Capítulo 22: La mente de Eddie I (Maratón)

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Abrí mis ojos en aquel espacio oscuro que tanto había visto los anteriores meses, la única diferencia era que aquella mente le pertenecía a Eddie.

Me levanté de la cama caminando hacia la oscuridad frente a mí, al cabo de los minutos una puerta detrás de mi se abrió llevando a mis oídos el sonido de las olas rompiéndose entre si, caminé hacía ella llenando mis pulmones con el olor a playa y humedad.

Entré a la puerta sintiendo mis pies llenarse de arena, la puerta se cerró haciéndome voltear rápidamente sin encontrar más que el sol ocultándose a la distancia.

-Estoy en una playa-susurré sabiendo que el podía oírme.

-¿Playa...?-respondió el confuso- no recuerdo haber estado en la playa-su voz se escuchaba a la distancia.

Caminaba hacía la orilla cuándo se escuchó una carcajada a la distancia, corrí hacía ella encontrándome con una fogata en la arena.

-¡Mira!,¡mira!-grito el pequeño pasando por mi lado, lo seguí con la mirada y caminé detrás de él- ¡es un caracol!-dijo elevando sus manos hacía la mujer, parecía tener unos 10 años por su tamaño.

La mujer era castaña y su piel se veía suave, su rostro demostraba amabilidad.

-Vaya Edds, es muy lindo-Exclamó esta sonriente.

-¡Te encontré!-dije emocionada.

-¡Buscaré más!-dijo el pequeño Eddie, la mujer lo etomó del brazo suavemente.

-Edds ya vamos a comer ¿si?, puedes ir después- sugirió ella haciéndolo asentir.

El pequeño Eddie se sentó en la arena mientras el minúsculo caracol se deslizaba por su mano; me acerqué a él a paso delicado, me agaché quedando solo a unos centímetros de su rostro.

-Precioso-dije en un susurro, estiré mi mano tocando su pequeño rostro, llevaba ropa azul marino, su cabello era corto y sus pies estaban descalzos llenos de arena.

su piel era blanca como la porcelana y sus mejillas habían tomado color rosáceo haciendo que se viera mas inocente de lo que ya era. la mujer volvió a el con un plato con un emparedado, me moví a un lado para ver la siguiente interacción por parte de ambos.

-Edds cielo, deja a un lado a nuestro amigo el caracol- dijo esta llevando su cabello tras su oreja, el pequeño Eddie asintió dejándolo a un lado mientras tomaba el plato.

-Mami, ¿podemos ir después a casa del tío Wayne?- pregunto este masticando, mire a la mujer sorprendida sin creer que fuera la madre de Eddie. esta asintió sonriente, las lineas junto a sus labios aparecieron como cuando Eddie me sonreía, era algo que le había heredado a su madre.

Pocos minutos después el pequeño Eddie se levanto del suelo dejando el plato vació a un lado, tomo una ramita seca de la arena y comenzó a correr hacia la orilla de la playa, sonreí siguiéndolo. su carcajada demostraba felicidad y complacencia, como si estar allí fuera todo lo que el necesitara, corrió por toda la playa hasta que se canso.

-Edds tesoro, es hora de irnos amor- le grito a la distancia su madre, el pequeño miro de reojo hacia su dirección y se levanto corriendo a la dirección opuesta, mas allá el pasto crecía verde. inclino su espalda para tomar las pequeñas tenis en el pasto.

-!EDWARD APRESURATE!- grito su madre nuevamente con voz mas severa, solté una risita escuchándolo tartamudear.

-Y..Ya voy- dijo corriendo hacia ella, esta se agacho estirando sus brazos esperando su llegada, al hacerlo lo tomo entre estos besándolo repetidamente en el rostro, llegue a su lado observándolos.

"𝐈 𝐅𝐞𝐞𝐥 𝐘𝐨𝐮"-𝐄𝐝𝐝𝐢𝐞 𝐌𝐮𝐧𝐬𝐨𝐧 𝟐- 𝐒𝐓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora