17- Una tierra de tumbas

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17- Una tierra de tumbas

-No te entiendo, hermanito ¿Por qué todavía estás aquí? –Daryl observa con la ceja elevada a su hermana, un gesto silencioso que daba a entender que no comprendía el trasfondo de la mentira, sin embargo, como Marle no llega a comprender el gesto, lo expresa

-¿A qué mierda te refieres ahora, Marle?

-Dijiste que Mavis te dejo –cada vez que lo escuchaba, cada vez que lo recordaba, era una apuñalada en el corazón y un rocío de sal sobre la herida. Maldito mundo, ojalá pudiera olvidar- ¿por qué mierda no estás tras ella?

-Dudo mucho que lo que ella quiera ahora mismo es que vaya a buscarla. –confiesa con un poco de sarcasmo, dolía más aceptar eso que lo anterior

-Creo que eso es exactamente lo que quiere, no seas un marica que vive con miedo. –Daryl desvía la mirada con fastidio- ¿Cuántas veces perdiste a la chica por no ir detrás de ella cuando debías? Siempre termina siendo ella quien corre primero para buscarte, no creo que quiera seguir haciéndolo.

-¿Y qué mierda propones, Marle?

-Que si la quieres, si quieres a esa mujer y esos niños en tu vida para jugar a la casita feliz en medio de un apocalipsis, entonces la busques. –sonaba tan fácil, ojalá fuera tan sencillo... o quizás lo era y el hombre de ojos azules buscaba excusas para no poder hacerlo, como constantemente el mundo parecía susurrarle. Quizás no se daba cuenta pero alejaba solo su felicidad- No te quedes como un imbécil llorando en las esquinas y diciendo "ay, es que ella me dejo". Ve, búscala, síguela porque la ardilla te ama; y si te dice que no sigue intentándolo, sigue cerca, sigue ahí hasta que entienda que esta vez sí estarás ahí.

-¿Desde cuando dices tal cantidad de mierda?

-Desde que no jugar a la casita de verdad te está afectando. Ve a buscarla, deja de ser un idiota.

Seguramente a Daryl le encantaría tener una respuesta sobre que se supone que hiciera, sobre cómo debía proceder y, aunque estaba segura de que Marle tenía un punto coherente, de que podría ir detrás de Mavis, ella seguro lo aceptaría de regreso con una sonrisa cálida en los labios y la mirada tan brillante que encogería el corazón de cualquiera, claro que sí. Pero la verdad es que no podía.

Él estaba arruinado, cargado de oscuridad ¿cómo se atrevería a ir tras Mavis para pedirle que regrese cuando finalmente ella se había librado de su sombra? ¿De qué forma? Ella merecía ser libre y feliz. Y para eso no lo necesitaba.

-¿Qué pasa? –La mujer de rizos se mantiene estática ante la sorpresa, abriendo los ojos

-No encuentro ni a Marle ni a Michonne, se fueron. –responde Tony con rapidez saliendo del pabellón

-Daryl irá a rastrearlo. –indica entonces Rick respondiendo la duda dibujada en la mirada de la mujer de mirada chocolate que se había girado al ver a su mejor amigo pasar como una sombra desenfrenada por su lateral, al instante toma el arma de la cintura de Rick quien ni siquiera cuestiona.

-Iré contigo –le advierte al joven de ojos azules, corriendo para poder alcanzarle, el hombre la observa rápidamente

-¿Qué?

-Iré contigo –responde ella nuevamente, jalándolo- Vamos a la maldita moto.

Los caminantes cubrían cada maldito lugar habitable, o previamente habitable, que recorrían; se encontraban allí devorando cuerpos, persiguiendo animales, destruyendo todo lo que había a su paso, cubriendo el universo con un manto de muertes y tumbas.

Daryl detuvo la moto cuando llegaron a la zona de garajes abandonados donde Marle debería estar, Mavis sale detrás de él justo antes de que la moto cayera al suelo con un ruido sordo, su mirada chocolate escaneando la zona con miedo en su corazón; el hombre de ojos azules continua el caminar hasta que los dos se detienen en seco, paralizados.

El ultimo lugar seguro | The Walking DeadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora