Hacía ya más de dos semanas que ellos dos habían comenzado una relación, un tanto formal, mientras Luffy festejo a los cuatro vientos su alegría en compañía de sus amigos, Law se hacía mierda la mente pensando cosas innecesarias.
Desde aquella salida al cine el menor no tuvo la dicha de ver nuevamente al adulto, le tomo un par de días reaccionar, pero se dió cuenta de ello, a pesar de que iba por las tardes a verlo, aunque estuviera tocando la puerta por horas él no atendía, llegó a pensar que lo estaba ignorando así que llamo a Lami, la hermana menor de Law y actualmente su cuñada, ella le explicó que el doctor estuvo siendo llamado por su jefe desde altas horas de la madrugada hasta muy entrada la noche, esa era la razón por la que no atendía la puerta, el menor pensó incluso por unos instantes que la joven castaña incubria al doctor de algo, ¿Una sorpresa para él? Eso era lo único que podía caber en sus pensamientos, porque para Luffy, Law era una persona muy seria que una vez aceptada una relación jamás contemplaría la infidelidad.
Supo que Lami decía la verdad la semana pasada, cuando por la madrugada llegó la hora de comer su hamburguesa favorita a las 3:00 de la mañana, había ido a calentar todo en el horno de microondas, cuando salió al balcón de su departamento que daba a la calle principal, fue ahí donde vio al doctor, llendo de mala haga en su auto en dirección al hospital, lo compadeció bastante porque, se veía agotado.
Supo de inmediato que lo correcto sería no molestarlo.
Por lo cual, esa mañana decidió darlo todo de si, concentrarse en las clases para que cuando fueran los exámenes mostrarle al mayor que, no era un tonto y podía sacar buenas calificaciones. O esa era la intención, porque se aburrió de las clases y se quedó dormido.
--Torao--hablo el menor, ya era la hora del almuerzo por lo que estaba reunido con sus amigos en el patio de la escuela---, tiene mucho trabajo, hace unos días lo ví llendo al hospital muy temprano...
--bueno, eso es normal Luffy, él es un doctor famoso, lo investigue hace poco y resulta que solo él es capaz de hacer cirugías milagrosas, siendo capaz de salvarle la vida a cualquiera--sonrió Nami mirando al moreno--, tu novio es una persona reconocida y talentosa, creo que es normal si por un cierto lapso de tiempo anda agotado o con mucho trabajo
--Nami tiene razón--le sonrió ahora Robin al pequeño para después acariciar sus cabellos--, estoy muy segura que él ahora mismo está dando todo de si, en cualquier cirugía que esté haciendo.
Por su parte, el doctor le había cerrado la puerta en la cara a una enfermera--ya te dije que no--hablo Law quejándose de la insistencia de la mujer--, estoy muy cansado como para hacerlo, y si desde hace 3 semanas no intento nada con alguien, tengo mis razones, ahora lárgate.
La mujer solo pudo suspirar para irse, después de todo, el doctor había cambiado de forma radical desde hace unas semanas, dejando de coquetearle a las enfermeras o intentando algún movimiento que ellas tanto amaban, llegaron a pensar que estaba enfermo pero, nadie lo sabía de manera cierta. Era claro que él no era del tipo de personas que gritan que están en una relación cada que pueden, pero por lo menos era capaz de ser fiel, porque sabía mejor que nadie que era tener un corazón roto.
Paso el día en su totalidad, ya era la tarde y los estudiantes iban a sus hogares, Luffy se despidió de sus amigos luego de haber faltado a la última clase de la escuela para ir con todos al salón de videojuegos, aunque tenía un plan para hacer feliz al mayor y mostrar que él era inteligente, al final se aburrió de la escuela, era demasiado aburrido para alguien que solo quería vivir aventuras. Camino feliz hasta su edificio donde vivía, fue ahí, en el elevador dónde la primera vez que se vieron, que de encontraron una vez más.
--hola--fue Law el primero en hablar.
--¡Torao! ¡Hola! ¿Cómo has estado?--le respondió el joven.
--cansado, me asignaron a un paciente especial para el transplante de corazón, tuve que vigilarlo por 2 semanas y tuve 1 semana para la operación y recuperación del paciente--solto fríamente.
--¿Especial?
--el presidente.
-¿Enserio? Salvaste la vida del presidente eso te hace alguien increíble, no sabía que la gente con poder también enfermaba-Luffy miro a Law sorprendido, este solo se limito a mirar en su celular la hora para finalmente soltar...
-los únicos que no se enferman, son los tontos.
-"¿esa es la razón por la cual no me enfermo? ¡Es un superpoder entonces!"
-¿En qué tanto piensas?-lo miro el doctor sin comprender aquella mirada de emoción en sus ojos.
-nada en especial-rio para colocarse frente a él-, Torao ¿Puedes inclinarte? Solo un poquito...
Law sabía que había aceptado un trato, además de que no tenía la energía suficiente para comenzar a discutir con el niño que sin duda a alguna en el caso que se negará este comenzaría a hablar de todo sacando muchas diferentes excusas para comverselo, esa fue la razón por la que le hizo caso, suspirando con pesadez-¿Así está bien?-, lo miro.
-¡Sip!-exclamo para darle unas suaves palmaditas sobre su gorra-, eres increíble Torao, te admiro mucho.
Law abrió sus ojos de golpe, fue ahí donde recordó a su difunta prometida quien había hecho lo mismo hace tiempo atrás, lo recordaba con claridad, aquella mujer solo pudo sonreírle aunque el llegó tarde a su casa para salir al cine, se habían perdido la función pero ella solo sonrió con ternura mientras acariciaba sus cabellos.
"-esta todo bien Law-dijo-, eres un hombre muy ocupado, salvas vidas y yo te admiro mucho por ello, incluso haces hasta lo imposible por alegrarme mis últimos momentos de vida.
-no digas eso, se que encontraremos un donador para ti, averigüe la manera correcta para que tú cuerpo acepte cualquier corazón, solo dame tiempo para encontrar un donador o yo mismo...
-ya-lo interrumpio-, ya te lo dije, pase lo que pase nada será tu culpa y yo solo quiero tu felicidad, eres alguien tan genial, lamento ser tan poco."
El mayor templo, aquel recuerdo le causó un escalofrío por todo el cuerpo, aparto la mano ajena para poder quitar su gorra, Luffy se preocupo por unos instantes, pensando que quizás lo había incomodado por tratar de tener un contacto más cercano.-si vas a acariciar mi cabeza, hazlo de forma adecuada...
Luffy se sorprendió pero sonrió y acaricio sus cabellos-¿Tienes hambre? Sanji vino y cocino ayer, así que sobró bastante, cocina muy rico.
-¿Tienes pan?
-no, pero si quieres voy a comprar...
-no, así está bien, yo odio el pan-Law miro al menor a los ojos, aquella mirada llena de inocencia, brillante y radiante, estaba lleno de vida, por lo visto, su sola presencia le causaba una mayor alegría, si seguía así, seguramente lo lastimaria, pero no podía hacer nada más, solo el pequeño tendría que darse cuenta de la situación tarde o temprano.
-entonces...¿Si comes en mi casa?-volvio a preguntar a lo que el mayor asintio respondiendo a su duda-¡Genial!-exclamó.
Cuando finalmente llegaron al piso que compartían, Law siguió al menor quien abrió la puerta del departamento, sintiéndose orgulloso de haber limpiado el día anterior por cuenta propia, aunque al mayor de los dos no le importaba realmente el tipo de orden dentro de aquella habitación-¿Y tus hermanos?-pregunto.
-no están, salieron de la cuidad y volverán el domingo, ¿Querías hablar con ellos? ¿P-pensabas presentarte de manera formal como m-mi...p-pareja?
Law miro al joven que estaba completamente sonrojado, así que nego mientras lo miraba-no, era curiosidad porque tú departamento siempre es bullicioso y hoy está en completo silencio.-respondió de manera sería.
-oh, ah...si, somos muy animados, es...normal
-supongo que lo es.
El menor no sabía que más decir, solo siguió a Law con la mirada quien tomo asiento en el sofá de la sala, decidio darse prisa y calentar lo que había restado de la reunión pasada con sus amigos, pero cuando estaba todo listo, noto que Law se había quedado dormido, sonrió completamente feliz hacía sus adentros, porque, el mayor se sentía seguro, o eso es lo que creía porque, cuando el dormía en un lugar que no era su casa, era si estaban sus amigos.
Se acercó al doctor sonrojado y se sentó a su lado-"el huele tan bien"-, acomodo su cabeza en el hombro ajeno y al igual que su pareja, cayó en los efectos de Morfeo, solo sería un rato, un pequeño instante, dormir junto a quien amaba era más que suficiente para subir sus ánimos, eso era todo lo que podía pensar el pequeño monito.
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El vecino de enfrente. [Finalizada]
Fanfic[Tercera parte de caperuza roja] Su vida siempre fue pacífica hasta ese día, cuando en el elevador quedó atrapado con un niño, su voz aniñada le molestaba, aquella sonrisa y esos ojos. Era molesto que ahora estuviera todo aquello en su mente, mient...