Capítulo XXVI: Loca-Kory

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"Esto es mío

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"Esto es mío."

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Kory estacionó la camioneta robada en el aparcamiento de la casa de campo. Resulta que a la de cabellera fucsia la perseguía la policía; algo sobre asaltar a unos oficiales. No importaba, no se quedaron a averiguar. Debieron hacer los últimos kilómetros en el vehículo de un hombre de construcción que Gar había ahuyentado. No fue tan terrible.

Al menos no contando con los auriculares de Gar.

- Cool... - Logan se bajó del coche en un salto, seguido por Nora.

Una serie de sentidos llegaron a ella. Sorprendentemente, sin abrumarla. Podía oler la fuerte esencia de las amapolas. Su nueva visión mejorada la ayudó a divisar una llave bajo la tierra de una maseta. Se acercó y la tomó, soplando para limpiarla; tocando el frío metal pudo confirmar que nadie tocaba eso desde hacía mucho tiempo (significaba que no había nadie dentro, estaban a salvo).

- ¿Cómo sabías que... - Angela se acercó a ella, perpleja.

- Suerte, supongo -. Apretó una sonrisa y se la entregó en mano, intentando despachar el tema rápido. Con un leve "Claro", la rubia abrió la puerta y los invitó a pasar.

Sus sentidos volvieron a entrar en juego. Inspiró, viendo que otra cosa podía descifrar. Se arrepintió al instante. Tosiendo, se tapó la nariz. - Creo que tenías queso azul en la heladera... y algo de mayonesa -. Dijo, recibiendo más miradas confundidas. No estaba haciendo un muy buen trabajo disimulando.

- Si, ¿no lo huelen? - Gar se paró junto a ella, también tapando su nariz. Nora sabía que él no tenía idea de lo que hablaba, pero el gesto fue... lindo. Las chicas solo se encogieron de hombros, sin darle mucha importancia. Logan se giró hacia ella y apretó una sonrisa.

Ella solo dijo "Gracias" por lo bajo, y ambos se dirigieron a la sala de estar, donde las otras tres estaban.

- ¿Sabes lo que estás haciendo? - Preguntó Kory, sentada en el viejo sillón polvoriento, a Rachel.

La de pelo azul se acomodó sobre la mesa de té y negó la cabeza. - Para nada -.

- Bien... Intentémoslo -. Rachel comenzó a llevar sus manos a la cabeza de su amiga.

- Perdón... ¿qué es lo que van a intentar? - Grayson se acercó a ellas algo confundida. No había siquiera dejado su mochila en el suelo y ya estaban tramando algo. La niña alejó sus manos de Kory.

Sin quitar la mirada la una de la otra, Rachel respondió.- Intentaré curar la mente de Kory, tal vez así pueda recuperar su memoria... - Lentamente, llevó sus manos a las sienes de la morena. Se frenó de golpe. - Si algo te duele, sólo házmelo saber -. Indicó.

- Okay... - Hartas de interrupciones, continuaron con lo que hacían.

- Y esto es una buena idea porque.... -

- ¡Nora! - Dijeron las dos al unísono.

La muchacha alzó las manos en rendición. - ¡Okey, okey! Solo intentaba ser responsable por una vez... - Su comentario pasó desapercibido cuando Rachel finalmente conectó sus palmas a la cabeza de Kory.

Ambas cerraron los ojos. - ¿Sientes ago? -

- Un leve cosquilleo -. Respondió la otra. Nora podía escuchar al corazón de la morena latir con fuerza, estaba ansiosa. Abrió los ojos, cansada de esperar. - Rachel, no crees que-- Su intento por rendirse fue interrumpido por un zumbido de recuerdos. Su cabeza se inclinó hacia atrás, haciendo que la piel de todos se erizara con preocupación.

Rachel seguía concentrada, como si estuviera buscando el problema para exterminarlo. Abrió los ojos cuando lo encontró. La cabeza de Kory volvió a su posición natural, mirando a su alrededor; estaba desorientada.

- ¿Kory? - Gar intentó asegurarse de que estuviera bien, como siempre lo hacía. Pero Kory no estaba bien. Si hubiese estado en sus cabales, nunca hubiese hecho lo que hizo.

La morena tomó a Rachel por el cuello. Sus ojos verdes se encendieron, iluminando la habitación. La de cabello azul largó un agudo grito antes de quedarse sin aire por la presión en su vía respiratoria. Su cuerpo comenzó a emanar un calor anaranjado, que solo empeoró la situación.

Gar intervino al instante, corriendo hacia ellas. - ¡Kory, déjala! ¡Estás lastimándola! - 

Instintivamente, Nora sacó la estrella localizador de su bolsa y la tiró con agilidad. No aplicó suficiente fuerza como para lastimar a Kory, pero sí para hacerle un leve corte en la mano y que liberara a Rachel. Su plan funcionó; la estrella quedó hundida en la madera de la pared luego de hacerle un pequeño corte a Kory en la mano. Podría decirse que salió demasiado bien.

Angela tomó a su hija, resguardándola mientras lloraba por el dolor. Pero, ahora que Loca-Kory no tenía una presa, tomó lo primero que pudo encontrar: a Gar. Lo agarró por el cogote, igual que a Rachel, y lo alzó en el aire, cortando su respiración. El chico comenzó a ponerse violeta.

- ¡No! - Nora saltó sobre la mesa de té, y usando sus brazos rompió el enlace de un solo golpe. Gar cayó al suelo, desplomándose cerca de la escena. - ¡Kory, para! ¡Ya basta! - Intentaba decir ella, esquivando con más agilidad de lo normal los golpes. Era gracioso, aún podía escuchar la música clásica gracias a los auriculares Bluetooth. Posiblemente era lo único que la mantenía viva, considerando que incluso antes del suero le costaba concentrarse en una pelea por los elementos externos. La música la ayudaba a aplacar todo lo demás.

Intentó darle una patada, pero su pierna fue interceptada. Miró su pie siendo retenido en lo alto, luego los ojos brillantes de Kory. La mujer ladeó la cabeza. - Mierda -. Murmuró, antes de ser arrojada por los aires. Antes de chocarse contra algo/alguien bastante blando, pudo oír un "¡Kory! ¿Qué hace--"

Su cabeza dolía mientras se revolcaba en el suelo. Ese moretón que el hermano psicópata le había dejado se hizo sentir. 

- Basta -. Se escuchó desde la puerta, haciéndola olvidar cualquier tipo de golpe. La figura de negro se movía tan rápido que era difícil divisarla correctamente. Pero Nora pudo hacerlo. Además, si no fuera poco, el lazo brillante la delataba a kilómetros. 

Nora logró levantarse con dificultad para cuando Kory había sido dejado inconsciente en el suelo, junto a los pedazos de mesa de té de madera. La mujer de cabello negro se acercó a la pared y, sin ningún tipo de esfuerzo, despegó la estrella de su lugar. La miró por unos segundos y se giró, haciendo contacto visual directo con Nora.

- Esto es mío -. La señaló con la estrella.

- ¡Donna! - Sonrió, antes de correr entre los escombros hacia ella. La abrazó, casi tirándola al suelo.








Rugidos Sordos [Gar Logan]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora