Rugidos Sordos [Gar Logan]

Capítulo XXIX: El Accidente

"Si la bomba hace '¡Boom!', la electricidad de Gotham hará 'Bluh...'"

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Una Nora de 13 años seguía a su hermano por los cuartos de la casa. - ¡Dick! - 

El chico, a paso rápido, buscaba Dios vaya a saber qué; algo seguramente mucho más importante que ella (o bueno, eso creía él en ese momento). - Si Nora, ya lo sé. Es muy peligroso, cuídate, bla, bla, bla -. Hurgaba en un sillón de cuero marrón por el objeto misterioso. Su traje de Robin colgaba de su antebrazo, y sus pantuflas estaban a medio poner.  - Siempre dices lo mismo, y siempre volvemos bien -.

En completo contraste al tono sarcástico que adoptaba todo el tiempo, Nora lo miró a los ojos con seriedad y habló. - Dick, es el Guasón -. El chico quiso interrumpir, decir que ya se habían enfrentado al Guasón antes. Pero sabía la diferencia, sabía que el desquiciado había descubierto una forma de herir a Batman: herir a aquellos inocentes que le importan. Sólo semanas antes, había atentado contra el Comisionado Gordon. Nora sabía, y Dick sabía... que seguía Robin. - No quiero que vayas -.

Largó un suspiro. - Nora, Bruce me necesita. La nota que el Guasón nos dejó daba a entender que será algo grande; necesitará toda la ayuda posible -.

- Entonces déjenme ayudar -. Su ceño fruncido y sus labios apretados dejaban claro que hablaba enserio.

Pero Dick no lo tomó de esa manera; rio por lo bajo. - No -. Dijo cortante y continuó con su búsqueda.

Ella lo seguía, pisándole los talones. - He estado practicando. Soy buena, lo sabes -. Bajaron las escaleras de madera de roble rápidamente. - Bruce lo sabe -.

- Bruce no sabe nada, ¡tú no sabes nada! - Dick se tomó la cabeza, caminando hacia la sala de estar. Se acercó a la biblioteca y tiró de uno de los libros levemente; la entrada secreta de la Baticueva. - Nora, tienes 13 años, no va a pasar -. Aunque le daba la espalda, podía ver la imagen de su cara ofendida en su cabeza.

- Tú tenías 13 años -.

Se giró, justo cuando las puertas de metal se abrían. - Exacto -. Y así, la dejó sola. Preocupada y ofendida todo al mismo tiempo.

Solo que ella no se quedaría así. No podía permitir que su hermano arriesgara su vida de esa forma, no por alguien como Bruce.

Decidida, tiró del mismo libro que él. Las puertas se abrieron a su paso, dejándola entrar en el ascensor. Para cuando volvieron a abrirse, Nora pudo ver la sala de comandos de Batman, con todos sus artilugios y luces led. Claro que ya lo había visto antes, pero no dejaba de impresionar.

Se escondió detrás de una columna al oír a Dick y Bruce discutiendo. Algo sobre como ubicarse al llegar, tácticas. Estaba demasiado concentrada en controlar su respiración para que no la descubrieran como para escuchar detenidamente. Sólo prestó atención cuando finalmente escuchó el portón cerrarse; se habían ido.