me dejarías entrar?-pregunto señalando la casa.

Me hice a un lado.

-Gracias que amable-el cerro la puerta muy fuerte causando que se  hiciera un gran ruido -perdón- se disculpo y se sentó en la sala.

-De nada- le di una sonrisa de boca cerrada- y ya me debes una puerta.

-¿Y para que me...- lo interrumpió Hannah.

-¿Todo bien Astrid?-salio del cuarto asustada.

-Oh,hola pequeña-saludo Ryan.

-Hola hermano- respondió con una gran sonrisa.

-¿Hermano?- pregunté con el seño fruncido y los volteé a ver a ambos.

-Es una larga historia- dijo Hannah dándome una pequeña sonrisa- ¿De qué hablan?

Iba a responderle sin tratar el tema de papá pero Ryan se adelantó

-De los crimenes que papá cometió- respondió rápidamente y me volteó a ver con una gran sonrisa para después guiñar un ojo.

-¡Me interesa!- dijo Hannah y prosiguió a sentarse a un lado de Ryan.

(•••)

-Yo sabía que papá podía hacer eso y más- dijo Hannah tranquila.

-¿Y tú cómo sabías eso?- pregunté con curiosidad.

-Lo investigue primero que tu, nena- me guiño un ojo.

Volteé los ojos.

-¡Vamos!, Todos sabíamos lo que era papá menos tu- dijo Ryan señalándome.

-Bueno ya lo se- aclare.

-Si pero antes no- explico.

Alguien tocó la puerta.

-¡Ya llegaron la pizzas que e pedido!- exclamo Ryan feliz.

Se paró del sillón y rápidamente fue a abrir la puerta y efectivamente era el chico de las pizzas,el chico era alto y moreno,Ryan le pago y el chico le entrego las tres cajas de pizza, después se marchó.

-Ahora solo faltan las películas, ¿Quién las pone?- pregunto, que descarado, lo mire con los ojos entrecerrados.

-¡Yo las pongo!- anuncio Hannah, se paró del sillón y fue al cuarto por las películas,¡y ella se lo permitía!, Ya nadie respetaba lo ajeno.

Obscuros Secretos #1 Astrid Donde viven las historias. Descúbrelo ahora