El vecino de enfrente. [Finalizada]

Capítulo 29. Sobresalir.

Cualquier persona que lo conociera diría algo concreto en relación a él "resplandeciente", un joven girasol, sonriente y lleno de vida, la palabra más acertada en relación a su persona era esa palabra, ya que era tan luminoso, brillante, una persona que daba todo de si sin pensar en rendirse.
Pero, ¿Qué dirían si todo era una fachada? Seguro les parecería una mentira.
Un joven que duda de sí mismo, aterrado de la idea de perder lo que más quiere desde la muerte de un familiar, un niño miedoso que ocultaba todo aquello mediante impulsos de valentía, tan vacío que llenaba aquel hueco insaciable con comida.
Wyper es un adulto que por muchos años intento seguir los pasos de su bisabuelo, sin embargo era sincero, no se sentía conectado con la historia y la herbolaria, era alguien que le interesaba más descubrir los misterios de la mente humana, tal vez la razón fue gracias a un libro escrito por un famoso psicólogo infantil.
"La magia y la ciencia en la mente."
Parecería ridículo pero tenía memorizada cada palabra, cada oración y cada página. Podrían preguntarle sobre algo de dicho libro y él diría la página mientras narra cada palabra de dicho lugar.
Fue por ello que gracias a la palabra de aquel hombre pelirrojo que se convirtió en psicólogo.
Ahora estaba ahí sorprendido por el joven que tenía ante él.
---entonces--- comenzó a hablar ya que en toda la sesión solo escucho un tal "Torao"---, esa persona parece que lo es todo para ti.
---lo es, por eso estoy aquí.
---¿Estás aquí por él? ¿Que hay de ti?
---¿De mi?
---si, escucha, normalmente las personas que vienen aquí me hablaban de ellas y cuentan sus secretos, ya que de esa manera puedo intentar ayudarlos, pero desde que te acostaste en ese sillón y acabaste con mi reserva de dulces para los niños que vienen...
---lo siento...
Reanudó el pelirrojo después de la interrupción de su paciente---, lo único que haz hecho fue hablar de un tal Torao, necesito saber sobre ti y porque dependes emocionalmente de él, ¿Qué fue lo que originó que dependieras emocionalmente de este hombre?
---bueno es que, yo soy de Brasil, ahí vivía con mi papá y mis hermanos, pero mis hermanos no estaban siempre en casa, viajaban por sus estudios y papá por el trabajo...yo estaba siempre solo, no podía hacer amigos porque los que tenía rara la vez iban a la escuela, entonces no solo estaba solo en casa, también en la escuela.
---¿Siempre te sentiste solo? ¿Solías hacer algo para no sentirte así?
El menor asintio---si, a los 5 años comencé a comer y me sentía lleno por ratos.
El pelirrojo asintio al mismo tiempo que anotaba en una libreta---, entonces como te sentías solo, de un momento a otro llegaste aquí y conociste a ese hombre ¿No?
---algo así, papá me saco de Brasil y vine a Japón...debí suponer que me sacaría porque me hizo estudiar japonés e inglés desde los 10 años, cuando cumplí 17 me trajo, conocí amigos pero...era extraño y diferente a los amigos que tenía antes.
---¿Porque?
---porque aunque ya no estaba solo, éramos tan diferentes que nuestros intereses en algún momento nos iban a separar, mientras pensaba en eso, un día...lo conocí, nos quedamos encerrados en el ascensor y...fue el mejor accidente del mundo, es tan inteligente, ¡Tan genial! Y cada que lo veía me gustaba más y más pero...
---¿Pero?
---él estaba enamorado de un primer amor que murió y yo...comencé a hostigarlo para que me hiciera caso...creo que en algún punto lo harte por insistente pero no podía evitarlo, me gusta demasiado. Luego bueno, yo también le guste pero, dijo que necesitaba ayuda y para ello iría a terapia...supuse que si hacía lo mismo entonces, también seré algo bueno para él.
---en primer lugar, no eres un objeto para decir "algo"--- Wyper hizo las comillas con los dedos dejando de lado su libreta, Luffy pudo notar lo ordenado que era aquel hombre con sus notas pero también que en el fondo tenía un espíritu infantil ya que las hojas eran azules con relámpagos y varios pokemones del tipo eléctrico.--- segundo, tal vez ese tal Torao no sea la única persona en el mundo, fijar toda tu atención en solo una persona podría hacerte daño.
---salgo con mis amigos y los quiero mucho también.
---¿Pero?--- continúo el joven ya que comenzaba intuir hacia donde iría aquella oración.
---los amo, pero no siento el mismo amor hacia ellos, cuando estoy con Law....es diferente, es como si miles de mariposas volarán en mi vientre y me hacen feliz, Torao quiere mejorar y yo, también debo aprender a hacerlo...porque siento que estoy olvidando mi sueño.
---¿Cuál es tu sueño?
El menor se levantó del sofá de un salto, extendió a los lados sus brazos con una enorme sonrisa en los labios, inhaló por la nariz llenando sus pulmones de aire, Wyper solo podía verlo sin decir nada, en su lugar siguió anotando en su libreta---¡Yo quiero ser libre! ¡Escribiré el mejor libro de aventuras! ¡Con mis aventuras! ¡Seré el rey del mundo!
El pelirrojo siguió en silencio, solo soltó una suave risa dejando de lado su libreta---, para ese plan primero debes trabajar mucho y también trabajar mucho en ti para que nadie intenté derribar tus sueños.
---¡Quiero hacerlo! Así que... ¡Ayúdame!
Ambos hombres se miraron a los ojos, el pelirrojo de mohicano tomo las manos del menor entre las suyas con una sonrisa mientras lo veía, por unos instantes juro ver al mejor amigo de su bisabuelo, ambos adultos habían vivido casi toda una vida juntos por lo que no pudo evitar sentir tal grado de empatía, sabía que no debía apegarse a los pacientes pero apesar de ello, estaba más que decidido a ayudar a ese joven, daría todo de él para de alguna forma u otra empujarlo para salir de aquel agujero--- cuenta conmigo.
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---quien lo diría... ¿No?--- dentro de aquel departamento donde múltiples emociones explotaron dentro del corazón de un joven, se encontraban dos adultos, uno de pecas y otro rubio, sin embargo el que habló primero llamando la atención del menor, que en este caso era el de pecas, lo miro--- al final antes de terminar el colegio está cumpliendo su sueño--- rió de su propio comentario el mayor de los dos.
---ya sabes lo que dicen Sabo, los escritores no necesitan los colegios--- respondió su acompañante.
---¿No? ¿Entonces como aprenden a narrar?
---sale del corazón hombre ¡Del corazón!
El rubio dentro de la vivienda comenzó a reír al mismo tiempo que se encargaba de sacudir el polvo de los estantes dentro del lugar, hace 5 meses Luffy inicio una terapia, algo que le recomendó su psicólogo fue realizar un largo viaje para "encontrarse" a sí mismo, cosa que su padre apoyo ya que desde que habían llegado a Japón lo noto bastante extraño.
Era cierto que dejó el colegio para estudiar a distancia con profesores particulares, se podría decir que en ese viaje Luffy era acompañado por un hombre que era su profesor, un joven extraño con alma de niño que al igual que él buscaba su propio camino, ya que le era imposible, de momento, superar a su padre, Momonosuke un chico bastante atractivo que para su edad actuaba peor que un niño incluso peleando con Luffy, pero ambos se terminaron haciendo amigos.
Era un viaje especial, dónde sus hermanos recibían alegres sus cartas y de paso mantenían todo en orden dentro de aquel departamento.
Una travesía que le llevo 5 años.