Cuando una persona está dañada lo mejor que se puede hacer es alejarse, lo peor que puede ocurrir es quedarse a lado de alguien que sabe que hay algo en él y sin embargo se niega a cambiar.
A Luffy le tomo un tiempo aceptar que necesitaba ayuda, ya que dependía demasiado de las personas al grado de aferrarse a ellas de una manera desesperada. Por su parte Law era un hombre lleno de heridas, era alguien con el corazón destrozado y un alma que rogaba por ayuda, pero siempre se negaba, prefería ahogarse en cualquier cosa para dejar de escuchar aquellos lastimeros sonidos de su alma.
Eran dos personas rotas, que para evitar lastimarse aceptaron que necesitaban ayuda.
Law había comprendido que no toda la vida podría ocultar sus emociones, además de que la perdida de aquel gran amor le había hecho cambiar demasiado, sin embargo con la llegada de Luffy a su vida todo fue cambiando de poco en poco, sabía que era un idiota total por herirlo sin razón alguna, posteriormente cambio para alejarlo pero solo empeoraba las cosas, cuando finalmente acepto lo que sentía sabía mejor que nadie que estaba mal consigo mismo y por ende no sería capaz de amarlo.
Todo porque aún una de sus manos se aferraba al pasado, si con una mano tenía al pasado ¿Sería capaz de tener la suficiente fuerza para tener el presente? Sabía que no, por ello, tanto por él como por Luffy comenzó a tratase.
Acepto que la muerte de sus padres no fue su culpa, acepto que la muerte de su prometida no fue su culpa, ella estaba enferma y sin el transplante aquella enfermedad ni el mejor doctor del mundo podría detenerla, él había logrado por un tiempo retrasar su muerte inminente, pero así como una vida comienza, debe finalizar.
Conoció personas, pero ninguna le hizo sentir como aquella primera vez y en aquel viaje de regreso a Alemania dónde pudo aceptarse a sí mismo supo de inmediato que, aquella sonrisa tan brillante proveniente de un niño 7 años menor que él era lo que tanto le hizo falta.
Mentiría si decía que no lo hecho de menos, porque ¡Claro que lo extraño! Deseaba verlo, pero no podía irse y dejar todo a medias, quería cambiar para bien. Fue por ello que cuando estuvo listo y dado de alta, se comunicó con su hermana quien le contó lo que ocurriría, así que apresuró su llegada.
Y nuevamente ahí estaban los dos frente a frente, sería una mentira decir que habría sido facil un inicio para ellos, ya que los amigos de Luffy no le tenían confianza, pero no los culpaba, sus hermanos tampoco confiaban en él, sin embargo lo comprendía mejor que nadie, fue por ello que comenzó a ganarse su confianza.
Todos los días también comenzó con pequeños detalles para que el menor se enamorará, pero no era necesario, Luffy jamás dejo de amarlo. Rosas, canciones y desayunos o cenas sorpresas eran cosas que solo lo volvían más loco por él.
Un prestigioso doctor que se sano, un joven soñador que aprendió a no depender emocionalmente de todos. Era curioso.
Law después de recibir ayuda finalmente pudo volver a trabajar en lo que tanto amaba, siempre colocando altos a las personas que intentaban algo más que una relación profesional, porque él ya tenía una pareja a la cual respetar, mientras que Luffy cada día que pasaba sus historias tomaban fuerza ya que de poco en poco se convirtió en un escritor bastante respetado por sus historias de aventuras, ya que su estilo narrativo en relación a los paisajes y detalles, además de los sentimientos de los personajes era algo que atrapaba fácilmente a los lectores.
Después de todo, el monito siempre tuvo un don innegable para cautivar los corazones de las personas.
Siempre es curioso como las mejores cosas de la vida pueden llegar de tal forma, después de todo, Luffy jamas pensó enamorarse y mucho menos llegar al altar, esa vez fue la primera en la cual Law no tuvo miedo dentro de una iglesia, ya que al ver la sonrisa del menor dónde finalmente el "acepto" si llego se sintio pleno.
Ninguno de los dos pensó que, todas esas experiencias y una primera vez llegarían por parte del vecino de enfrente.
Fin.
Y ha llegado! Gracias a todos los que siguieron este fanfic, estoy verdaderamente agradecida y si, fue un final feliz, nosotros debemos aprender a avanzar y nuestra parejita lo hizo, tenía pensado que cada uno debía irse por su camino, pero no lo pensé justo ya que quería un final donde terminarán juntos, y si se logró, la terapia siempre es buena ;)
Sin más que me despido dándoles las gracias por su paciencia, sin más que ¡Les mando! ¡Mil besos y abrazos! Escritora fuera paz 🐼♥️
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El vecino de enfrente. [Finalizada]
Fanfiction[Tercera parte de caperuza roja] Su vida siempre fue pacífica hasta ese día, cuando en el elevador quedó atrapado con un niño, su voz aniñada le molestaba, aquella sonrisa y esos ojos. Era molesto que ahora estuviera todo aquello en su mente, mient...