Rugidos Sordos [Gar Logan]

Capítulo V: Unos Viejos Amigos

"¿Cuántos tipos habrá, quince? ¿Debería llevar un cuchillo... o una pistola mejor? ¿Tienes armas?"

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Cuando Nora pensaba en Washington lo primero que se le venía a la mente era la Casa Blanca, el Washington Monument, la película de Will Smith: "Día de la independencia", la Biblioteca del Congreso... pero nunca pensó que estaría viendo palomas blancas pelearse entre sí en la jaula de una terraza.

Tampoco se imaginaba volver a ver a cualquiera de los Titanes reunidos una vez más, pero, sin embargo, ahí estaban; Robin, el Halcón, y la Paloma.

- Hey, ¿qué rayos haces aquí, Dick? - La voz de Hank, claramente llena de ira, se escuchó luego del rechinido de la puerta de metal. Nora dejó de admirar a los pájaros para ver al recién llegado, que se acercaba a su hermano como un camión sin frenos. Era alto, y aún estaba en forma, pero se lo notaba caído.

-Hank-. Lo cortó rápido Dawn, intentando detener la pelea que podía llegar a ocurrir.

El castaño metió sus manos en sus bolsillos. - Tuve un problema...- Intentó decir, pero fue pronto interrumpido por el otro hombre.

La rabia crecía en Hank, mientras Nora se levantaba de su asiento lentamente; una sonrisa se formaba en su rostro. - Linda reunión que tienen aquí...- No debías ser Rachel para notar los celos. Dick se defendió con un "sabes que no es así", pero el otro respondió casi tan rápido cómo las palomas comenzaron a alborotarse.- Así lo veo yo-. 

 - ¡Hank! - Se atrevió a decir finalmente la pelinegra, al encontrar un hueco en el argumento. Los ojos del tipo de pelo gris se abrieron con alegría al ver a la adolescente correr hacia él. Había pasado tanto...

- ¿Nellie? - No oía ese apodo hacía años, pero no podía decir que no lo extrañaba. De un momento a otro, con el impulso de la carrera, la pequeña Grayson saltó hacia él, haciendo que se tambalearan. Hank la rodeó con sus brazos, evitando que se callera. 

Un grito de dolor hizo que Nora se bajara rápidamente. - Los años no te sentaron bien, Anky-.

El más alto puso una mano en su columna, a modo de calmar el dolor. - Cierra la boca, eres tú la que está más pesada que antes... ¿cuándo creciste tanto?- Su pregunta reflejaba lo profundamente impactado que estaba de verla.

- Pasaron tres años, Hank...- Le recordó, riendo. Dick se preguntaba cómo era posible que su risa reviviera... era cómo si se marchitara cada vez que se acercaba a él.

-Tres a-- Wow... - Sus ojos se abrieron cómo platos. - Parecía ayer cuando pedías que sostuviera la bolsa de boxeo que no podías mover, y ahora eres una... puberta...- 

<< Pero esa bolsa sí se movía... Oh... >> Recalculaba Nora, pero el que él hubiese actuado cómo si sus golpes fuesen dañinos sólo hacia al recuerdo más tierno.