Capitulo 11: Verdadera Naturaleza [+18]

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¡Mamá!.- llamó Donghae, acercándose al reproductor de música y bajando el volumen.- Siempre tienes esa manía de poner la música alta.

La regañó un poco mal humorado, odiaba despertarse de esa manera, y más siendo un domingo. Entendía que su madre tuviera la manía de poner la música alta mientras limpiaba, pero no cuando él estuviera durmiendo.

Se pasó la mano por el pelo re volviéndoselo aún más, y somnoliento se dirigió a la cocina donde estaba su madre, bostezando.

-Buenos días, cariño- le dijo la madre acercándose a él y estampándole un sonoro beso en la mejilla.

-Gracias por despertarme.- murmuró Donghae, acercándose a los armarios de la cocina, buscando una taza.

-Lo siento hijo, pero ya iba siendo hora de que te levantaras.

-¿Qué hora es?

-Las 11:30

El azabache bufó. ¡Para un día que podía dormir!

Mientras, en la calle principal, venía caminando un distraído Hyukjae. Llevaba las manos en los bolsillos, pateando algunas piedrecillas que le aparecían en el camino. No había dormido nada la noche anterior. Y Siwon había tenido la culpa. Despertó recuerdos que le hacían daño cada vez que venían a su mente... Y si a eso le sumaba el último asesinato, su piel se ponía de gallina. Pero aun así, había decidido ir a ver al azabache. La última vez no se había despedido como era debido y además se había mostrado sumamente afectado por lo visto en las noticias.

-Sólo espero que este en casa- Pensó llegando frente a la puerta- Ojalá Siwon no se dé cuenta.

Tocó el timbre y se quedó parado, esperando por una respuesta.

Donghae se extrañó que alguien llamara a casa a esas horas un domingo, y como su madre estaba ocupada, fue él a abrir la puerta.

Se encontró a la persona que menos esperaba en el mundo.

-¡Hyukjae!.- Exclamó, totalmente sorprendido y avergonzado

Estaba totalmente despeinado, en pijama y descalzo. El chico no podía haber llegado en peor momento.

-Bonita pijama- dijo sonriendo- ¿Te desperté?

Donghae se miró a sí mismo y se sonrojó aún más.

-N... no... me desperté hace un rato.- Contestó- ¿Qué... haces aquí?

-Quería disculparme por irme así de repente- dijo desviando la mirada- fui un descortés... no debí hacerlo.

Donghae abrió los labios para decir algo, pero finalmente solo exhaló un suspiro, haciéndose a un lado.

-Pasa

Hyukjae caminó al interior, observando todo el ambiente. Era muy acogedor. Podía sentir la presencia de la madre del azabache. Quizá no era un hogar adinerado, pero era un hogar al fin y al cabo. Se detuvo frente a unas fotografías en la repisa de la sala.

-Mejor vayamos a mi habitación... si mi madre te ve querrá quedarse de charla con nosotros.- murmuró Donghae.- Así de pasó hago la cama... - Añadió algo avergonzado.

Hyukjae sonrió y lo siguió mientras el azabache le conducía a su habitación. Nada más entraron, Donghae fue directo a abrir las persianas y la ventana.

La habitación estaba completamente ordenada, a excepción de la cama, que aún estaba tibia de haber estado durmiendo el azabache allí.

Los muebles eran sencillos: Una cama, una mesita, un escritorio y un armario de madera de color claro. Las paredes pintadas en un azul cielo y un montón de libros y álbumes de fotos apilados en la estantería que reposaba sobre el escritorio. También muchas fotografías colgadas en el corcho y marcos, repartidas por las paredes del cuarto.

Una mente oscura [EunHae]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora