—¿Cómo era ella?
—te seré sincero, tenía unas enormes ganas de cogermela, pero se veía tan frágil que me daba miedo, no sé cómo le hizo Trafalgar.
—¿Era amable?
—solía alimentar a los animales de la calle, ayudar niños y ancianos por igual.
—¿Era bonita?
—preciosa.
—¿Sabes que le gustó de ella a Law?
—todo, ambos tenían problemas, eran dos personas rotas que se encontraron y se comenzaron a sanar mutuamente, pero ella murió el día de la boda, a todos nos tomo por sorpresa.
—¿Cómo reaccionó Torao?
—muy mal, intento reanimarla con sus propias manos en el altar, pero no pudo, cuando llegó al hospital no se podía hacer nada más.
—¿Crees que jamás la olvide?
—no lose.
—¿Crees que ella esté aferrada a él?
—no, ella le dijo que si un día moría, debía seguir adelante.
—¿Porqué?
—amor no es solamente querer para ti a alguien, debes pensar en su bienestar y si es feliz, apoyarle no importa con quién sea.
Esa tarde Luffy se había reunido con Kid, aunque el pelirrojo se había negado, acabo aceptando, ambos estaban recostados al pie de un árbol del parque, la sombra los mantenía frescos del calor constante del sol. Habían comenzado hablando de las nubes, luego de comida y al final, Luffy no pudo evitarlo, termino hablando de Law.
—escucha—lo llamo el pelirrojo—, Trafalgar no está bien. Debes entenderlo.
—lose, ella debió ser especial.
—un primer amor nunca se olvida, esa primera persona siempre estará ahí, debes aprender a vivir con eso, si Trafalgar te manda al diablo, sigue adelante con orgullo.
—pero yo lo quiero mucho...
—no serás la primera persona rechazada del mundo y debes aprender a vivir con ello en caso de que no te quiera.
Kid sin dudar alguna era una persona bastante sabia cuando era necesario, sabía dar consejos y al ser tan sincero no le importaba si su opinión dañaba a alguien, siempre y cuando fuera algo fundamentado, no sabía bien cuando tiempo llevaba el menor, pero parecía que ya tenía un tiempo sin ver al adulto que rondaba siempre sus pensamientos y cuando se atrevió a preguntar, le sorprendió un poco pero fingió, para sus adentros era mejor así, Luffy debía aprender a valorarse primero antes de intentar darlo todo por alguien que se encerraba por el miedo a perder una vez más, después de todo tenía bien grabado en la cabeza la imagen del doctor intentando reanimar a su prometida en el altar, no paraba de temblar y llorar, esa vez fue la primera en su vida que vio al doctor derramar lágrimas con tan desesperación y dolor, un joven que no se valora y un hombre con el alma rota, no siempre era la mejor mezcla, en cualquier momento algo saldría mal, la distancia era lo mejor de momento.
—"dos meses ¿Eh? Lo estás haciendo bien muchacho, pero no sé si Trafalgar logré seguir adelante..."
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Se encontraba saliendo de una cirugía, el prestigioso doctor tiro al piso la bata, y los guantes para que las enfermeras se encargarán de recoger todo, camino a la salida del quirófano donde entrego el paciente a los camilleros indicando que debían llevarlo con cuidado hasta su habitación, posteriormente salió aún calzando las botas y gorra quirúrgica que debía utilizar para cada operación, anoto en las hojas de enfermería los medicamentos, los horarios y los signos del paciente, además de redactar cómo salió de la cirugía, entregando paciente al doctor de guardia, finalmente aquel hombre no era su problema.
Se quitó las botas para tirarlas a la basura, posteriormente se quitó la gorra y con su antebrazo limpio el sudor que tenía perlado en su frente, había sido una larga operación, además de que el quirófano estuvo bastante caliente por el número de personas, las luces y la cantidad de instrumentos utilizados.
Lo siguiente que hizo fue ir a su consultorio, tomo asiento en su cómoda silla y la reclino para descansar un poco, pensaba solo dormir unos instantes antes de marcar su tarjeta de salida para seguir con retirarse a su hogar, pero era sincero, no tenía ánimos de volver, sabía mejor que nadie que ahí estaría Luffy, aquel chico siempre lo esperaba y él estuvo haciendo hasta lo imposible para evitarlo, sabía que lo estaba dañando, pero era mayor su temor aque algo malo le ocurriese, porque todas las personas que estaban involucradas con él acababan en tragedia. Primero sus padres, después su amada...no quería que Luffy fuera la cuarta persona.
Sin embargo no podía descansar, le ardían demasiado los ojos por lo cual busco en el cajón de su escritorio, aquel lugar era una zona de guerra, ¿Cuándo fue la última vez que lo limpio? Le era imposible encontrar algo tan pequeño como unas gotas para los ojos en ese lugar.
—mierda, incluso tengo medicamento vencido...—susurro para sus adentros y jalo con su pie el bote de basura, agradecía tanto que aquel cubo tenía rueditas, abrió por completo el cajón y comenzó a sacar todo, primero medicamentos, seguían varios botes vacíos, sus gotas para los ojos que para colmo ya habían excedido su tiempo, siguió con varios paquetes de gasas, su esterilizado fue hace años, ya no servían, guantes viejos que seguramente se iban a romper, condones y una carta—¿Qué? No me digas que aquí está el documento que perdí...—murmuro para abrirlo usando su bisturí de mano, pero tembló en cuanto leyó la primera línea.
Las lágrimas no tardaron en hacerse presente en sus ojos, ahora todo lo veía borroso, mordió su labio inferior al mismo tiempo que dejaba caer las lágrimas, ¿Por qué nunca le dijeron que su amada le dejo una carta?, ¿Hace cuánto la escribió?, ¿Sabía algo?, ¿De verdad fue su culpa que ella muriera?, Primero tuvo que regularizar su respiración para tranquilizarse."Querido Law.
Sabes, siento muy raro en escribir una carta ¡Es como cuando yo era una adolescente! Esto me emociona porque no sé si algún día la leerás, espero y lo hagas pronto, deberías también limpiar ese cajón que tienes, ¿Cómo un doctor puede ser tan descuidado con su persona? ¡Pero al mismo tiempo tan genial con otras! Eres todo un misterio, eso es algo que siempre amaré de ti.
Desde que soy niña, no, mejor dicho desde que nací me la vivía en el hospital, apenas nací me llevaron al quirófano, era claro que no tendría una buena vida, mucho menos larga, te parecerá tonto, pero encontrarnos fue obra del destino, ¡Estoy tan agradecida por no haber cambiado de hospital! Te puedo confesar que, cuando comenzaron a internarme más seguido por mis problemas cardíacos, tu comenzaste tu servicio de prácticas como estudiante, cuando me obligaron a quedarme aquí más tiempo con la esperanza de un donador, ¡Tu comenzaste como interno! Y justo cuando sabía mejor que nadie que estaba pronta mi muerte, cumplí mi sueño de hablarte, eras ahora un doctor con una especialidad ¡Eres increíble!
Lo admito, estaba asustada, pero pude hablarte, siempre tan frío y serio, deberías sonreír más, pero incluso con esa expresión de odiar hasta respirar te ame cada día de mi existencia, jamás pensé que tú me amarías y que me pedirias matrimonio, te juro que sentí que moriría cuando sacaste el anillo, pero rogué por más tiempo.
Espero que el tiempo que me prestaron sirva para estar un tiempo a tu lado después de la boda, pero si no es así ¡Está todo bien! Viví el tiempo que me tocó y ¡Lo viví muy bien!
Law, no quiero que te encierres en una esfera tu solo, quiero que sigas adelante, ama otra vez, vive otra vez, pero por favor no vuelvas a caer en tu pasado, sino eres capaz de seguir yo no podré estar en paz.
Lo único que te pido es que sigas adelante en caso de que no llegué un donador. Si llegará un donador, creo que quemaré la carta...
Sin embargo, solo te pido que vivas, ames y seas feliz, se feliz y ama como yo te ame y fui feliz, quiero que vivas como yo viví, sin arrepentimientos, porque cada parte de mi, te la entregué.
Te amo, y quiero que por ese amor que alguna vez sentiste, también puedas avanzar.
Y una vez más, mil y tres millones de veces, te amo."
Law había abrazado aquella carta con fuerza una vez finalizó su lectura, estaba temblando y llorando con fuerza, no podía creer que incluso en la muerte ella lo empujaba para avanzar, se sentía un estúpido, alguien ignorante que necesitaba ayuda constante, sus miedos siempre se encargaban de tragarlo por las noches al grado de ahogarlo y hacerse sentir una basura. Cuando llegó, fue su todo y cuando se marchó una parte de él había desaparecido.
¿Cómo pudo amar tanto?, ¿Cómo podría amar de nuevo? Lo más importante, ¿Alguien podría amarlo de verdad? No era alguien fuerte realmente, solo se escondía colocando barrera tras barrera con la idea de permanecer fuerte y olvidar sus sentimientos, ya no quería herir a nadie, ya no podía sentirse tan mal. Incluso a su mente llego aquel joven, ¿Por quién son estás lágrimas?, ¿Por tu miserable existencia?, ¿Por haber necesitado tanto de una mujer que incluso en la muerte te tiene que salvar? O tal vez ¿Por haber herido un corazón inocente?
Se abrazo a sí mismo tratando de calmarse, se balanceo un poco y soltó un suspiro ahogado—"mierda... Luffy...mierda..."
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El vecino de enfrente. [Finalizada]
Fanfiction[Tercera parte de caperuza roja] Su vida siempre fue pacífica hasta ese día, cuando en el elevador quedó atrapado con un niño, su voz aniñada le molestaba, aquella sonrisa y esos ojos. Era molesto que ahora estuviera todo aquello en su mente, mient...