Fragmento Ⅱ: La inconexión del caos naciente

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Oh piadoso y benignísimo destino

Que has llamado a tus creaciones a la vida,

Dándoles libertad de acción y pensamiento,

Sujetando los hilos que los mueven

Hacia una inminente contienda.


En medio de la unificación viviente

Las providencias renacieron

En el fuego ardiente que volvió a enlazarlos

Más allá de la comprensión y toda ley establecida,

Una hazaña que forjó una conexión

Nunca antes presenciada,

Será la abanderada de toda una raza creadora.


Oh impío pecado que ha llegado desde la profundidad

De un acantilado voraz y delirante,

Bramante en clamores de piedad por los horrores nacientes

Que ascenderán por las paredes sangrantes

Y desbordantes de locura arcaica

A partir de los vestigios que el Cosmos no contempló.


Una colisión estelar se fragmentó

En la guerra y la condena que del averno espacial arribó.

Imperante y sediento de sangre,

Se deshará de los hilos que no fueron diseñados

Para acunarlos y sostenerlos a la vida.

Olvido que perpetrarán

Para permutar la aberración tórrida

E intoxicante de la que han vivido sin cesar.


Pero atentos y cautelosos deberán moverse,

Porque los profetas emergerán desde el magma

Calcinante y nefasto del martirio que los transformará,

Cuando la incipiente vida naciente

De frutos escarlatas y anidada en la inmortalidad

Sea profanada por la codicia,

Que traerá desde los rincones lejanos

Al pasado olvidado en el tiempo

Y que desde los inicios de la vida fue destinada a la grandeza.

Y que desde los inicios de la vida fue destinada a la grandeza

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El Monarca de Sangre || TaekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora