Capítulo 35: ¿Quién quiere pizza?(Maratón)

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Eddie dejo sobre mis hombros la bata haciendo así que mi cuerpo humedo se pegará a la fina tela. Habíamos estado un rato en la bañera hasta que por fin pude calmar por completo mis nervios y sentirme mejor.

Me observó con cierta preocupación mientras tomaba de mis mejillas analizando así mi rostro.

-Mira eso...-advirtió haciéndome mirarlo- te ves mejor-tocó la piel de mis brazos sintiendo mi calor corporal volver a la normalidad, estiré mi comisura sintiendo mi piel arder bajo su tacto.

-lo sé, Ahora estoy que ardo-dije irónicamente haciendolo soltar una carcajada para luego besar mi mejilla.

-Roberts...cierra la boca-dijo completamente rojo mientras tomaba aire.

Sonreí ladeando mi cabeza para luego mirarlo con atención lo cuál hizo que parara de reir de a poco.

-Tal vez si quieres que cierre la boca...-relamí mis labios-Deberias hacerlo por mí-añadí haciéndolo levantar la cabeza mirándome con autoridad accidental, retrocedí hacia la puerta dejándolo allí con un leve rubor sobre sus mejillas y una sonrisa la cual demostraba cierta sorpresa y deseo.

Salí del cuarto de baño dejándolo atrás divertida, me encaminé saliendo de la habitación directo hacia la mía, al llegar a ella una pequeña sombra en la esquina de ella me hizo sobresaltar parando en seco, levante la mirada encontrándome con Once de pie junto a la mesita de noche junto a la cama, en sus manos se descubría la fotografía que había tomado ya hace algunos años junto a mis padres, sonreí caminando hacia ella.

-¿Dónde la encontraste?, no había visto esta en años-tome entre mis manos la fotografía observándola con detalle.

-Estaba buscando un bolígrafo cuando mi pie golpeó algo en el suelo bajo la mesa, me agaché y estaba allí, lo lamento si era privado- explicó disculpándose, negué graciosa.

-No, esta bien-respondí limpiándola para luego dejarla sobre la mesita.

-Es una buena foto- dijo palmeando mi hombro tímida, asentí dándole la razón automáticamente.

-Lo es, de hecho creí que la había tirado ya hace tiempo-admití penosa, ella me miró sin comprender lo que intentaba decir, así que suspiré- mi padre y yo desde hace un par de años solíamos discutir mucho y un día simplemente escapé un par de días y tiré todas nuestras fotografías familiares-dije fastidiada de mi misma- la verdad viéndolo desde esta perspectiva, fue algo inmaduro de mi parte y puede que haya exagerado solo un poco- Ella rio para luego hacerme reír igual- tal vez mucho-añadí graciosa.

-Me alegro de que no la tiraras, cuando creí que mi padre había muerto me sentí muy triste y lo único que deseaba en aquel entonces era verlo- asentí escuchándola- una imagen como esta hubiera servido y puede que te sirva si los extrañas con fuerza- dijo con voz amable e inocente, mire la fotografía una vez más viendo el rostro de mi padre y de mi madre sonrientes junto a mi yo de catorce años.

-Lamento la tardanza dulcur...-Eddie había aparecido en la puerta con rostro sonriente el cuál fue rápidamente interrumpido por Once, quién lo miraba con una ceja arriba curiosa-Hey...-dijo sentándose en la orilla de la cama lentamente.

-¿Tarde para qué?-preguntó esta inocente, sus ojos se abrieron de par en par haciéndome voltear intentando aguantar la carcajada que luchaba por salir.

-Eh...-volteé un poco observándolo hablar-¿Roberts?- ladeó su cabeza pidiéndome ayuda, solte una mueca graciosa para luego desviar mi mirada a Once de pie a mi lado.

Mordí mi labio sin saber que decir.

-Eddie me iba a explicar cómo funcionaban...-lo miré nerviosa-las...-pensé en que inventar como una excusa coherente, me mente se encendió haciéndome sonreír-reglas de calabozos y dragones-solté caminando hacia él para luego sentarme a su lado.

"𝐈 𝐅𝐞𝐞𝐥 𝐘𝐨𝐮"-𝐄𝐝𝐝𝐢𝐞 𝐌𝐮𝐧𝐬𝐨𝐧 𝟐- 𝐒𝐓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora