Rugidos Sordos [Gar Logan]

Capítulo X: Lar Gogan

" Eh, creo que se pronuncia 'gracias'..."

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- ¿Tardarás mucho con eso? - Kory preguntó a Rachel, quien disfrutaba de unas papas fritas.

- También pedí una hamburguesa...- Continuaba con su comida.

La mujer le lanzó una mirada a la pelinegra, pidiendo una explicación; se suponía que sería una visita corta. - Le dije que las papas eran suficiente. Adolescentes, que puedo decirte-. Se encogió de hombros, sorbiendo su slushie morado, que la delataba por completo. Ella tampoco había hecho caso a su advertencia.

Un suspiro cansado salió de los labios de la de cabello rosa, mientras se sentaba frente a las niñas. - Ese policía, el de Detroit.... - Intentaba comenzar una conversación para matar el tiempo, sin saber que ese era el tema menos preferido de Nora.

- Sí, Mentiroso McDick, ¿qué hay con él? - Revolvía el vaso lleno con hielo, intentando esquivar el tema, pero intrigada de que ella siquiera supiera sobre la existencia del chico.

- ¿No es tu padre, cierto? - Preguntó, haciendo que Nora largara una carcajada.

Una vez la risa se había calmado, hizo la bebida a un lado y la miró a los ojos, sin ningún tipo de tristeza. - No, mis padres están muertos-. Dijo, haciendo que la morena alzara ambas cejas cómo reacción al comentario tan despreocupado. - Dick es mi hermano... a duras penas... - Murmuró el final para sí misma, pero todas ahí pudieron oírlo. - Pero, no importa; sólo es el inútil detective de Detroit que nos metió en este lío en primer lugar-. Dejó en claro, mientras Rachel por fin llegaba a la cuenta de que el castaño, aunque hubiese intentado ayudar, sólo había mentido durante todo ese tiempo. El enojo la recorrió por primera vez al pensar en él, algo que no era nada nuevo para Nora.

- ¿Tú sabes algo sobre tus padres, Rach? - Llamó su atención la de ojos verdes, haciéndola volver a la realidad.

- No mucho. Mi mamá-- Melissa...- Se corrigió. - Nunca habló de él. Y cuando digo nunca es nunca-. Terminó sus papas fritas, y limpió sus dedos en una servilleta.

Un corto silencio en la mesa hizo que Nora no aguantara más los ruidos externos de las máquinas y la gente hablando. - Las charlas sobre padres me aburren-. Se levantó. - ¿Tienes dinero para los juegos? - Extendió su mano hacia Kory. Hubiese usado sus propios dólares, pero estaban en su mochila... que seguía en casa de Hank y Dawn. La morena hurgó en su bolso de diseñador, sacando un billete de 100 dólares y entregándoselo cómo si no valiera nada. - Santa... mierda... - Miró el papel con asombro.- ¿Cuando vas al baño salen de a cien o de a diez?- Lo sostenía con sus dos manos, cómo si le diera miedo romperlo.

Kory rio, lo que era tan natural para ella pasaba cómo un milagro para Nora, que había vivido en las calles por su cuenta durante un tiempo (sabía lo que uno de esos podía hacer para mucha gente). -  Iré a cambiar la música antes de que me estalle la cabeza-. Explicó, levantándose de su asiento. - Tú termínate esa hamburguesa -. Le advirtió a Rachel apuntandola con el dedo índice antes de ir hacia la rocola; un artefacto que lucía muy viejo junto al atuendo moderno y brillante de Kory.