"Ugh, descafeinado. Un acto del diablo."
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Las Iglesias, Dios... nunca fueron lo suyo. Bruce decía que tener fe en algo era crucial para poder avanzar; sin una meta nadie llega a ningún lado.
¿Pero quién es más peligroso que aquel que llega a dónde quiere sin miedo de decepcionar, o morir?
Nora había descubierto que cuando no tienes nada, y no le debes nada a nadie... todo se vuelve más fácil. Cuando crees que hay algo mejor al final del túnel de la vida, vives con la esperanza de que todo se resolverá al final. Pero si no crees en el Cielo, aprovechas el tiempo que tienes porque al morir el resto es sólo un vacío de oscuridad en el que nos volveremos otro punto insignificante en la interminable historia del infinito universo.
Nora Grayson no tenía miedo a las arañas o a la oscuridad. Tenía miedo a no lograr nada en la vida, a no dejar ninguna marca en la historia. Y aunque no tenía creía en la existencia del Mesías, estaba segura de lo rápido que la gente olvida.
Su hermano era un claro ejemplo, según Nora. Pensaba que luego de tres años ella habría olvidado lo que hizo, que lo perdonaría en cuanto tocara en su puerta. Creía que ahora que no era Robin, todas las decisiones que había tomado cuando sí lo era se borrarían de su historial. Sin embargo, el auricular de la pelinegra era prueba de que eso era mentira, que los errores perduran en la vida de todos aquellos que lo sufren. Y que deberían grabarse en la mente de los que los cometen.
Ella quería dejar una impresión de las buenas en el mundo, habiendo ayudado a cuantos pudiera. "Nora Grayson, salva el mundo", "Nora Grayson, heroína", "Nora Grayson, la salvadora". Incluso si eso requiriera de ayudar a una chica con poderes mágicos a la vez.
- Ella está bien -. Le notificó Dick a su hermana, despertándola de su transe. Había estado esperando sobre uno de los bancos de madera más incómodos del planeta, con el fin de darle espacio a la otra para pensar y... rezar... o lo que fuera que los católicos hicieran cuando acababan de destrozar más de diez autos en segundos.
- Bien... - Tomó su chaqueta para irse en busca de un café, necesitaba energía si estaría más tiempo en un convento, con su hermano.
Pero no pudo hacerlo sin que el castaño la detuviera antes. - No iba a volver-. Confesó. - No hasta que tuviera mis asuntos en orden, esa es la verdad-. Sus ojos se clavaron en los de su hermana; compartían ese color almendra en su iris.
Se produjo silencio. - Pensé que habías cambiado. De verdad conseguiste convencerme por un momento... Esa carta sólo me hizo verlo todo más claro; todavía eres Robin. Y hasta que no dejes de ser él no podrás ser mi hermano-. Apretó una sonrisa, destinada a ser pasivo-agresiva. Quitó su brazo con suavidad, girándose sobre sus talones para irse.
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Rugidos Sordos [Gar Logan]
Fanfiction<< Basado en la serie dirigida por Akiva Goldsman, "Titans">> A pesar de haber vivido su vida a la sombra de su hermano y su padrastro superhéroes, Nora no pudo evitar que su complejo de heroína la embarcara en un viaje para ayudar a otr...