Luffy no podía apartar la mirada de aquel hombre, le era imposible reaccionar, de milagro sus piernas se movieron para haber llegado a la puerta de su departamento donde aquel joven se encontraba sentado en la puerta del departamento de enfrente, se había levantado para acercarse a él, pero no comprendía a que venían esas palabras, ni siquiera era capaz de responder y cuando intento articular una palabra era imposible.
Las palabras no salían de su boca, solo un simple sonido de intento de ella, fue por eso que aquella mano tatuada se poso frente a él pidiéndole que no lo intentará más y le permitiera continuar.
---cuando estabas aquí antes...aquella vez que nos conocimos me fue difícil mirarte a los ojos, aquel brillo en ellos...similar a un ángel, no me hacía más que rabiar porque eras aquello que más odiaba, la imagen de la suerte y la felicidad, algo que se me arrebató--- comenzó a hablar el doctor, a lo que Luffy lo miro anonadado, no comprendía lo que ocurría no era capaz de procesar la información, quería hablar, quería explicarlo todo pero, tampoco sabía cómo hacerlo, porque después de todo, no sabía si era su culpa. ---- deseaba también en esos momentos ser especial, tan especial como tú.
Los ojos del menor se abrieron de golpe, no entendía lo que ocurría, pero Law estaba equivocado, él nunca fue especial, no era más que un niño entre una gran multitud, no resaltaba, solo trataba de ser positivo porque eso lo aprendió gracias al país donde nació. ---Torao.
---soy un cretino--- todo ese tiempo los ojos del adulto estuvieron en el piso y finalmente lo había mirado a los ojos, hablando después de lo anterior como si un nudo se lo hubiera impedido---, no soy más que un bicho raro para todos debido a la forma en la que actuo. No se qué demonios pasa conmigo, mucho menos el porque estoy aquí...
Fue ahí donde Luffy miro a las manos del doctor, no paraba de temblar por lo que las apretó encajando sus uñas en las palmas, el más bajo se acercó un poco y por primera vez en tanto tiempo pudo colocar sus manos en los brazos ajenos, solo de esa forma podría verlo más de cerca, tratando de transmitirle algo de calma.
---Law---lo llamo por primera vez por su nombre después de tanto tiempo.
---yo solo quiero tener el control de mi mismo... desearía tener un alma tan perfecta como la tuya también.--- los ojos del menor se abrieron por la sorpresa, aquellas palabras lo sorprendieron demasiado y sin darse cuenta una sonrisa impregnada en tristeza apareció en los labios del adulto---. La vida me arrebató todo lo que he amado, a mis padres, mi prometida, por ello quiero alejarme de ti, quiero que escapes y te olvides que alguna vez nos vimos.
---¡No! Porque yo... ¡Yo deseo que tú notes cuando no esté a tu lado! ¿No lo entiendes? ¡Te amo!
---yo siempre he notado cuando no estás aquí---, le dijo con un suave tono de voz, acercó su mano a la mejilla ajena para acariciarla, fue ahí donde Luffy comprendió todo, Law no actuaba de aquella forma solo por lastimarlo, él estaba lleno de heridas que aún no sanaban y temía que algo le pasará esa era su razón para actuar de esa manera--- lo que sea que te haga feliz deseo que lo tengas, pero eso no podrá ser conmigo porque no soy más que un cretino.
---no es cierto...
---soy un tipo raro, no lo puedes negar, no puedo estar a tu lado porque no pertenezco aquí, solo voy a dañarte con mis miedos y terrores...no puedo estar a tu lado, no por ahora, no hasta que reciba la ayuda que necesito.
---¿A qué te refieres?
---Luffy---ahora fue él quien lo llamo por su nombre, por lo que sin haberse dado cuenta las lágrimas comenzaron a caer por sus mejillas, no soltaba ningún quejido pero era claro que se estaba controlando para poder escucharlo con claridad---, yo no estoy bien, necesito ayuda. Vendí mi departamento y me iré por un tiempo, debo sanarme a mi mismo, iré a terapia y comenzaré otra vez. Ella tiene razón.
---no, no, no ¡No! No quiero que te vayas....no...
---tengo que sanarme primero, si no quiero herirte---, dichas estas palabras el mayor se acercó para unir su frente con la ajena---, solo puedo decirte esto ¿Me esperarás? Intentaré mejorar pero si te pido está egoísta petición quiero tu más sincera respuesta, si cuando vuelva no sientes nada por mi, lo comprenderé mejor que nadie, porque no hice nada más que lastimarte en todo este tiempo...te diré la verdad, todo aquello, lo hice para alejarte por miedo a que esto en mi pecho creciera más.
---si es necesario te voy a esperar una eternidad...
---no es necesario que te castigues ¿Sabes? Si ves a alguien mejor también lo entenderé.
---¡Nadie es mejor que Torao!
---y yo que pensaba que era el bicho raro era yo---no dijo más está vez sus manos se colocaron en las mejillas del menor y aún unido de la frente ajena acorto la distancia entregándole un beso en los labios.
Era un sabor extraño, estaba tan contento y al mismo tiempo tan triste, aquel sabor no lo comprendía por lo que antes de cerrar sus ojos pudo notar que Law también estaba llorando en silencio.
Cuando rompieron aquel contacto el doctor acaricio sus cabellos con una fina sonrisa para después tomar su maleta e irse, ni siquiera se dió cuenta que ahí estaba una maleta.
Solo fue capaz de verlo marcharse y sin abrir los labios entro al departamento con miedo a que si abría la boca sus quejidos junto con aquella sensación de los labios del mayor sobre la suya desaparecería. Había cerrado la puerta, se sentó en el piso para posteriormente recargar su espalda en aquella fría madera, cerro sus ojos dejando que las lagrimas cayeran por sus mejillas.
Quería correr, deseaba correr y detenerlo mientras lo abrazaba por la espalda gritándole todo lo que pensaba, lo cuanto lo amaba y deseaba estar a su lado, pero no podía.
Su labio inferior comenzó a temblar así que lo mordió suavemente sin embargo no pudo más y rompió en llanto, dejando que sus audibles quejidos llenarán la casa. Law se había disculpado con él para después marcharse pero no sabía cómo decirle que, jamás lo odio y no le echaba la culpa de nada de lo que ocurrió.
Después de todo fue él quien se dió esperanzas de las acciones desesperadas de un hombre con el alma destrozada.
Pero jamás podría odiarlo.
Fue ahí donde recordó las palabras de Kid, aquel hombre si bien la mayoría del tiempo no era más que un bruto sin escrupulos de vez en cuando podía dar buenos consejos, sin embargo, quería ahora la opinión de un experto.
.
.
.
---me tomo por sorpresa que me hayas llamado--- frente al menor se encontraba Killer, un joven que si bien era el mejor amigo de Kid era totalmente su opuesto, a esto se le agregaba que era difícil identificarlo si él se sujetaba el cabello y quitaba aquella mascarilla que parecía ser parte de su cara, sin embargo apesar de no poder ver su cara quiso hablar con él para saber que debía hacer ahora.
Sin embargo para el rubio que era una extrañeza total que Luffy lo llamará no sabía cómo sentirse en esos momentos, no era porque no sabía cómo el menor consiguió su número, más bien porque frente a él, el joven de cabellera negra estaba hecho un mar de lágrimas, sus ojos estaban rojos al igual que sus mejillas y nariz, además de que sorbia sus mocos con desespero a qué nada saliera, así que entre extrañeza y desagrado le acercó un pañuelo para que el menor limpiara su nariz.
---Torao...
---así que el asunto es sobre Trafalgar, si lo conozco, bastante raro y anormal a decir verdad--- respondió ganándose una mirada del menor, lo comprendió de inmediato, el tampoco podía hablar de normalidad después de actuar de tal manera ocultando su rostro pero tenía sus razones. --- veamos, ¿Qué ocurrió? Lo último que supe es que tomaste distancia para aprender a seguir solo.
---¿Cómo lo sabes?
---Kid.
---maldito cabeza de cresta, es un maldito chismoso---respondió pero no podía seguir dándole vueltas al asunto.
---¿Entonces?
---Torao, dijo que iba a buscar ayuda para sanarse...
---¡Bendito sea! Ya era hora de que tomará terapia.
---¿Terapia?
---ya sabes, hablar con un especialista, un psicólogo esas cosas, él tiene mucho que arreglar, tal vez hasta vuelva a Alemania, después de todo sus problemas empezaron ahí.
El menor bajo la mirada, lo comprendía ahora mejor---, yo también debería.
---¿Terapia?---lo vio asentir---, escucha Luffy, ir a terapia no es malo, no es para locos o esas cosas que se inventan, a veces las personas necesitamos hablar con alguien que nos pueda guiar y ayudar, yo no soy un experto pero te puedo dar mi punto de vista y ese es que, tomar una cita con un psicólogo para hablar sobre tus problemas y te ayude a resolverlos desde la raíz no es malo, al contrario es lo mejor que puedes hacer por tu salud mental, todos necesitamos que alguien nos ayude y escuche, así que no tengas miedo y así como Trafalgar que dió el mayor paso que fue admitir que necesitaba ayuda, tu también puedes hacerlo, hazlo pensando en ti porque todo debe ser siempre centrado en ti y en tu salud, recuerda es primero yo, después yo y al último yo, nadie es más importante que tú propia persona.
---Killer...
---¿Qué? ¿Te sorprende que piense así? No creas que pienso igual a Kid solo porque somos amigos--- el menor negó---, solo lo digo porque se que está bien, solo puedo darte ese consejo ya que yo no soy nadie para obligar a otro a tomar terapia o ir con el psicólogo, después de todo la única persona que tiene el suficiente poder para salvarse siempre es uno mismo, porque está en nosotros elegir si avanzamos o nos hundimos más.
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El vecino de enfrente. [Finalizada]
Fanfiction[Tercera parte de caperuza roja] Su vida siempre fue pacífica hasta ese día, cuando en el elevador quedó atrapado con un niño, su voz aniñada le molestaba, aquella sonrisa y esos ojos. Era molesto que ahora estuviera todo aquello en su mente, mient...