Cap 23 "Vamos a buscar las esferas del dragón"

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—Ya tasi cuato añitos, testo muy despacito pero es divetido soy Caallu, soy Caaaallu, ¡soy yo!—Rindou estaba cantando, su voz melosa y linda logró sosegar a uno de los niñeros.

—¿A qué juegas Rin-rin?—preguntó Haruchiyo, puesto de cuclillas a un costado del nene— Oh, ¿por qué juegas solito?

—Es que las ninias no quieren jugar conmigo...—infló los mofletes sonrojados, para Sanzu fue imposible no detener sus dedos para pellizcarle suavemente la mejilla.

—¿Y por qué no quieren?

—Poque dicen las ninias que no sé jugar...pero yo sí sé jugar—agarró a la muñeca para seguir peinándola—Y mi mami me dijo que si narie quere juga conmigo, que yo juege solito o con mi nii-chan

—Ay cariño, yo juego contigo.

—Ño.

—¿Por qué no?—imitó a un pato molesto.

—Poque tú haces cosquillas —lo miró con aires de desconfianza. Ya no le huía, pero muchas veces negaba los abrazos por miedo a que se repitiera una anécdota agria.

—Te prometí que ya no volvería a hacerlo, y yo cumplo mis promesas

—Pero no quiero juga contigo— observaba muy atento las manos de Sanzu. No quería que le tocara la pancita, porque ahí estaban todas sus cosquillas.

—Está bien— suspiró derrotado. Sofocarlo con la insistencia no era buena opción —¿Y con bebé Souya quieres jugar?

—¡SII!— abrió grandes sus ojitos. Aplaudió feliz, mientras que sus anteojos caían por su nariz redondita—¡Quiero ved a Soya!

—De acuerdo, lo traeré un ratito.

(⁠づ⁠ ̄⁠ ⁠³⁠ ̄⁠)⁠づ

Hoy era el día perfecto para jugar en el  jardín trasero, ahí habían columpios, un sube y baja, una red para escalar y una caja de arena, también una llanta colgada de un árbol que Shuji ocupaba para balancearse.

—Wiii— decía al estar en el punto más alto de su viaje— Wuuuu— cuando se regresaba hacía ruidos de tristeza— Wiiii

Por su parte, el niñero más cool estaba enfocado en un partido de futbol con los niños fanáticos. Ryusei podría tener tres añitos, pero sabía perfectamente como robarse la pelota y meter gol, en sus venas ya corría el don de ser un gran futbolista.

Mikey, como siempre siendo el más competitivo, estaba rozando en habilidades con ahora su enemigo del fut. Hayashida era el portero de su equipo, y del otro lado de la mini cancha estaba Emma como portera.

—Es mía, es mía— salió corriendo tras el balón la niña, se escapó de su zona correspondiente— ¡GOOOOL!—pateó con todas sus fuerzas. Valió la pena el caerse al ver como Pachin reaccionaba muy tarde, no logrando esquivar el balonazo.

—Emma, tú no puedes coder de ahí— acusó Izana— No fue gol.

—¡¿Po qué no?!—zapateó— La pelota entó, ¿veda que fue gol Baji?

—Sí lo fue cariño, pero ya no cuenta porque te saliste de esa línea—indicó sobre la cancha el perímetro de la portería.

—¡No es juto, ya no juego!— pataleó y muy molesta se fue de la cancha— Los oreo, son malos todos, ¡hata tú Baji!

—Emma...— le llamó la atención con voz grave.

—Tatemitchi es mejol que tú, me voy a juga munecas con él— le hizo gestos de burlas con las manos—Yo sabía que no tenía que juga, pero ahí va Emma a juga, ¿po qué hiciste eso Emma?—se regañó en voz alta.

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