El legítimo heredero, nacido en Luna negra, que como Tenebrae vivirá, y el amor de un Lucem lo llevará a fusionar en su ser la capacidad que cada Elter antes de morir como existencia física e imperecedera, concordaron conceder la habilidad de integrar y unir en una sola esencia a cada uno de los linajes.
No obstante, este ser pródigo no nacería hasta tiempos posteriores de vida, en donde, ellos considerarían las condiciones preexistentes, para tomar una decisión que marcaría un porvenir funesto.
Neclum y Abraene visualizaron en la posteridad el nacimiento de tan anhelado ser, sin embargo, Dainma fue el último en secundar la elección, porque la duda acompañaba a la prudencia, así las tragedias estuviesen presentes.
Por ello, en la historia vivieron y nacieron seres que en sus almas y esencias lograron fusionar los linajes Lucem y Tenebrae, un intento, una aproximación, y la obstinación de un bravío Dainma que se negaba a apresurar su decisión, una responsabilidad que poseía como Líder legionario, puesto que, solo tendría una oportunidad para lograrlo, porque, no cualquier ser podría soportar la conversión de la Luna de sangre.
El tiempo transcurrió y acumuló en su cuenta centurias y milenios, en donde, los conflictos que surgieron, cada vez, eran más imponentes y flagelantes, en los que, la muerte se proclamó como reina y señora de la tierra.
Y no fue hasta la guerra Lucidum tenebris, que Dainma considero oportuno el surgimiento de su próximo sucesor, o al menos, así creyó que sería, aunque fatal y mortal fue la elección benevolente que tomo, porque un Celestial que en sus alas de energía porto con soberbia el linaje Domain Vitae y Tenebrae, rechazó la herencia de Lucem, y como consecuencia de las fuerzas en contraposición, su ser se desintegró de forma rápida y desgarradora, después de comandar un gran genocidio contra del linaje que vida le dio, en condena por el repudio que en sus entrañas albergó, y a los Domain Vitae sacrifico, bajo engaños a una mente enceguecida.
Como consecuencia fatal, el triunfo de Lucem y Tenebrae, además, de la repulsión y sed de venganza que comenzaba a despertar, los Domain Vitae fueron guiados por Dainma, que cargaba con el peso de una apresurada decisión, en busca de evitar más muertes, se precipitó por el afán de salvarlos y los terminó sentenciando, y la negligencia de sus actos lo acompañaría de forma irremediable, por ello, salvaguardo en el exilio del olvido a su linaje, para que se erigiera de nuevo y a salvo estuviera.
‹‹Así mismo, la existencia del sucesor legionario se desvaneció con el tiempo, hasta el anonimato››
Los ecos del Cosmos gritan en susurros débiles sobre una revolución que se aproxima, un anuncio que los Elteres profetizaron, en leves y veloces señales, que ocultaban lagunas vacías a las que no tenían acceso. El pasado los aleccionó en las decisiones que debían emprender para interceder por su creación, aunque, limitados podían hacerlo.
Fue como los Elegidos fueron seleccionados para percibir y comunicar lo que se les fue enseñado.
En una corazonada amplificada por el poder, Dainma proclamó a su único Sucesor y Monarca de los linajes, un Original reencarnado en esencia y representación de los Elteres.
Un sucesor encargado de libertar a sus hijos de sangre,
En defensa de quienes por el Cosmos fueron olvidados y recluidos al gélido vacío.
Una rebelión que comenzará sin ser suscitada, mas que por el derramamiento famélico de sangre, que enloquecerá a la razón y alterará el discernimiento de una mente frágil e intoxicada, una deshora que teñirá el cielo de color bermellón, en un vaticinio que llamará a la unión entre razas.
El pasado olvidado resurgirá para destrozar con la deshonra a quienes suplicaran por el perdón que quedará suspendido en el aire, ante la batalla que los proyectará al principio en que la vida debió darse, como iguales, trabajando conjuntamente, en unión de energía en contra de un enemigo foráneo que resurgirá desde el interior de la entrañas de Caelestis y el fulgor que el exterior traerá como un desconocido similar.
El engaño de antaño se revelará, las máscaras de piel profana se caerán a pedazos para exponer al verdadero maestro del engaño, al gemelo ignorado por el Cosmos, que se presentará como el Regente Magno de ambos destinos, que se sellará por el baño de sangre en el que sumergirá para desterrar a su hermano enaltecido.
Solo la pasión del amor que se manifestará en la unión de un vínculo formado en descendencia, será la lumbrera que marcará el camino de existencia para una raza que peleará por su supervivencia.
¡Mas vale que cuiden de aquellos capullos nacientes, porque la sangre podrá contaminarlos, y de hacerlo, la consumación como venganza del Monarca aniquilará en cenizas a ambos mundos!
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El Monarca de Sangre || Taekook
Fanfiction"Seres excelsos que del Cosmos nacieron, y desde las profundidades serían condenados por los errores del pasado" Los Celestiales, una raza de seres creados por el Cosmos, como su primera y única materialización de la vida que del mismo nacería; fuer...