Cap 22 "¡Llegaron los reyes magos!

595 58 82
                                    

—Mamá, mamá— un niño de ojitos ámbar saltaba lleno de emoción, golpeaba la puerta con el mismo ritmo que lo hacían desde el exterior—Baji-san está fuera, abele.

—Ya voy cariño, no te desesperes.

Baji creyó como un buen tonto que a él le decían "cariño", su ilusión llegó hasta las nubes. Kaori se refería a su hijo, no a su pretendiente.

—¡Baji!—Kazutora se escapó de entre las piernas de su madre para abrazar fuertemente a su niñero—Hola Baji, hola.

—Mira a quien tenemos aquí —Keisuke saludó al niño con un beso en su cabeza, hizo que diera risitas—¿Cómo está mi niño favorito?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—Mira a quien tenemos aquí —Keisuke saludó al niño con un beso en su cabeza, hizo que diera risitas—¿Cómo está mi niño favorito?

—¡Enfelmo!—confesó con toda la alegría del mundo—¿Y tú?

—Yo muy bien—lo cargó desde las axilas— Buenas tardes Kaori-san,  ¿Usted cómo está?

—Feliz por volverlo a ver.

—¿Qué tienes ahí?—Kazutora no dejó desapercibida la bolsa que cargaba la visita.

—Tengo sorpresas para ti.

Baji se puso a jugar con la curiosidad del niño, agitó la bolsa para darle más intensidad a la hora de darle sus regalos. Primero sacó una paleta payaso, a Kazutora lo hizo tremendamente feliz. El segundo regalo fue un cochecito a control remoto.

La señora Kaori estaba de vacaciones, de ahí que decidiera invertir todo su tiempo con su hijo, para jugar todos los días y pasarla bonito con él. Ya había pasado una semana desde que no lo llevaba a la guardería, razón por la que Baji les hizo la visita.

—Todavía hay más —de la bolsa sacó un sobre amarillo—Adivina que es.

—¡Dinero!—respondió rápido. Varias veces miró a su madre con ese tipo de sobres.

—No, es una carta para ti.

—¿Para mí?—sus ojitos brillaron mientras la tomaba.

—Así es, te la manda Chifuyu.

—¡Chiuyu!—abrazó la carta con todo su amor. Acudió a su madre para que se la abriera, adentro había un... ¿dibujo?

Eran muchos rayones y un intento de corazón. Kazutora pareció entender el código en lo que estaban escritas las palabras, aparentó leer aunque todo se lo fue inventando. Realmente sabía leer un poco, solo que Chifuyu de plano no sabía escribir.

—Aquí dice que me quiere mushoo—le enseñó a su madre—Y éste soy yo— apuntó a un muñequito de la hoja— Mami, ¿cuando iré a ver a mis amigos?—interrogó a la señora, sus ojitos se llenaban de agua, sin duda los extrañaba.

—¿Qué te parece si mañana vamos a visitar a Chifuyu?

Baji pasó una hermosa tarde en compañía de la familia. Había pasado año nuevo junto con ellos, y poco a poco comenzaba a contarle a su madre que ya tenía un interés amoroso.

GuarderíaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora