6- Salvación
-¡Sayo! –La mujer de rizos castaños suelta un pequeño suspiro de resignación mientras toma sus cabellos para recogerlos en una coleta alta, la realidad es que el calor del día la estaba asesinando de una forma no metafórica- ¡Sayo!
-¿Pasa algo, Mav? –la mujer ladea el rostro con algo de molestia pero sonríe con amabilidad al encontrarse con el anciano rostro de Dale, suelta un pequeño suspiro, encogiéndose de hombros
-¿Viste a Sayo? –Le cuestiona con algo de preocupación- se supone que solo iría por agua pero...
-No te preocupes, esa niña salió al bosque con los hermanos Dixon –le detiene el hombre con amabilidad, apretando gentilmente el antebrazo- pensé que ella te había avisado, de lo contrario habría venido antes a decirte.
-No te preocupes Dale, no es tu culpa, esa niña siempre hace lo que quiere –le consuela la mujer manteniendo una sonrisa amable, se remueve un poco, notando que todos en el campamento parecían enfuscados en sus propias actividades- ¿Y Bal?
-Salió con Carl a pasear por el bosque –responde entonces, la castaña suelta un suspiro de resignación, no es como si pudiese hacer algo para detenerlos
-¿Hay algo que yo pueda hacer en el campamento mientras esos niños corre por ahí?
-Glenn saldrá a la ciudad por suministros en un rato, pero además de eso no mucho –explica, la castaña asiente entonces, estirándose un poco
-¿Le dices que me espere? Iré con él –el hombre asiente al instante, aceptando la normativa- primero revisare las trampas antes de salir o Shane volverá a joder por eso.
-Claro, yo transmito tu mensaje
-Muchas gracias, Dale
La castaña se aproxima hasta una carpa cercana para hundir la mano en su interior y retirar, con un rápido movimiento, las dos espadas medianas que había robado de una armería y de las cuales se había adueñado, acomoda ambas en su espalda antes de soltar un suspiro de resignación, caminando hacia la entrada del bosque.
Definitivamente castigaría a Sayoris lo que le reste de vida ¿cuál era su bendita obsesión por desaparecer sin avisarle?, ya cuando estaban en el pueblo maldito le fastidiaba, ahora que estaban en medio de un puto apocalipsis el que desapareciera la enloquecía... un poco. Bueno, un poco bastante, a quien engañaremos.
-¡MAMI! –sus pasos se detienen en seco y toda molestia que pudiera sentir se desvanece cuando observa como el demonio de cabellos castaños corretea hacia su lado, sus ojos azules resplandeciendo con un brillo inigualable, sus mejillas cargadas de un sonrojo natural. La castaña extiende sus brazos para rodear el cuerpo de la niña, tomándola en brazos- ¡Mate otro caminante!
-¿En serio? Eso es increíble, Yori –indica con una sonrisa pasando los dedos por los cabellos castaños de la joven. Sayoris pronto cumpliría los ocho años y, a pesar de que todo ella parecía el ángel de la más clara pureza, era un demonio traído del infierno, como los Dixon le llamaban.
ESTÁS LEYENDO
El ultimo lugar seguro | The Walking Dead
FanfictionA medida de que una persona crece transita por distintos lugares, por distintos motivos que lo marcan de por vida. Es ese procedimiento el que te enseña lo qeu es bueno y lo que es malo, lo que es recomendable, lo que deberías hacer y quien en reali...