Capítulo 4. Comida.

2.1K 324 68
                                    

Su rostro estaba ruborizado, no sabía ni siquiera como reaccionar en esos momentos, únicamente se dejo guiar por la chica de cabellera castaña.

Había hablado torpemente acerca de su encuentro con aquel hombre de ojos grisáceos, aquella mirada lo hizo perderse de inmediato y, al día de hoy cada que lo recordaba se perdía una vez más, era como un mar, tan peligroso, misterioso era hermoso.

--¡llegamos!--escucho una vez más la voz de la pequeña por lo cuál regreso al mundo, observo la casa extrañado, pero recordo aquel acuerdo por lo cuál guardo silencio--vamos.
Acepto la invitación a pasar, no dijo nada, solo entro de la manera más respetuosa posible, Lami soltó su mano y Luffy oculto ambas en las bolsas de su pantalón--hermano, ya llegué--aviso.
Luffy trago saliva, se sentía extrañamente ansioso, no podía pensar de manera correcta pero, él jamás piensa claro.

El chico salió de la cocina limpiando sus manos en una toalla, miro a ambos y arqueó una ceja--¿quien es él?
Lami sonrió, era como si hubiera esperado toda una vida para ese momento--se llama Luffy, somos compañeros de clase y vino a hacer la tarea conmigo.
--Luffy, ¿es enserio?--se llevo las manos a la cintura mientras lo veía, el pequeño no pudo evitar seguir lo más rápido posible sus movimientos, quería verlo más--oye tú--dio un saltito al oír que se dirigía a él--si intentas tocar a mi hermana, morirás.
--¡no me interesan las mujeres!--reacciono--no, yo quiero decir...n-no ahora...
Suspiro--un raro más, Lami la comida casi esta lista, hagan la tarea rápido.
--si señor, vamos Luffy--tomo la mano ajena y corrió con él.
--¿¡a donde van!?
--¡a mi cuarto!
--¡No!

Law había obligado a ambos jovenes a trabajar en la mesa que se encontraba en la cocina, mientras él se encargaba de cocinar ambos trabajaban en algo.
--oye ¿como resolviste ese problema?--pregunto Luffy mostrando su libro de matemáticas.
--solo puse 2 porque era una respuesta del inciso...
Ambos asintieron.
Por su parte Law no podía evitar mirarlos con cierta desgana, a su edad ya resolvía problemas más difíciles ¿como era posible que su hermana fuera casi tan tonta como el chico nuevo que estaba frente a él?. Suspiro--¿de donde eres?
--¿eh?
Se giró--te pregunté, ¿de donde eres? No tienes fachada de japonés.
--soy de Brasil, vivía en Río de Janeiro...esto, i-imagino que eres de donde Lami...
--si, soy alemán igual que mi hermana, es tonta una suposición tan obvia.
--¡no! ¡no! Es que mis hermanos se criaron en otros lados por ello...pregunté.
--bien--Lami sonrió mientras miraba ambos, esa era la primera vez que su hermano hablaba más de dos oraciones con alguien.

Cuando terminaron con el trabajo comieron, Luffy se contuvo, prefirio quedarse con hambre en lugar de dar una mala imagen frente a él.

Pero la hora había llegado.
--¡nos vemos mañana Luffy!
--si--sonrió--nos vemos mañana.
--oye--lo detuvo--¿por donde vives? Puedo llevarte, también voy de salida.

Los ojos de Lami brillaron al mismo tiempo que mentalmente soltaba una exclamación de victoria.

El vecino de enfrente. [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora