Rugidos Sordos [Gar Logan]

Capítulo XXVIII: La Sopa

"Toda el área huele a... a muerte, Gar."

◇ • ◇ << -------- • ◇ • -------- >> ◇ • ◇ 

Kory se había ido, Donna y Dick tras ella. Nora no se sentía bien; justo cuando su relación con Dick comenzaba a florecer, y cuando había pedido disculpas a Donna, las cosas con Kory debían derrumbarse. Que intentara matar a Rachel y a Gar era horrible, sí, pero no estaba completamente en sus cabales. Al menos no lo parecía. No era su culpa, y sin embargo había sido expulsada de la casa por Angela.

Angela quien, minutos después, había preparado la comida con cosas del jardín. La de cabello azul jugaba con su sopa. 

- Tienes que comer -. Habló Gar, que casi acababa con su plato.

- No tengo hambre... - Contestó Rachel.

Nora tampoco había comido su comida. Con solo probarla pudo sentir un gusto amargo, un poco agrio; no le gustó en lo absoluto. Alzó la mirada de su plato sin tocar para ver la interacción. - Rachel.... - Insistió.

- Debí hacerle algo a Kory. Le arruiné el cerebro o la volví loca -. Dejó la cuchara sobre el plato, sin intenciones de dar siquiera un mordisco. - No debí haberlo hecho, empeoré todo para ella -.

- Incluso si hiciste algo, lo cual dudo muchísimo, fue un accidente -. Nora posó su mano sobre la de Rachel. En parte calmándola, y en parte para que pudiera sentir que decía la verdad.- No puedes torturarte por eso -.

- Dick y Wonder Girl lo resolverán, ya verás -. Intentaba animarla Gar. - La traerán de vuelta, todo estará bien -.

- ¿De acuerdo? - Reaseguró Nora. Pero no salió como ellos esperaban.

Rachel quitó su mano de la de Nora, atrayéndola a su cuerpo; lo más lejos posible de ella como fuera posible. - No pueden quedarse aquí -. Dio sin más, y los dos invitados se miraron perplejos. Un leve y atónito "¿Qué?" escapó los labios de Gar.- Todos los que se me acercan... si se quedan suficiente salen lastimados -. Aunque sus amigos intentaran diferir, Roth siguió firme con su idea.- Cosas malas le pasan a la gente que me rodea -. 

- Rachel, no... - Nora intentó alcanzar la mano de su amiga nuevamente, pero no pudo. Una sombra demoníaca escapó del cuerpo de Rachel, haciendo que la pelinegra retrajera su mano y se alejase lo más posible. Lo peor de eso fue, sin duda, la voz que el ser dentro de Rachel utilizó para que se alejara. Si al tener el auricular puesto Nora pudo sentir que un rayo le partía la cabeza, no querrán saber como se sintió con sus nuevas habilidades. - ¡Ah! - Largó un grito mientras se tomaba los lados de la cabeza. Gar se acercó rápidamente hacia ella, asegurándose de que estuviera bien. Cuando lo estuvo, ambos se voltearon hacia la de cabello azul lentamente. 

Rachel se cubría la cara. Estaba avergonzada por haber lastimado a su amiga, y odiaba el tener que alejarlos sólo para que estuvieran a salvo. Esto era solo prueba de su teoría. - Lo siento tanto... - Intentaba no llorar.