• POV DE T/N •
—Tu nueva misión será en el planeta de Lothal, tu objetivo es invadir la base Jedi y capturar a la Maestra Jedi Shaak Ti, necesitamos sacarle información sobre su próxima invasión a una de nuestras bases —informó mi Maestro, Dooku.
La verdad es que yo apenas estaba escuchando, era como una voz muy lejana, tampoco intenté ponerle empeño para concentrarme en lo que mi Maestro me decía, la realidad es que me importaba una mierda, hace mucho tiempo que ya nada me importaba, así que lo único que hice fue asentir, esperando que no se diera cuenta de que no había escuchado una sola palabra de lo que me dijo.
—¿Puedo irme ahora? —pregunté, intentando salir de ese lugar lo más rápido posible y sin una pizca de entusiasmo, ya que la idea de una nueva misión no me agradaba para nada, recién había regresado de otra hace menos de una semana, y no he tenido tiempo suficiente para recuperarme.
—Prepárate para abordar la nave en una hora. Puedes retirarte —me indicó Dooku.
Inmediatamente partí a empacar mis cosas, feliz por haber logrado salir de aquella conversación, pero dicha felicidad no me duró mucho ya que la voz que tanto detestaba de mi Maestro retumbó en mis oídos nuevamente.
—Ah y, Amrise... no falles, o habrán peores consecuencias que la última vez.
El recuerdo de esa situación causó que un escalofrío subiera por mi espalda, sé que lo decía en serio, ya que la última vez terminé en la sala médica después de estar en coma por una semana, y no por las consecuencias de la misión, si no por Dooku, conociendo los resultados anteriores supe que en esta nueva misión me tendría que ir mejor, así que esta vez estaba determinada a cumplir esta misión y satisfacer a mi maestro, a pesar de no tener ni una gana de hacerlo, era mi deber.
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Me dirigí a mi cuarto y preparé mi bolso, aunque apenas tenía cosas dentro, ya que todo lo que alguna vez me perteneció se me fue arrebatado cuando llegué a este lugar tanto tiempo atrás. Lo único que había en mi bolso era una túnica y dos pantalones, además de ropa interior y artículos de aseo personal; en mi cintura, sujetado en un cinturón, llevaba mi sable siempre preparado. Me sentía lista para partir a si que con un suspiro cerré mi bolso y me dirigí a la nave que me llevaría a Lothal.
Al llegar al lugar de encuentro, apoyado en la nave me encontré al general Kallus que me esperaba impaciente, no sabía por qué, ya que llegaba 5 minutos antes de lo acordado.
—Sube rápido a la nave, nos llegaron noticias de que la Jedi ya llegó a la base, tenemos que abordar lo antes posible, no hay tiempo que perder —me dijo Kallus.
Me estaba subiendo a la nave cuando Kallus puso sus manos en mi cintura, acercándome a su cuerpo y me susurró al oído bien bajo para que ninguno de los guardias escuchara lo que estaba por decirme.
—Y recuerda que mi oferta sigue en pie. —Eso me hizo querer vomitar, esas palabras siempre causaban ese efecto por mi parte.
Supongo que queda claro el tipo de propuesta que me hacía, me la había hecho muchas veces antes y en todas ellas yo me había negado, ya que de ninguna forma iba a tener algo con él, de todas maneras me inquietaba, ya que no sabía cuando Kallus iba a dejar de ofrecérmelo y sólo lo iba a hacer, entonces no podría hacer nada para evitarlo. Por otro lado, si es que intentaba decirle a alguien para hacer algo al respecto simplemente nadie me creería, lo sé porque cuando se lo mencioné a Dooku hace unos años, dijo qué tal vez así aprendería a respetar a mis superiores, en ese momento no supe a qué se refería, ya que yo no suelo faltarle el respeto a ninguno de mis superiores, pero de todos modos lo dejé pasar, supongo que lo único que puedo hacer es mantenerme distante de Kallus y esperar que no intente nada indebido.
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El viaje fue largo e incómodo pues Kallus actuaba de manera muy atrevida conmigo, por mi lado, yo me hacía la loca, como si no me diese cuenta de lo que estaba pasando y me ponía a hacer algo con lo que encontraba a mano para distraerme.
Necesitaba reunir paciencia así que empecé a contar en mi cabeza, es lo único que me ha servido en mi vida para poder soportar las cosas que me irritaban de las personas o de ciertas situaciones.
Cuando al fin aterrizamos pude respirar con tranquilidad ya que ahora tendría una excusa para alejarme de él. Bajé de la nave y no pude evitar notar que era un lugar muy extraño, había mucha arena, por lo general, no me gusta la arena, es burda, áspera, irritante, y se mete en todas partes; pero además de eso, el lugar tenía un aire lúgubre, me llegó a dar lástima por los lugareños que habitaban aquí, ya que el lugar parecía algo depresivo, la guerra llegó a su planeta destruyéndolo y acabando con el hermoso paisaje que antes tenía, me atreví a echarle la culpa a los Jedi por eso. No pude seguir apreciando el lugar ya que tenía que concentrarme y encontrar esa base Jedi.
Luego de una larga búsqueda, sentía que me iba acercando cada vez más a la base, ya que sentía una fuerte presencia de la Fuerza, la cual supuse que provenía de la Jedi que estaba buscando, esta era una buena señal, a si que me subí a mi speeder y me dirigí, dejando que la Fuerza me guiara a mi destino.
Al encontrarme cada vez más cerca, pude divisar varios clones hablando entre sí, me escondí detrás de un pilar y saqué mi sable de luz, preparándome mentalmente para lo que estaba por venir, detestaba tener que asesinar gente, sé que siendo una Sith no debería de importarme, y mucho menos ser un problema, pero la verdad es que me traía malos que siempre me perturbaban, no había día en el que me lograra librar de ellos.
En esta situación matar era el único método que tenía para llegar a la base, para llegar a mi objetivo, y no podía arriesgar mi misión y por tanto mi integridad solo por compadecerme de algunos pares de vidas clones que, al ser soldados, morirían de una forma u otra.
Tenía que ser rápida para que ellos no pudieran avisarle a nadie, sobretodo a ningún Jedi, y para que no tuvieran tiempo de atacarme de vuelta, esto era una misión suicida.
Tenía un mal presentimiento sobre esto.
Con este "plan" improvisado en mente encendí mi sable de luz y salté sobre un clon, pero, como era de esperarse, sus compañeros me divisaron y fueron a atacarme, pero yo, al tener la Fuerza de mi lado, y al ser una gran ventaja, los desarmé fácilmente, solo con desviar dos disparos dañe a tres clones.
Cuando pensé que la pelea había terminado miré a mi alrededor y alcancé a ver un clon justo cuando iba a activar la alarma de intrusos, yo tenía mi sable insertado en otro clon, por lo que tuve que utilizar la Fuerza para traer a dicho clon hacia mi, cuando el clon estuvo cerca mío me dijo.
—Tú eres la famosa Darth Amrise, la asesina Sith de la que todos temen encontrarse, luché contra ti en Felucia y me dejaste vivir —abrí los ojos al escuchar esto, pensé que había dado de baja a todos esos clones...
—Pudiste haberme matado pero no lo hiciste. ¿Qué fue lo que te detuvo? dime —mi respiración estaba acelerada, si él llegaba a contar que dejé vivir a tantos clones sin querer me metería en muchos problemas y eso era lo que menos quería en este momento, ya había tenido suficiente.
Esta vez no podía dejar ningún cabo suelto.
—De verdad lo siento —dije, atravesé mi sable en su pecho, cerré los ojos con fuerza, sintiendo un gran remordimiento crecer en mi interior.—No tenía otra opción —dije en voz baja, casi como un susurro, intentando calmarme a mi misma mientras abría la entrada a la base.
Pero al abrir la entrada me encontré con muchos clones armados reunidos y preparados para atracarme, al parecer no había sido tan sigilosa como había creído y un estúpido clon había avisado sobre mi llegada.
—Mierda.
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Felonía ➸ Anakin Skywalker x lector
Fiksi PenggemarElla se encontraba consumida por el lado oscuro, no por elección, sino porque era lo único que siempre había conocido. Esto, hasta que un día, en unas de sus tantas misiones, cruza caminos con un joven Jedi, el Elegido de la Fuerza, quien llega a da...