Cap 3 "Conflictos"

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Hanma se estaba volviendo salvaje.

Eran varias las advertencias y castigos que recibía a la semana, cometía pequeños delitos y abusos con sus demás compañeros. El niño molestaba a las niñas, se metía en sus juegos para destrozar lo que sea que estuvieran haciendo.

Emma peinaba a una de las muñecas con gran esmero, el cabello de las Barbies era difícil de desenredar. Cantaba muy feliz, moviendo su cabeza de lado a lado, hasta que apareció el niño malvado para jalonearle una de sus coletas.

—¡Aaau!—lamentó en voz alta, llorando por el dolor repentino. Empezó a sollozar despacio, tiró de la muñeca para ir corriendo en busca de apoyo.—Le voy a deci a Tatemitchi.

—Dile.—se encogió de hombros, restándole importancia y sin miedo alguno por las represalias.

Corrió entonces hasta Yuzuha para hacerle lo mismo. Hanma gustaba de llamar la atención de esa forma, ninguno de los niños quería estar con él por lo agresivo que resultaba ser, así que de cierta forma se desquitaba con las niñas por el rechazo general que le daban.

La niña de cuatro años no había visto el motivo por el que su amiguita salió corriendo, antes de darse cuenta de lo ocurrido, el pequeño ser de maldad le quitó su muñeca.

—¡Oye! Dámela.—pidió, frunciendo las cejas.

Hanma jugó con ella, alzando la muñeca en lo alto, Yuzuha trataba de llegar a ella con saltos.

—Eres una tonta.—aventó la muñeca lo más lejos que pudo. Aprovechó la intención de Yuzuha por ir a buscarla para empujarla.

Ella cayó de bruses, golpeándose en el codo, se le llenaron los ojos de agua, lloraba de coraje.

—Fea.—la miraba desde arriba, potenciando la rabia de la nena.

Rápidamente se limpió las lágrimas, se puso de pie e hizo lo que alguien con su carácter haría, defenderse.
Ella se aventó con fuerza encima de Hanma, él parecía sorprendido (no esperaba en lo mínimo que se pondría vengativa), sin embargo, la fuerza no era igual en ambos.

Hanma le metió una bofetada, rompiendo fácilmente con el ataque sorpresivo.

—¡A Yuzuha no le pegues!—un héroe sin capa intervino.

Una nueva pelea se desató, lo que le alegró de sobremanera al niño del conflicto. Kazutora no iba a dejar que ese niño, más alto que él, se aprovechara de esa forma de su mejor amiga.

Hubo jalones de pelo, empujones, llantos, gritos y espectadores.

Kazutora abría su boquita para intentar alcanzar el brazo de Hanma, en cuanto lo tuvo sujetado firmemente le metió una mordida letal, no pensaba soltarse ni porque Hanma le estuviera jalando del cabello, incluso metía más fuerza con su mandíbula.

—¡Suéltame!

Kazutora casi era como un chihuahua, estaba temblando, de pronto voló sin saber cómo.

Baji alcanzó a sostenerlo por el aire, aunque fue difícil desprenderlo del brazo del otro, por su parte Hanma buscó ayuda en  Haruchiyo.

—¿Por qué pelean?—preguntó con voz rasposa, claramente enojado por la disputa.

—¡Kazutora me pegó!—señaló a su contrincante.—Y me mordió.—le mostró la evidencia de todos los dientes marcados en su brazo.

Kazutora todavía quería seguir mordiéndolo, cerraba la boca, para hacer sonar sus pocos dientes.

—¿Quién empezó?

—¡Él!—se acusaron simultáneamente.

—Fue Hanma.—Ran lo apuntaba, y como lo tenía cerca le metió un sape.

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