• POV de T/N •
Ya han pasado 2 días desde que llegué de la misión, Dooku llegaría hoy, hablé con él por el comunicador, pero me dijo que hablaríamos sobre la misión cuando él llegara y no por holograma ya que tenía que ser personalmente. De todos modos, como "premio" por triunfar en la misión me dejó en paz por un par de días que me dio libres, eso significaba que la próxima misión iba a ser difícil, siempre hacía eso cuando sería peor que la anterior.
Me pidió un informe de la misión, y aunque no me crean lo hice en la celda de la Maestra Shaak Ti, no me caía estupendo, pero era lindo tener algo de compañía de vez en cuando, ya que por lo general no tenía contacto con personas a las que les podía contar mis cosas, Dooku solo me dirigía la palabra para asignarme misiones o para reprenderme por mi conducta.
Pasar tanto tiempo sola hace que sobrepienses cada detalle de tu vida y que recuerdes malos momentos, es por eso que me gustaba ir donde la Maestra para distraerme un rato.
—Dooku va a llegar hoy —le informé a la Jedi, estaba sentada en el suelo mirando a Shaak Ti directo a los ojos mientras escribía el informe de la misión—. Y no me has dicho nada aún. —Ella no me miraba. Sabía lo que iba a pasar si no me daba la información ahora, sabía que se pondría feo, pero aún así no soltaba nada en absoluto.
—Amrise ya te lo dije, no voy a decir nada, puedes matarme, torturarme, lo que sea, pero nada saldrá de mi boca —me dijo la Maestra, pero cuando le iba a contestar se activó una alarma.
Al escuchar la alarma supe inmediatamente que se trataba de Dooku, fui a recibirlo, estaba nerviosa ya que no sabía cómo mi Maestro reaccionaría sobre mi misión, yo suponía que sería bien porque al fin y al cabo logré capturar a la Maestra Jedi, aunque aún no conseguía la información, lo cual era el objetivo de todo esto, era esto último de lo que me preocupaba, era lo más importante de la misión después de todo.
Al llegar cerca de donde estaba la nave de Dooku, pude verlo a la distancia hablando con un guardia, me acerqué a él, y cuando estaba lo suficientemente cerca, me dirigió la mirada y le hizo una seña al guardia con el que hablaba indicándole que se retirara, sin esperar un segundo el guardia se fue. Al llegar a donde estaba Dooku me analizó rápidamente con la mirada, solo con esto supe que lo que se venía no sería nada bueno.
Aún no empezaba la conversación y ya quería salir corriendo.
—Bienvenido, Maestro —le dije a Dooku haciendo una pequeña reverencia en señal de respeto.
El Sith, sin saludarme, dijo —te espero en mi oficina en 15 minutos —probablemente era para hablar sobre la misión—. No tardes —añadió, a lo que yo asentí y me retiré a mi cuarto.
Luego de pasar los 15 minutos me dirigí a la oficina de mi Maestro, mientras caminaba pude sentir la ansiedad crecer en mi interior, sentía mi corazón latiendo a mil por hora, casi como si estuviera por salir disparado de mi pecho, sudor empezaba a desprenderse de mis manos y un nudo en mi garganta se comenzaba a formar mientras sentía una incómoda sensación de falta de aire en mis pulmones. Estos síntomas no eran ajenos para mí, de hecho, los he sentido desde que tengo memoria, o al menos desde que estoy en este lugar. Pero en todas las situaciones en las que los presentaba había algo que siempre tenían en común.
En todas las veces Dooku estaba presente.
Me encontraba frente a la puerta de la oficina de Dooku, suspiré, preparándome mentalmente para lo que estaba por venirse. Le di tres golpes a la puerta y luego de no menos de 5 segundos escuché la voz de mi maestro proveniente de adentro.
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Felonía ➸ Anakin Skywalker x lector
Fiksi PenggemarElla se encontraba consumida por el lado oscuro, no por elección, sino porque era lo único que siempre había conocido. Esto, hasta que un día, en unas de sus tantas misiones, cruza caminos con un joven Jedi, el Elegido de la Fuerza, quien llega a da...