El ultimo lugar seguro | The Walking Dead

24- Un lugar

24- Un lugar

-Te ves solo –la sonrisa se establece en los labios de la castaña cuando el hombre se gira para poder encontrarla- ¿Quieres que arreglemos eso?

-Querida, bien sabes que ahora no podemos arreglar eso –una sonrisa se dibuja en los labios de Rick, aliviado de cierta forma al descubrir que la castaña continuaba siendo ella- ¿Te recuerdo que ahora estas saliendo con Daryl Dixon? No sé si puedas seguir proponiéndome que arreglaras mi soledad- continua con el mismo tono burlón

-¿Pero que insinúa, mi querido señor Grimes? –indaga la castaña, aproximándose al castaño con falsa ofensa- yo solo hacía referencia al hecho de que puedo hacerte compañía –los dos adultos se miran un momento antes de compartir una pequeña risa, la cabeza de la mujer cayendo contra el hombro de su compañero- No quieres ir. –ni siquiera es una duda, no es pregunta.

-No es como si tuviese muchas opciones –debate él

-Quédate con los niños, cuida de mis hijos, los tuyos de Chris y J... -se detiene, recordando que Maggie y Glenn se habían llevado al niño rubio con ellos en su travesía- de mis hijos, tus hijos y Chris. Yo iré con el grupo –recapitula, Rick niega con la cabeza

-No, le debo muchas cosas a Carol –le recuerda como si fuese obvio, la mujer de ojos chocolate se mantiene en silencio ante ello- Tú quédate. Cuida de mis hijos, de tus hijos, de Chris, estaré seguro de ellos si te quedas aquí –solicita finalmente, la mujer niega con la cabeza -¿por qué no?

-No quiero separarme de Daryl –confiesa, sabe que suena ridículo pero no le importa, sus brazos cubren su torso como si intentase protegerse de algo malo- cada vez que me separo de él alguno termina desapareciendo, o uno de mis hijos. Y no quiero seguir soportando eso, quizás sea ridículo, quizás una corazonada pero tal vez, si no nos separamos... realmente no nos separaremos ¿me explico?

-Sí, entiendo que mi querida me abandono por un cazador –Rick se gira, sus brazos cubriendo a la castaña para poder darle el abrazo de apoyo que ella necesitaba- si sirve de algo, aunque no sea Daryl, te prometo Mavis que no volverás a separarte de ellos, ni siquiera accidentalmente. Te quedarás conmigo, con tu amante, con nuestros hijos hasta que todos envejezcamos en un pueblo lejano.

-Eso me encantaría –admite la mujer con un suspiro de satisfacción, sus ojos cerrándose momentáneamente- ¿Y cuando seamos viejos serás todavía un viejo gruñón?

-¿Debería preocuparme? –la castaña vuelve a abrir los ojos, su mirada chocolate encontrándose con Daryl, una sonrisa escapando de sus labios al descubrirle frente a ella. Rick rueda los ojos, su brazo liberándose del cuerpo femenino con falsa indignación.

-¿Bromeas? Todavía no consigo que ella me mire así, no tengo como combatir –continua con un tono bromista, girándose para besar la coronilla de la castaña- te la dejo un rato, iré a ver a nuestros hijos –y finalmente se gira, entrando a la iglesia una vez más; la castaña levanta los brazos para poder enredarlos alrededor del cuello de Daryl en un abrazo flojo, una sensación cálida instalándose en ambos.

-¿Debería preocuparme? –cuestiona una vez más, las manos masculinas acomodándose alrededor de la cintura contraria, la mujer suelta una carcajada ante lo ridículo de su pregunta.

-Flechas, la relación que tú tienes con Carol debe ser la que yo tengo con Rick –indica la mujer con calma y sinceridad, la sonrisa del cazador se afianza un poco- pero la persona que a mí me gusta eres tú. Pensé que era lo suficientemente clara estos últimos... ¿quince? Años

-Bueno, nunca está de más asegurarse.

Yori se afianza al brazo de Chris frunciendo seriamente el ceño como si tuviese algún grado de indignación, sus ojos azules clavados sobre sus progenitores, sus labios convirtiéndose en una fina línea de puchero que le hacía parecer adorable a pesar de todo.