TREINTA Y TRES: ES POR AMOR / ESTOS CELOS

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2 meses después

Hannah

Desperté temprano; 7:30 marcaba mi reloj.

La puerta de mi cuarto se abrió y Harold entro con una charola llena de comida nutritiva; como pescado, fruta y verdura, un vaso de agua de naranja, un plato con galletas y queso. Sonreí.

-Gracias - talle mis ojos.

Él puso la charola en el mueble que tenía a un lado mío y después beso mi cabeza.

-De nada Blanca nieves - sonrió.

Me entrego los cubiertos, me senté en la cama, él se sentó a un lado mío.

-¿Ya están mejor tus piernas? - asentí mientras le daba un bocado a mi pescado.

-Lo que no está bien es mi alimentación - me quejé - por dios, está dieta me va a matar - le tome a mi agua, él rió.

-A nadie le gustaría comer siempre lo mismo, no eres la única, todos en la casa hemos estado comiendo pescado estos dos meses - hice una cara de desagrado.

-Lo compensare el siguiente mes, lo prometo -

-Mhj, claro - volteo los ojos

-En serio - sonreí

-A mí me lo podrás pagar aparte - me miró pícaro, reí y negué.

-¿No? - pregunto ofendido.

-Lo pensaré - sonreí

-No hay nada que pensar, porque seguro que será así - sonrió.

-¿Qué le hace pensarlo señor Harold? - entre cerré los ojos.

-Es indudable que usted, señorita Hannah, quiere lo mismo que yo - alcé las cejas sorprendida.

-Puede - me encogí de hombros y seguí comiendo.

Se acercó a mí para besarme pero la hermana de Niall nos interrumpió.

-Disculpen - Harold apretó la mandíbula y la volteo a ver - la señora Bolsón requiere de su presencia, señor Harold - él asintió, me volteo a ver.

-Ya vuelvo - asentí.

Salió rápidamente del cuarto, la chica estaba pero hacerlo pero la detuve.

-Espera Layla - ella me volteo a ver.

-¿Si? - cerró la puerta.

-¿Cómo está Niall? - ella sonrió.

-Me imaginé que preguntarías eso - asintió - él está bien, pero no está aquí - fruncí el seño confundida.

-¿A que te refieres?- pregunte confundida- ¿a donde se lo llevaron?- pregunte alterada

-Tranquila esta en una cabaña que nos heredaron nuestros abuelos paternos-explico - se fue para no tener problemas con tu familia -

Mejor dicho, con Harold.

-¿Cuando volverá?- pregunte angustiada y me reincorpore en la cama

Ella rió

-Parece que Harold no te lo ha informado como se supone que tuvo que haber hecho, por ordenes de la señora Bolsón - alzo las cejas sorprendida.

Mi rostro reflejaba confusión, no sabia de que me hablaba, aparte, ¿No era mas que claro que Harold no me iba a decir nada? Odia a Niall, porque le gusto y... porque posiblemente yo también lo ame.

-Pero Niall te dejo algo - saco una hoja blanca doblada en cuatro de la bolsa trasera de su pantalón y me la entrego - te dejo sola para que la leas - sonrió y salio del cuarto.

Tome la carta y la desdoble rápidamente para leerla.

Hola querida amiga Hannah:

Quiero decirte que las cosas se han complicado estos días, es por eso que he tomado la decisión de desaparecer por unos cuantos días, tal vez meses o años; desaparecer tanto de tu vida como de la de Harold. Es lo mejor para todos pero, no creas que despaareciendo no los ayudaré, claro que lo haré, derrotaremos a ese maldito de Connor.

Espero que mi carta sea entregada a ti, jamás te olvidaré.

Con cariño tu amigo Niall.

No pude evitarlo y empecé a llorar, en tan poco tiempo lo había perdido, cuando al fin lo había encontrado Harold había hecho que desapareciera de mi vida. Y hablando del dios de Roma, entro al cuarto con una sonrisa fingida.

-Hay que ver si... - se quedo callado cuando se percató que estaba llorando y dirigió su mirada a la hoja que tenía en la mano, apretó la mandíbula e intento arrebatarme la hoja, pero quite mi mano.

-¡No!- grite enojada, me pare y aunque me tambalee trate de mantenerme en pie, me agarre fuertemente del mueble café que estaba a un lado mío - no te quiero Harold, ya no quiero estar contigo - confesé entre lágrimas - a veces quiero que mueras, que desaparezcas de mi vida de una vez por todas pero no puedo y eso lo odio, odio que mi mamá te aprecie,odio el hecho de que todos te quieran y te aprecien en esta familia porque jamás me escuchan, y lo que yo diga de ti les valdrá mierda. No te quiero, desparece de mi vida - grite enfurecida y como pude intenté caminar hacia la puerta pero él me tomo del brazo fuertemente y me atrajo hacia él - ¡No!

-Grita todo lo que quieras, no hay nadie en casa, solo tu y yo - dijo a mi oído, empecé a golpear sus manos y a gritar lo las fuerte que podía, avente mi cabeza hacia atrás y le di un golpe, él me soltó instintivamente para tocarse la nariz, la cual ahora estaba sangrando. Corrí rápidamente hacia la puerta y salí del cuarto, baje las escaleras corriendo, él me persiguió.

Para mí de malas no traía mi teléfono, entre en pánico y lo único que hice fue salir a la calle a pedir ayuda. Mi respiración se agitaba cada vez más y las fuerzas de mi cuerpo se debilitaban.

Y como si eso no le bastará me tomo de la muñeca arrastrando me hacía adentro de la casa, cerró la puerta con llave y me volteo a ver con una sonrisa.

-No irás a ningún lado, princesa - su respiración estaba agotada y si nariz aún estaba goteando de sangre.

-¿Por qué me tienes aquí?, No me quieres ni te quiero así que déjame ir - insistí.

-Si, si me quieres, solo que Niall lavo tu cabeza y te engaño con eso de que no me amas pero tranquila que yo estoy aquí para recordarte todo, tu tranquila - repitió una y otra vez.

Negué, cada vez sentía mis ojos más pesado por mi llanto.

-Jodete Harold, estás loco - subí hacia el cuarto y me encerré. Tomé mi teléfono, marcaba sin señal.

Me senté en mi cama, mis piernas pesaban y dolian mucho, al igual que mis ojos. Entonces perdí noción de lo que pasó a mi alrededor y termine sumida en sueño profundo.


Obscuros Secretos #1 Astrid Donde viven las historias. Descúbrelo ahora